La crisis climática es una crisis humanitaria y de salud

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos respondido durante mucho tiempo a algunas de las peores crisis médicas y humanitarias del mundo. Muchas de las áreas en las que trabajamos se encuentran en los entornos más vulnerables al clima en el mundo, y nuestros equipos brindan atención a personas que han experimentado de primera mano los impactos médicos causados por la emergencia climática. Es muy claro que esta crisis golpea más fuerte a las personas que se encuentran en las situaciones más vulnerables.

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos respondido durante mucho tiempo a algunas de las peores crisis médicas y humanitarias del mundo. Muchas de las áreas en las que trabajamos se encuentran en los entornos más vulnerables al clima en el mundo, y nuestros equipos brindan atención a personas que han experimentado de primera mano los impactos médicos causados por la emergencia climática. Es muy claro que esta crisis golpea más fuerte a las personas que se encuentran en las situaciones más vulnerables. 

Es por eso que estamos participando como observadora oficial en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), la COP26, en Glasgow, Esocia; donde los líderes mundiales están reunidos para actualizar los planes de acción climática con el fin de mantener al mundo como un lugar seguro para vivir. 

Estamos allí porque no deben olvidarse las necesidades de las personas más afectadas. Siempre ha sido nuestro deber hablar por aquellas personas cuyas veces no son escuchadas, y esta situación no es diferente. Queremos compartir las preocupaciones de las comunidades a las que atendemos. 

También estamos allí porque necesitamos entender mejor cómo podemos adaptar nuestras respuestas humanitarias y médicas en una realidad que cambia rápidamente. Muchas organizaciones, instituciones e individuos tienen experiencia en temas ambientales y climáticos, y necesitamos aprender de ellos y ellas para asegurarnos de que nuestra respuesta se adapte mejor a las necesidades del mañana. 

 

 

También estamos en la COP26 porque reconocemos las advertencias científicas y la necesidad de una trayectoria hacia las cero emisiones de carbono. Reducir las emisiones de carbono nuestra organización no es una tarea fácil, ya que responder a las crisis humanitarias y médicas en todo el mundo supone la emisión de mucho carbono. Pero hemos comenzado, y estamos comprometidos a reducir nuestra huella de carbono. Queremos aprender de quienes tienen diferentes conocimientos y experiencia, y queremos reflexionar juntos y juntas sobre cómo llevar ayuda de manera más sostenible.  

La emergencia climática agrava las vulnerabilidades y situaciones humanitarias existentes. En Níger, por ejemplo, los patrones cambiantes de las lluvias están afectando la producción de alimentos y las enfermedades infecciosas como la malaria. Esto se suma a las epidemias recurrentes y la inseguridad alimentaria vinculada a la presión demográfica y el uso de la tierra, así como a la violencia y el desplazamiento. La combinación mortal de malaria y desnutrición cobra un precio alto en niños y niñas menores de cinco años. 

 

 

En muchos lugares donde hay proyectos de MSF, nuestros equipos médicos humanitarios están respondiendo a situaciones relacionadas con el entorno cambiante. Esto incluye los aumentos en el número de personas con enfermedades infecciosas como la malaria, el dengue y el cólera como resultado de los cambios en los patrones de lluvia y temperatura; los aumentos de casos de enfermedades zoonóticas debido al aumento de la presión sobre el medio ambiente; y fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes como ciclones, huracanes y sequías, que pueden contribuir o causar desnutrición. 

La emergencia climática es una gran amenaza para la salud humana, particularmente en lugares donde las personas no tienen acceso a la atención médica básica o están excluidas de ella. 

Las organizaciones humanitarias responden a las crisis independientemente de sus causas. Pero sus esfuerzos por responder no compensarán los fracasos de nuestros líderes políticos a la hora de actuar sobre las causas de algunas de estas crisis. Son necesarias acciones políticas concretas para implementar soluciones que limiten el calentamiento global a fin de prevenir las consecuencias humanitarias desastrosas. 

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