La decisión de EE. UU. de finalizar su apoyo a Gavi pone en riesgo las vidas de millones de niños

Se estima que más de 1,2 millones de niños y niñas podrían morir como consecuencia de esta decisión política.  

Un niño es vacunado por un miembro del personal de MSF en el campo de tránsito de Adré, en el este de Chad. Enfermedades como el sarampión pueden propagarse rápidamente cuando las personas no vacunadas viven en condiciones de hacinamiento y hacinamiento, como en campos de desplazados y refugiados.
Un niño es vacunado por un miembro del personal de MSF en el campo de tránsito de Adré, en el este de Chad. 2024 © Thibault Fendler/MSF

El anuncio sobre la decisión del gobierno estadounidense de finalizar su apoyo a Gavi, la Alianza para las Vacunas, creada hace 20 años para ampliar el acceso a las vacunas en los países más empobrecidos del mundo, tendrá consecuencias devastadoras para los niños y niñas de todo el mundo.   

Aunque aún hay margen de mejora, la cobertura de vacunación sistemática infantil ha mejorado desde la creación de Gavi en el año 2000. Se estima que Gavi ha salvado las vidas de 17 millones de niños y niñas en los últimos 25 años. Sin embargo, según informó el New York Times y las propias estimaciones de Gavi, se prevé que la pérdida del apoyo estadounidense a Gavi impida a aproximadamente 75 millones de niños acceder a sus vacunaciones de rutina en los próximos cinco años, con la posible muerte de más de 1,2 millones de niños y niñas como consecuencia.   

Durante más de 50 años, Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos vacunado a niños y niñas que viven en algunas de las zonas más inaccesibles del mundo, como zonas de guerra, campos de personas refugiadas y zonas rurales aisladas de la atención médica. La decisión de EE.UU. podría dejar a estos niños desprotegidos. Si bien MSF no aceptamos financiaciamiento del gobierno estadounidense ni de Gavi, y no nos veremos directamente afectados por recortes o congelaciones del programa, más de la mitad de las vacunas que MSF usamos en nuestros proyectos provienen de los Ministerios de Salud de cada país, y éstas se adquieren a través de Gavi. 

Un niño es vacunado por un miembro del personal de MSF en el norte de Sokoto, en Nigeria, en noviembre de 2024.
Un niño es vacunado por un miembro del personal de MSF en el norte de Sokoto, en Nigeria, en noviembre de 2024. © Zoe Bennell/MSF

La Dra. Carrie Teicher, jefa de programas de MSF en Estados Unidos, declaró lo siguiente:  

La decisión del gobierno estadounidense de suspender su apoyo a Gavi amenaza con socavar el progreso logrado en los últimos 25 años y dejará a aún más niños en todo el mundo vulnerables a enfermedades mortales prevenibles como el sarampión, la neumonía y la difteria. 

Las consecuencias de esta decisión política serán catastróficas.   

Las vacunas son una de las herramientas médicas más importantes y rentables disponibles para salvar vidas. Estados Unidos es uno de los principales financiadores de Gavi, contribuye con aproximadamente el 13 % de su presupuesto, y cualquier interrupción de esta financiación resultará en menos vacunas para los niños y niñas.  

Finalizar el apoyo a Gavi perjudicará innecesariamente a los niños y niñas, y debilitará los sistemas de salud de todo el mundo que dependen de este organismo para obtener vacunas.  

En la actulidad, ya son demasiados los niños que no reciben sus vacunas de rutina. Incluso con las frecuentes campañas de vacunación de rutina y de emergencia, seguimos viendo niños enfermar durante brotes de enfermedades prevenibles, como la difteria en Nigeria y el sarampión en Sudán del Sur; brotes que podrían frenarse y vidas que podrían salvarse si se vacunara a más niños. 

La cobertura de vacunación apenas se está recuperando tras las interrupciones relacionadas con la pandemia de COVID-19. Reducir la inmunización en este momento crítico resultaría devastador.  

Lo que empeora la situación es que Estados Unidos ha recortado ampliamente la ayuda exterior, dejando a muchos niños que contraerán enfermedades prevenibles mediante vacunación con aún menos opciones de atención médica que antes. 

Reanudar el financiamiento total a Gavi y otras iniciativas médicas y humanitarias cruciales no solo es lo correcto, sino que también es una inversión inteligente para la estabilidad mundial y un futuro más saludable para millones de niños y niñas. 

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