La falta de acceso a atención sanitaria eleva las tasas de mortalidad en República Centroafricana

Un nuevo estudio realizado por Médicos Sin Fronteras (MSF) ha revelado una alta tasa de mortalidad entre los niños menores de 5 años en algunas regiones de República Centroafricana. La causa principal de que un 60% de los niños de esta franja de edad mueran en sus casas y un 13% en el trayecto al hospital es la dificultad de acceso a los servicios de salud.

Un nuevo estudio realizado por Médicos Sin Fronteras (MSF) ha revelado una alta tasa de mortalidad entre los niños menores de 5 años en algunas regiones de República Centroafricana. La causa principal de que un 60% de los niños de esta franja de edad mueran en sus casas y un 13% en el trayecto al hospital es la dificultad de acceso a los servicios de salud.

En abril, un equipo de MSF compuesto por un epidemiólogo, un logista y 10 entrevistadores locales realizó un estudio de mortalidad durante dos semanas. Treinta cabezas de familia fueron entrevistados en 30 aldeas elegidas al azar en el noroeste de la prefectura de Ouham, en la ciudad de Boguila y sus alrededores, donde la organización también gestiona un hospital. El equipo recogió datos sobre el número de muertes desde el inicio de la anterior estación del algodón en junio de 2011 y preguntó sobre los lugares y las circunstancias de dichas muertes. Estas informaciones permitieron a MSF hacerse una idea precisa del estado de salud de la población en esta zona y definir sus futuras actividades médicas.

Los niños, los más vulnerables
Lo más alarmante fue constatar que cerca de la mitad de las muertes registradas correspondían a niños de corta edad. Un 26% de ellos falleció en un servicio de salud, mientras que el 74% restante había muerto en casa o de camino al hospital. “Cuando un niño enferma, lo primero que hacen lo padres es darle algún tratamiento en casa recurriendo a la medicina tradicional”, declara el Dr. Jatinder Singh, coordinador médico adjunto de MSF en República Centroafricana. “Solo cuando estos tratamientos no funcionan, les llevan al hospital donde generalmente llegan en un estado lamentable. También hay niños enfermos que llegan al hospital cuando ya es demasiado tarde, debido a las largas distancias que tienen que recorrer”.

El estudio realizado por MSF revela que la tasa de mortalidad de la población en su conjunto, y también entre los niños menores de 5 años, es anormalmente elevada en este contexto estable de postemergencia, aunque todavía se mantenga ligeramente por debajo del umbral de emergencia. Esta tasa elevada se debe principalmente a un acceso deficiente a la atención sanitaria. Los miembros de las familias entrevistadas declaran que la mayoría de las muertes se deben a las tres principales enfermedades que afectan a África subsahariana: malaria o fiebres, infecciones respiratorias y diarrea. Más de una tercera parte de las muertes se producen durante la estación de lluvias.

“Los resultados de este estudio indican que la tasa de mortalidad de la población en su conjunto es elevada y que casi un 50% de las muertes registradas durante la encuesta correspondían a niños. Esto supone que, de media, casi 200 niños de cada 1,000 mueren en esta región antes de cumplir los 5 años”, declara Till Kinkel, asesor sanitario de MSF en República Centroafricana. “Hay puestos de salud en los alrededores del hospital de Boguila, pero es evidente que no son suficientes. Tendremos que adaptar nuestra estrategia y desplazarnos a las comunidades, pues es allí donde mueren los niños”.

Una crisis sanitaria crónica
Otros indicadores de salud en República Centroafricana muestran una situación de emergencia médica crónica: la tasa bruta de mortalidad es de 0,84/10,000 personas/día (intervalo de confianza del 95%: 0,68-1,01); la tasa de mortalidad en niños menores de 5 años es de 1,77/10,000/día (intervalo de confianza del 95%: 1,19-2,35); un 33% de las muertes de niños menores de 5 años se deben a fiebre y/o paludismo; un 50% de los hogares no tienen mosquiteras en las camas; apenas un 22% de los niños han sido vacunados de sarampión con cartilla de vacunación acreditativa; y menos del 50% de las mujeres embarazadas toman antipalúdicos.

Estas cifras vienen a confirmar la situación ya descrita por MSF en su informe ‘República Centroafricana: una crisis silenciosa’, publicado en diciembre de 2011, en el que la organización concluye que la ayuda médica actual no basta para responder a las enormes necesidades de la población y pide a todos los organismos de ayuda más compromiso para poner fin al exceso de mortalidad en República Centroafricana. El país necesita urgentemente un mayor número de proveedores de salud para llevar a cabo operaciones de mayor envergadura que beneficien a más personas.

Actualmente, el proyecto de MSF en Boguila consiste en un hospital que dispensa atención secundaria de salud, un servicio de consultas externas y 10 puestos de salud en la periferia. Como la mitad de los pacientes que acuden a los centros de salud padecen paludismo, MSF ha puesto en marcha una estrategia completa de lucha contra esta enfermedad que comprende la distribución de mosquiteras impregnadas de insecticida, el tratamiento preventivo para mujeres embarazadas y niños, así como campañas informativas en las comunidades. Las pruebas rápidas de diagnóstico permiten detectar la malaria y tratar de inmediato a las personas afectadas.

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