La guerra y la crisis económica empeoran las condiciones sanitarias en Líbano

Para personas como Sekna que a sus 85 años ha vivido las numerosas crisis en Líbano, es como si la guerra hubiera borrado sus hogares; su sentido del ser y su propósito.

Actividades del equipo de Médicos Sin Fronteras en respuesta al conflicto armado en Líbano.
Actividades del equipo de Médicos Sin Fronteras en respuesta al conflicto armado en Líbano. © Mounia Amrani/MSF

A sus 85 años, Sekna recuerda el momento en que tuvo que huir de su casa en Aita Al Jabal, un pueblo del sur de Líbano. Había recibido las llamadas ‘órdenes de evacuación de las fuerzas israelíes’. Estas llegan a veces solo 15 minutos antes de que comiencen los ataques. Lo que significa que familias enteras se ven obligadas a abandonar sus casas sin saber con certeza cómo ponerse a salvo.

“Al principio, empecé a gritar y a rezar a Dios, pensando que nuestro hijo Ali, quien vive con nosotros junto con su esposa y sus cinco hijos, estaba herido”, cuenta Sekna Fakih con lágrimas en los ojos. “Pensé que el ataque nos había alcanzado y que estaba herido porque le oí gritar”. Más tarde supo que Ali les estaba llamando para que subieran al coche y huyeran.

 

Vista general de la destrucción causada por los ataques aéreos israelíes en Baalbek. Líbano.
Vista general de la destrucción causada por los ataques aéreos israelíes en Baalbek. Líbano, 8 de noviembre de 2024. © Fouad Ghanem/MSF

 

Fue el comienzo de la intensificación de la guerra, ya que los bombardeos israelíes se intensificaron en todo Líbano en septiembre de 2024. Mientras las ventanas se hacían añicos y caían los escombros, las personas no tuvieron más remedio que abandonar todo lo que conocían. Sekna se marchó con su esposo, que tiene problemas de movilidad debido a múltiples problemas de salud. Juntos emprendieron un angustioso viaje de 14 horas hacia el norte, hasta Akkar, un trayecto que normalmente dura solo cuatro horas pero que se prolongó debido al gran número de personas que huían hacia el norte en busca de seguridad.

Desde el inicio de los ataques transfronterizos entre Hezbolá e Israel el 8 de octubre de 2023, los ataques aéreos israelíes se han intensificado. Extendiéndose por todo el país hacia zonas densamente pobladas, matando a más de 3,500 personas e hiriendo a 15,000 más. La mayoría de estos ataques se han producido en las últimas semanas1.

El conflicto también ha desplazado a más de 896,000 personas, principalmente del sur de Líbano, el sur de Beirut y la gobernación de Baalbek Hermel, según la Organización Internacional para las Migraciones2.

 

Pésimas condiciones de vida, falta de agua, calefacción y saneamiento

La mayoría de las personas desplazadas se han trasladado a otras provincias, y el 66% ha buscado refugio en zonas como el Monte Líbano, situado en el centro del país, Akkar, en el norte, y el norte de Beirut3.

Algunas personas han podido alojarse con amigos o familiares, otras han alquilado casas. Pero muchos se ven obligados a alojarse en refugios sobrepoblados que ya están al límite de su capacidad y que a menudo carecen de servicios básicos como agua potable, calefacción y saneamiento.

 

Los equipos de MSF entregan colchones. Líbano, octubre de 2024.
Los equipos de MSF entregan colchones. Líbano, octubre de 2024.
© Mounia Amrani/MSF

 

“Tengo suerte de alojarme en una casa, pero muchas personas están en refugios, como mis hijas y sus familias, que están dispersas por todo el país”, afirma Sekna. “Solo gracias al hijo de mi cuñado, que nos ayuda a pagar esta casa alquilada, pudimos encontrar refugio”. Ella dice que él quiso ayudar a su tío sabiendo que sus condiciones médicas harían muy difícil permanecer en un refugio.

A pesar del techo sobre su cabeza, Sekna lucha contra el frío como tantos otros. “No podemos permitirnos calefacción; solo amontonamos mantas”.

 

Necesidades desbordadas, ataques a las instalaciones médicas

A medida que se acerca el invierno, la falta de preparativos adecuados en muchos refugios sobrepoblados deja a la gente vulnerable a enfermedades prevenibles. Los 22 equipos médicos móviles que actualmente tenemos repartidos por el país ya están viendo casos de infecciones cutáneas y enfermedades respiratorias, sobre todo entre niñas, niños y adultos mayores.

“Sin acceso a agua potable, saneamiento adecuado y calefacción, la salud de la población se ve aún más amenazada”, afirma Itta Helland Hansen, coordinadora adjunta de emergencias de MSF en Líbano. “El sistema sanitario libanés ya está desbordado y esto sólo añade presión”.

Los intensos ataques aéreos israelíes también han dificultado aún más el acceso de la población a la atención médica y han impedido su prestación. Desde mediados de septiembre de 2024, el Sistema de Vigilancia de Ataques contra la Asistencia Sanitaria de la OMS ha documentado 137 ataques contra instalaciones sanitarias, con 226 trabajadores sanitarios muertos y 199 heridos mientras estaban de servicio desde el 8 de octubre de 20234.

 

Una clínica móvil de MSF en Bekaa, Beirut, en octubre de 2024
Una clínica móvil de MSF en Bekaa, Beirut, en octubre de 2024. © MSF

 

Sekna está muy preocupada por su yerno, voluntario de la Cruz Roja Libanesa.

“Que Dios le proteja”, dice. “Se negó a marcharse. Insistió en quedarse para cumplir con su deber, pero me preocupo por él todos los días. Hace unas semanas, un hospital cercano a él en Tebnine, al sur de Líbano, fue atacado. No puedo dejar de pensar en él”.

Debido a la violencia, los daños en las carreteras y los riesgos de seguridad, MSF no podemos llegar a la población de algunas zonas afectadas en Líbano. En Médicos Sin Fronteras nos hemos visto obligados a cerrar nuestra clínica en el campo palestino de Burj el Barajneh, en los suburbios del sur de Beirut. Y a suspender temporalmente nuestras actividades en Baalbek Hermel, reubicando los suministros médicos desde el noreste. Las personas vulnerables de estas zonas, especialmente las que solían recibir tratamiento en nuestra clínica, tienen ahora más dificultades para acceder a la atención esencial.

 

Crisis económica, tensión sanitaria y guerra

El costo del conflicto en curso se ve agravado por años de dificultades. Líbano ha sufrido una de las peores crisis económicas del mundo, que ha dejado a más del 80% de la población sumida en la pobreza. El colapso financiero del país ha acabado con los ahorros, ha provocado un desempleo generalizado y el costo de la vida se ha disparado.

La población libanesa ha llegado a sus límites. Para muchos, incluso los que reciben algún tipo de solidaridad de familiares o de su comunidad o pueden contar con sus ahorros, este apoyo no es sostenible y acabará agotándose. Otros, en particular la población refugiada palestina y siria, los trabajadores migrantes y los desplazados fuera de los refugios establecidos sin servicios básicos ni apoyo, se encuentran en situaciones aún peores, ya que sus condiciones ya de por sí vulnerables se ven agravadas por el temor constante por sus vidas.

 

Personal de MSF platica con personas del refugio de Arsal en Líbano. Crisis económica, tensión sanitaria y guerra.
La clínica móvil de MSF visita refugios colectivos en Arsal. Líbano, que se han abierto en la ciudad para brindar atención primaria de salud, medicamentos esenciales, promoción de la salud.

 

“Los actores internacionales deben redoblar sus esfuerzos para poner fin a la violencia y evitar más sufrimiento y pérdidas de vidas humanas en la región”, afirma Itta.

 

La situación humanitaria en Líbano ya es grave y se prevé que se prolongue. Podría empeorar si no se toman medidas urgentes. La gente que está aguantando llegará a su punto de ruptura: las cosas no son sostenibles y la situación humanitaria empeorará. Para los que ya son vulnerables, solo veremos más amenazas a su salud y más vidas perdidas.

 

Sekna reflexiona sobre la vida que construyó con su esposo, Abu Ali, y los recuerdos que crearon juntos.

“Aunque fuera humilde, con unos pocos olivos, era mi vida y mis recuerdos”, dice.

El sur del Líbano, es conocido por sus ricos olivares, que producen uno de los mejores aceites de oliva del país. La recolección de la aceituna, un proceso que requiere mucha mano de obra. Además de tranmitirse de generación en generación, proporciona a muchas familias su principal fuente de ingresos.

El colapso económico ya había llenado de incertidumbre la vida de Sekna y de otros libaneses. Todo lo que había construido con su esposo se lo habían llevado. Pero ahora, con esta nueva guerra, esa sensación de incertidumbre se ha convertido en una profunda pérdida. Los recuerdos que atesoraba parecen escabullirse en el caos del desplazamiento y la destrucción. Para personas como Sekna, que han vivido las numerosas crisis del Líbano, es como si la guerra hubiera borrado no solo sus hogares, sino también su sentido del ser y su propósito.

“Este hombre que ves aquí era el más guapo de la ciudad. Trabajaba en el hospital y solían pensar que era su director por lo elegante que era”. Su voz se suaviza y suspira, parece añorar el pasado. “Oh, amor de mi vida, ¿quién podía imaginar lo que el mundo nos tenía reservado?”.

 

 

1Líbano: Flash Update #46 – Escalada de hostilidades en Líbano, a 21 de noviembre de 2024 – Líbano | ReliefWeb
2Instantánea de Movilidad – Ronda 64 – 21-11-2024 | Displacement Tracking Matrix
3Instantánea de Movilidad – Ronda 64 – 21-11-2024 | Matriz de Seguimiento de Desplazamiento
4Líbano: Flash Update #46 – Escalada de las hostilidades en el Líbano, a partir del 21 de noviembre de 2024 – Líbano | ReliefWeb

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