La PAE, un medicamento fundamental en la salud sexual y reproductiva de las mujeres hondureñas

MSF se une a la celebración por la aprobación del uso, promoción y acceso libre de la PAE en Honduras
Dentro de los componentes de las clínicas móviles está asistir a mujeres en edad reproductiva con seguimiento prenatal y postnatal, aplicación de métodos de planificación familiar, citologías entre otras intervenciones con enfoque en salud sexual y reproductiva. ©MSF/Laura Aceituno

A propósito del Día de la Mujer Hondureña, desde Médicos Sin Fronteras, como organización médica humanitaria, hacemos un llamado para reforzar el acceso a la educación en salud sexual y reproductiva de las mujeres. También llamamos a que se fortalezca la promoción e información de la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE). 

Durante 14 años, a las mujeres hondureñas se les bloqueó el acceso a la PAE. Esta prohibición trajo diversas consecuencias como embarazos no deseados, terminaciones de embarazo inseguras y afectaciones emocionales. En el Día de la Mujer Hondureña, en Médicos Sin Fronteras (MSF) reconocemos su lucha constante para que el gobierno del país tomara hace un año la histórica decisión de aprobar la libre promoción, uso y acceso a la PAE. Sin embargo, también llamamos a aumentar los esfuerzos para promover su uso y la educación respecto a este tema. 

La PAE es un método anticonceptivo de emergencia que se utiliza para la prevención de un embarazo. Así como esta pastilla, existen otras técnicas, tales como el método Yuzpe y el Dispositivo Intrauterino de cobre (DIU), que son reconocidos como seguros internacionalmente. Además, la evidencia científica demuestra que estos no tienen efectos secundarios graves, no dañan la fertilidad o un embarazo en curso, ni provocan un aborto. 

Desde MSF Honduras, celebramos la decisión de levantar la prohibición de la PAE para víctimas de violencia
Las mujeres víctimas de una violación sexual se enfrentaban al riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS) y un embarazo no deseado. Además de cargar con profundas afectaciones mentales y emocionales que tienen consecuencias a largo plazo. ©MSF/Laura Aceituno

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se refiere por anticoncepción de emergencia a aquellos métodos que pueden utilizarse para prevenir un embarazo después de una relación sexual, consensuada o no. Estos métodos anticonceptivos deben de estar disponibles para todas las personas que lo necesiten y, entre otros, en casos de violencia sexual para prevenir embarazos no deseados producto de estas situaciones.  

Hace justo un año, la Secretaría de Salud dio un primer paso al aprobar el uso de la PAE para situaciones de violencia tras considerar esta píldora como un medicamento esencial dentro del Protocolo de atención integral a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual.  

A lo largo de los últimos 11 años, con base en su trabajo de atención integral a las víctimas y sobrevivientes de violencia sexual, Médicos Sin Fronteras (MSF) en Honduras ha colaborado para persuadir a las autoridades de la necesidad imperante para las mujeres hondureñas de que el Estado cuente con un Protocolo y que este incluya la PAE. En el 2023, los equipos de MSF atendieron a más de 586 víctimas de violencia sexual, en su mayoría fueron mujeres, adolescentes y niñas. 

La experiencia médica de MSF refleja que cualquier mujer o niña que ha sido víctima de una violencia sexual puede necesitar una anticoncepción de emergencia para prevenir un embarazo no deseado. Las consecuencias de una violación sexual, como lo es un embarazo no deseado, pueden traer consigo daños físicos, psicológicos y sociales que pueden afectar a largo plazo.   

A propósito de una nueva conmemoración del Día de la mujer hondureña, MSF reconocemos la importancia histórica del acuerdo ejecutivo de eliminar toda prohibición relativa a la PAE.

Sin embargo, los esfuerzos para asegurar la atención de calidad de las víctimas y sobrevivientes de violencia sexual deben continuar. Para ello, se deben reforzar las intervenciones en salud sexual y reproductiva, y en particular, el garantizar la pronta implementación de este protocolo a nivel nacional.  

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