La Presunta Campaña de Vacunación Falsa de la CIA en Pakistán

Beneficiary of safe abortion care

La utilización de la ayuda médica con fines militares amenaza seriamente la confianza en el personal de salud y humanitario legítimo, crucial para conseguir y mantener el acceso a quienes más necesitan la asistencia

La utilización de la ayuda médica con fines militares amenaza seriamente la confianza en el personal de salud y humanitario legítimo, crucial para conseguir y mantener el acceso a quienes más necesitan la asistencia

El presunto montaje, por parte del la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del Gobierno de Estados Unidos, de una falsa campaña de vacunación en Pakistán, con el fin de servir a su estrategia antiterrorista, constituye un peligroso abuso de la atención médica, ya que amenaza una confianza en las agencias de salud y los trabajadores humanitarios que es crucial para proporcionar servicios médicos esenciales a la población.

"Sea cierta o no la historia, la mera sugerencia de que se pudiera proporcionar atención médica a la población con un falso pretexto socava la percepción pública de los verdaderos objetivos de la atención médica legítima", señala el presidente internacional de Médicos Sin Fronteras (MSF), el doctor Unni Karunakara. "Ya es suficientemente complicado de por sí que las agencias médicas y las organizaciones humanitarias accedan a las poblaciones que necesitan ayuda urgente y se ganen su confianza, en especial en el caso de poblaciones ya escépticas sobre los objetivos de cualquier ayuda que les llegue del exterior", añade.

El uso engañoso de la atención médica también pone en peligro a quienes sí proporcionan unos servicios esenciales legítimos. De hecho, la realización de un acto médico no terapéutico ni preventivo con el único fin de servir a objetivos militares viola la ética médica, que exige actuar únicamente en beneficio de los pacientes y sin perpetrar daños.

La prestación de ayuda humanitaria imparcial requiere de la aceptación de todas las comunidades y partes en conflicto, sean éstas gobiernos nacionales, movimientos armados de oposición, fuerzas internacionales e incluso grupos criminales. En todo conflicto armado o en contextos altamente politizados, el acceso a la población sólo puede conseguirse mediante acciones que demuestren que los trabajadores humanitarios actúan únicamente en interés de las personas a quienes atienden.

"La falsa campaña de vacunación presuntamente organizada por la CIA constituye una grave manipulación del acto médico", señala el Dr. Karunakara. "Las comunidades vulnerables que, en cualquier lugar del mundo, necesitan servicios esenciales de salud podrían lógicamente cuestionar ahora la verdadera motivación del personal médico y humanitario. La consecuencia potencial es que incluso la atención más básica, incluyendo la vacunación, no llegue a quienes más la necesitan".
 

   

 

   

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Médicos Sin Fronteras trabaja en Pakistán desde 1986, prestando asistencia médica gratuita a desplazados internos y refugiados afganos, a víctimas del conflicto y a poblaciones con limitado acceso al sistema de salud. En la provincia de Khyber Pakhtunkhwa y en la Áreas Tribales bajo Administración Federal (FATA, por sus siglas en inglés), los equipos de MSF están presentes en los distritos de Kurram Agency, Hangu, Lower Dir, Peshawar, Malakand y Swat. La organización trabaja también en las provincias de Baluchistán y Sindh.

Con el fin de garantizar la independencia de sus actividades en Pakistán, los fondos que financian los proyectos de MSF en este país proceden exclusivamente de donaciones privadas realizadas por socios y colaboradores de todo el mundo; MSF no acepta para los mismos financiación pública de ningún gobierno, agencia donante o de grupos con afiliaciones militares o políticas.

 

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