“La situación en Gaza es catastrófica, los hospitales están abrumados”

MSF está donando medicamentos y equipos médicos esenciales a los principales hospitales de la Franja de Gaza
© Mohammed ABED

Esto nos relata Léo Cans, jefe de misión de Médicos Sin Fronteras en Palestina, sobre la situación en el terreno.

“La situación en Gaza es catastrófica. Los hospitales están abrumados. El número de personas heridas es extremadamente alto; hay una afluencia constante en todos los hospitales de la Franja de Gaza. Los equipos médicos están agotados y trabajan día y noche para tratar a los heridos.

Los bombardeos son muy intensos. Se están destruyendo edificios enteros. Anoche, uno que está ubicado al lado de la oficina de Médicos Sin Fronteras (MSF) también resultó dañado.

A veces, la gente recibe un mensaje de texto en mitad de la noche diciéndoles que evacuen sus hogares, como les ocurrió a algunos de los miembros de nuestro equipo en Gaza. Tienen que despertar a sus hijas e hijos en mitad de la noche y salir de casa, sin llevarse ninguna de sus pertenencias, para ponerse a salvo. Pero muy a menudo las personas no saben adónde ir; se encuentran afuera en medio de la oscuridad, bajo una lluvia de bombas. ¿Dónde pueden encontrar seguridad?

Las últimas estimaciones sitúan el número de personas desplazadas en unas 200,000, principalmente son personas que han recibido esos mensajes SMS y cuyas casas han quedado destruidas. Necesitan de todo: agua, un lugar donde ducharse, alimentos, un colchón donde dormir… en definitiva, son necesidades variadas pero básicas.

Ahora el gobierno israelí ha decidido cortar completamente el suministro de agua y electricidad, y la red telefónica ha resultado gravemente dañada. Esta mañana no pudimos comunicarnos por teléfono con nuestros equipos en Gaza. Inevitablemente, todo esto hace que sea extremadamente difícil coordinar las operaciones de rescate y acceder a las personas heridas.

MSF está donando medicamentos y equipos médicos esenciales a los principales hospitales de la Franja de Gaza
© Mahmud Hams/AFP

 

Hoy en Gaza, la gente está aterrorizada. Hablo regularmente con nuestros colegas allí. Son personas muy resilientes porque lamentablemente han vivido muchas guerras, pero la situación actual les está provocando una ansiedad extrema. Dicen que esta vez es diferente: no ven salida y se preguntan cómo acabará todo. Tienen una terrible angustia mental. No hay palabras para describir lo que están atravesando todas las personas.

En cuanto a MSF, estamos muy preocupados al ver que las instalaciones médicas tampoco están a salvo. Uno de los hospitales que apoyamos fue alcanzado por un ataque aéreo y resultó dañado. Otro ataque aéreo destruyó una ambulancia que transportaba a los heridos, justo enfrente del hospital donde trabajamos. El equipo de MSF, que estaba operando a un paciente, tuvo que abandonar el hospital a toda prisa. Repetimos: hay que respetar las instalaciones médicas. Esto no es algo que deba negociarse.

Actualmente, MSF estamos donando medicamentos y equipos médicos esenciales a los principales hospitales de la Franja de Gaza. Además hemos enviado equipos quirúrgicos a dos hospitales para ayudar a tratar a los heridos. En los próximos días también habrá que realizar muchas cirugías postoperatorias, ya que la mayoría de los heridos que recibimos necesitarán varias intervenciones quirúrgicas para poder salvarlos. Asimismo instalamos una clínica en el centro de la ciudad de Gaza para personas con otras lesiones, que intentaremos mantener abierta si las condiciones lo permiten.

Ayer por la mañana recibimos a un niño de 13 años cuyo cuerpo quedó casi completamente quemado después de que una bomba cayera justo al lado de su casa, provocando un incendio. Son casos muy complicados de tratar en estas condiciones y, cuando hay niños de por medio, es muy duro de soportar.

La intensidad de la violencia y los bombardeos es impactante, al igual que el número de muertes. La declaración de guerra no debe conducir, bajo ninguna circunstancia, a un castigo colectivo de la población civil de Gaza. Cortar el suministro de agua, electricidad y combustible es inaceptable, ya que castiga a toda la población y la priva de sus necesidades básicas“.

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