La situación nutricional en el campo de Zamzam es catastrófica

Un análisis nutricional realizado por MSF y autoridades sanitarias sudanesas en el campo de Zamzam, Darfur Norte, indican una situación nutricional catastrófica que no hace más que empeorar.

Una enfermero atiende a un paciente en el departamento de urgencias de la clínica de MSF en el campo de Zamzam
Una enfermero de MSF atiende a un paciente en el departamento de urgencias de la clínica de MSF en el campamento de Zamzam. © Mohammed Jamal

Los resultados de un análisis nutricional realizado por las autoridades sanitarias sudanesas y Médicos Sin Fronteras (MSF) a principios de este mes en el campo de Zamzam, Sudán, indican una situación nutricional catastrófica que no hace más que empeorar. Instamos a la ONU y a las partes internacionales implicadas en la negociación de un acceso humanitario más amplio a que consideren todas las opciones para entregar rápidamente alimentos y suministros esenciales en la zona. Incluso mediante lanzamientos aéreos.

“Los resultados no solo confirman el desastre que nosotros y otras partes interesadas venimos observando y alertando desde hace meses. Sino que también indican que cada día las cosas empeoran y que nos estamos quedando sin tiempo”, afirma Michel Olivier Lacharité, responsable de operaciones de emergencia de MSF.

Estamos hablando de miles de niños y niñas que morirán en las próximas semanas sin acceso a un tratamiento adecuado y a soluciones urgentes que permitan que la ayuda humanitaria y los bienes esenciales lleguen a Zamzam.

 

Paciente de MSF en una prueba de desnutrición en Zamzam
Jamila, de 2 años, en una prueba de detección de MUAC en el ATFC en la clínica de MSF en el campo de Zamzam, para evaluar su estado nutricional. © Mohammed Jamal

 

A pesar de los anuncios que daban esperanzas de una evolución positiva, por ejemplo tras las conversaciones de paz de Ginebra, no ha llegado una cantidad significativa de ayuda humanitaria a la población del campo de Zamzam y a la cercana ciudad de El Fasher, asolada por la guerra. Desde que el 1 de agosto de este año el Comité de Examen de la Hambruna de la CIP concluyera que prevalecían condiciones de hambruna en la zona. La mayoría de las carreteras de suministro están controladas por las Fuerzas de Apoyo Rápido, que han hecho prácticamente imposible llevar alimentos terapéuticos, medicinas y suministros esenciales al campo desde que se intensificaron los combates en torno a El Fasher el pasado mes de mayo.

No hay más tiempo que perder si se quieren evitar miles de muertes evitables. Entre los más de 29,000 niños y niñas menores de 5 años examinados la semana pasada durante una campaña de vacunación en el campamento de Zamzam, el 10,1% sufre desnutrición aguda grave (SAM, por sus siglas en inglés), una afección potencialmente mortal, mientras que el 34% padece desnutrición aguda global (GAM, por sus siglas en inglés), que evolucionará hacia una forma más grave de desnutrición si no se trata eficaz y oportunamente.

Las tasas de desnutrición detectadas durante el cribado son enormes y probablemente algunas de las peores del mundo en la actualidad. Es aún más aterrador porque sabemos por experiencia que los resultados se subestiman a menudo en la zona cuando utilizamos solo el criterio de la circunferencia media del brazo, como hicimos aquí, en lugar de combinarlo con la medición del peso y la altura. explica Claudine Mayer, referente médica de MSF.

Un cribado masivo que realizamos en marzo de 2024 había revelado una tasa de SAM del 8,2% y una tasa de GAM del 29,4%, que ya duplicaba el umbral de alerta del 15% de la Organización Mundial de la Salud.

Los únicos alimentos disponibles proceden de las reservas preexistentes, que no son suficientes para los habitantes de la zona. El costo de los alimentos son al menos tres veces más altos que en el resto de Darfur. Los precios del combustible también están por las nubes, lo que dificulta mucho el bombeo de agua y el funcionamiento de las clínicas que dependen de generadores para obtener electricidad. Nuestro personal in situ informa de que para muchos es imposible contar con más de una comida al día.

 

Una enfermero atiende a un paciente en el departamento de urgencias de la clínica de MSF en el campo de Zamzam
Una enfermero de MSF atiende a un paciente con desnutrición en el departamento de urgencias de la clínica de MSF en el campamento de Zamzam. © Mohammed Jamal

 

“En una situación tan grave, deberíamos ampliar nuestra respuesta. Pero al quedarnos sin suministros, estamos llegando a un punto crítico. Recientemente nos hemos visto obligados a reducir nuestra actividad para centrarnos únicamente en los niños y niñas que se encuentran en las condiciones más graves”, afirma Claudine Mayer. “Esto significa que hemos suspendido el tratamiento de las formas menos graves de desnutrición. Que representaban una cohorte activa de 2,700 niños y niñas, y poner fin a las consultas proporcionadas a adultos, niños y niñas mayores de 5 años, que representaban miles de consultas cada mes”.Se calcula que el campo de Zamzam alberga entre 300,000 y 500,00 personas. La mayoría de ellas desplazadas que intentan huir de la guerra que desgarra su país desde el año pasado. En El Fasher, Sudán, donde vivían muchas de las personas desplazadas, solo queda en pie parcialmente un hospital. Después de que los demás resultaran dañados o destruidos en el conflicto.

“Debido a estos bloqueos inaceptables de los suministros, tenemos la sensación de estar dejando atrás a un número cada vez mayor de pacientes que ya tienen muy pocas opciones de recibir atención médica vital”, añade Michel Olivier Lacharité.

Si las carreteras no son una opción para hacer llegar cantidades masivas de suministros urgentes al campo, las Naciones Unidas deberían buscar todas las opciones disponibles. Retrasar estos suministros significa causar más muertes, miles de ellas, entre los más vulnerables. 

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