La violencia y la grave escasez de suministros dejan a la población de Burkina Faso con grandes necesidades

Desde 2018 Burkina Faso se ha visto afectada por violentos enfrentamientos en el Sahel, que han provocado el desplazamiento interno de más de 1,5 millones de personas (1), convirtiéndose en el epicentro de múltiples crisis humanitarias. 

Durante meses, nuestros equipos sobre el terreno han llamado la atención sobre el rápido deterioro de la situación humanitaria, especialmente en el centro norte del país, donde los enfrentamientos entre grupos armados siguen provocando desplazamientos internos, generando importantes necesidades de asistencia humanitaria. 

Alfarock Ag-Almoustakine, nuestro coordinador de proyecto en Djibo, Burkina Faso, nos explica la situación sobre el terreno. 

¿Cuáles son sus reflexiones sobre la situación en Djibo? 

“La situación actual es crítica y muy preocupante, no solo en Djibo, sino también en ciudades como Pama y Sebba, de hecho en la mayor parte del país. Los esfuerzos de ayuda en todo el país deben intensificarse, ahora más que nunca. Las necesidades más urgentes son de alimentos, agua y saneamiento, y atención sanitaria”. 

¿Cómo describes la situación actual de Djibo? 

“Djibo lleva ocho meses asediado por grupos armados. Esperamos que todas las partes puedan encontrar una solución para abastecer a la ciudad lo antes posible para evitar una catástrofe humanitaria. La situación de seguridad en la ciudad se ha deteriorado considerablemente desde 2019. 

Es imposible llegar a ella por carretera debido a artefactos explosivos improvisados, emboscadas, ataques y los puestos de control irregulares establecidos en la carretera. Actualmente es muy difícil abastecer a la ciudad por tierra, y sus habitantes no pueden ir y venir sin arriesgar sus vidas. La única forma segura de llegar a Djibo es a través de un vuelo humanitario fletado desde Ouagadougou. La ciudad en sí también es muy insegura a veces, con incursiones esporádicas de grupos armados, como sucedió en junio. 

Como resultado, las necesidades humanitarias se han multiplicado desde julio, que fue la última vez que la ciudad recibió suministros. Esta situación está teniendo un gran impacto en sus habitantes, que ahora dependen de los escasos convoyes de suministros escoltados por el ejército. No se puede encontrar nada en el mercado y el combustible es escaso. Todos los habitantes se quejan de lo mismo: la escasez de alimentos y los precios inflados de los pocos alimentos que hay”. 

¿Qué impacto está teniendo el asedio en la salud de las personas? 

“Las dificultades para conseguir medicamentos y los retrasos en las consultas médicas, a menudo porque las personas no pueden pagarlos, han sido un problema durante meses en Djibo. Pero hoy, debido al bloqueo, los centros de salud también experimentan escasez de suministros médicos. La atención a pacientes con desnutrición, por ejemplo, se ha reducido durante algún tiempo en el distrito debido a la escasez de alimentos terapéuticos listos para usar. 
 

El ataque más reciente contra un convoy en la carretera a Djibo ocurrió la semana pasada, por lo que la única opción son los vuelos del Servicio Aéreo Humanitario de las Naciones Unidas, pero esta opción es demasiado limitada teniendo en cuenta las necesidades actuales. ¿Cuánto tiempo crees que una familia de seis a ocho personas puede sobrevivir con un máximo de 5 kg de arroz? Dos o tres días tal vez. Sin nuevos suministros pronto, la ciudad se quedará realmente sin nada. Es por eso que la gente necesita que se establezca un corredor humanitario ahora”. 

¿Cómo ha afectado el bloqueo a las actividades médicas de MSF en Djibo? 

“En Djibo brindamos apoyo médico y quirúrgico al Ministerio de Salud en la sala de urgencias, así como en dos centros de salud. Los principales problemas médicos tratados por nuestro equipo son diarrea, desnutrición, malaria e infecciones respiratorias, que son el resultado directo de las precarias condiciones de vida de las personas y la falta de agua potable. 

De enero a septiembre realizamos 41,147 consultas de salud general, hemos vacunado a 6,086 niñas y niños contra diversas enfermedades, tratamos a 289 niñas y niños con desnutrición aguda grave, 389 menores con desnutrición aguda moderada y hemos realizado 244 intervenciones quirúrgicas de urgencia”.  

“También establecimos actividades de distribución de agua en dos sitios para fortalecer el acceso de las personas al agua potable. Sin embargo, no es suficiente para satisfacer las necesidades de todas las personas. 

En las últimas semanas, por razones de seguridad hemos reducido nuestras actividades en uno de los dos centros de salud donde trabajamos. También reducimos nuestras actividades de transporte de agua en camiones, debido a la escasez de combustible y a la situación de seguridad en algunas partes de la ciudad.

Nosotros también tendremos que adaptarnos a esta situación para seguir brindando atención médica gratuita a las personas en Djibo”. 

(1) CONASUR septiembre de 2022