Las comunidades en Sudán siguen enfrentándose al grave impacto del conflicto

En 2020, MSF transformamos el hospital de la ciudad de Rokero en un centro de atención médica especializado. Nuestros equipos gestionan el departamento de hospitalización, la sala de emergencias, el centro de alimentación terapéutica, las salas de maternidad y parto y la sala de observación. Sudán, febrero de 2023. © MSF

Desde la escalada de violencia en muchas partes de Sudán el 15 de abril de 2023, Médicos Sin Fronteras (MSF) seguimos brindando asistencia médica y humanitaria en siete estados del país. Rokero y Umo, la región montañosa del estado de Darfur Central llamada Jebel Marra, ha sufrido décadas de conflicto, abandono y exclusión de los servicios. 

En 2020 convertimos el hospital de la ciudad de Rokero en un centro de salud especializado que atiende a más de 250,000 personas. Gestionamos el departamento de hospitalización, urgencias, el centro de alimentación terapéutica, las salas de maternidad y partos y la sala de observación. 

El coordinador de nuestro proyecto, Nkemju Rosevelt, junto con colegas sudaneses e internacionales, tomaron recientemente la difícil decisión de abandonar el proyecto. Nkemju reflexionó sobre la experiencia que vivió en este país en conflicto mientras regresaba a Camerún, y en este texto nos comparte sus impresiones. 

MSF consiguió traer suministros desde El-Fasher, al hospital de Rokero en Sudán
El 12 de mayo, MSF consiguió traer suministros desde El-Fasher, en Darfur Norte, al hospital de Rokero, apoyado por MSF. ©MSF

 

“Estaba en Rokero cuando la situación cambió en Sudán. Realmente no esperábamos esta escalada extrema de violencia. Como coordinador del proyecto, junto con mi equipo pusimos en marcha planes de contingencia para garantizar la seguridad de nuestro personal y pacientes. También para poder brindar asistencia en tiempos de violencia e inseguridad. 

Lo que ocurrió fue mucho más allá de lo que habíamos anticipado. Mientras Rokero permanece estable y en calma; las principales ciudades de Darfur, como El Fasher, Nyala, El Geneina, Zalingei, Tawila y Kabila, así como sus alrededores, se vieron atrapadas en intensos combates. Estos han causado cientos de muertes y han herido a muchas personas más. 

Fue una decisión difícil reubicar y evacuar a los miembros de nuestro equipo del área. Antes de nuestra llegada, la mayoría de las zonas de Jebel Marra llevaban más de una década sin atención sanitaria y otros servicios esenciales en algunas de las zonas controladas por los rebeldes. En algunas ocasiones, eran hasta dos décadas sin atención.

Dejamos atrás un equipo reducido de colegas sudaneses dedicados y experimentados, algunos son de Rokero y otros de Darfur. Continúan haciendo un trabajo increíble, esforzándose para mantener los servicios hospitalarios en Rokero y las actividades básicas de atención médica en Umo. También trabajan en aldeas remotas a través de trabajadores de salud comunitarios capacitados por Médicos Sin Fronteras. 

En Rokero nos enfrentamos a los efectos indirectos de esta terrible escalada de violencia. Aunque la zona está en calma, nuestro equipo allí sigue afrontando múltiples retos como consecuencia de la violencia. Los alimentos, los medicamentos y el combustible para hacer funcionar los generadores o los vehículos, no están entrando fácilmente a la zona. Además, llevar y traer personal para apoyar y derivar a pacientes que necesitan cirugías es extremadamente difícil, ya que la carretera para salir de la ciudad sigue siendo peligrosa. 

Como coordinador del proyecto, es difícil enfrentarse a una situación tan incierta y cambiante. No sabemos qué va a suceder a continuación o cuál es la mejor manera de planificar con anticipación tanto para nuestro equipo en Rokero, nuestros pacientes y las comunidades a las que asistimos.  

Por ello tuvimos que evacuar a nuestros colegas internacionales y a colegas de Sudán que eran de otras partes del país, mientras que algunos colegas sudaneses optaron por quedarse y continuar con nuestro trabajo. 

Cada vez llegan a Jebel Marra más personas que huyen de zonas urbanas como El Fasher, Zalingei, Jartum. Llegan en camiones comerciales sin nada, después de haber escapado de la violencia extrema. 

EL equipo médico de MSF revisa a un niño con desnutrición en el Hospital de Jebel Marra, Sudán
Nuestros equipos contruyeron nuevas salas de emergencia, maternidad, pediatría y sala de observación y el ITFC fue el único centro de atención médica secundaria en la localidad en el norte de Jebel Marra, las y los pacientes fueron trasladados allí de finales de marzo a principios de abril de 2023. ©MSF

 

El número de muertes entre las mujeres embarazadas y madres primerizas es elevado en Darfur. Algunas mujeres pierden a sus bebés en el primer trimestre de su embarazo porque montan burros o tienen que trabajar muy duro, atendiendo tanto al campo de cultivo como a sus hijos e hijas. La mayoría de las personas aquí se dedican a la agricultura, cultivando sorgo y mijo. Sin embargo, los años de conflicto y la reciente escalada han interrumpido las actividades agrícolas, dejando a las familias sin sus cultivos o con malas cosechas. La mayoría de las personas apenas pueden permitirse hacer dos comidas básicas al día. 

Recuerdo que en julio de 2022, hubo una enorme crisis de desnutrición. Nos desplazamos a los pueblos de las montañas con clínicas móviles para tratar a los niños y niñas que se encontraban en condiciones deplorables. Llevamos a los más gravemente enfermos a nuestro centro de alimentación terapéutica y tratamos a muchos en sus pueblos. 

Ha sido muy emotivo y difícil para los que nos fuimos. Queríamos quedarnos, pero no podíamos garantizar la seguridad de todo el equipo. Hablo diariamente con nuestros colegas sudaneses en Rokero para entender lo que está sucediendo. Me siento aliviado de saber que lo están haciendo bien y continúan su increíble trabajo apoyando a las comunidades allí”. 

 

En todo Sudán, las instalaciones que apoyamos continúan brindando atención médica en El Fasher en Darfur Norte, Kreinik en Darfur Occidental, Rokero y Zalingei en Darfur Central, en Um Rakuba y Tinedba, en el estado de El-Gedaref, en Ad-Damazin, estado de Nilo Azul y en el estado de Al-Jazeera. 

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