Las mujeres desplazadas en Goma se enfrentan a una violencia constante

Un estudio que realizamos en MSF muestra la magnitud y el ciclo ininterrumpido de violencia contra las mujeres desplazadas por la guerra en el este de la República Democrática del Congo. Hablamos de una de cada 10 jóvenes.

Una mujer cargando un bidón de agua por un campo de personas desplazadas en Goma, República Democrática del Congo.
Nuestra encuesta realizada en los campos de personas desplazadas en Goma arroja que 1 de cada 10 mujeres han sufrido violencia. ©MSF

Un estudio realizado por Epicentre, el centro de investigación epidemiológica de Médicos Sin Fronteras (MSF), entre personas desplazadas en cuatro campos alrededor de Goma (en el este de la República Democrática del Congo), muestra tasas alarmantes de violencia, en particular de violencia sexual. Más del 10% de las mujeres jóvenes afirma haber sido violada en el periodo cubierto por el análisis (de noviembre de 2023 a abril de 2024).

La encuesta se realizó entre los hogares de personas desplazadas que viven en cuatro campos y en los que viven más de 200,000 personas, al oeste de la ciudad de Goma, capital de la provincia oriental de Kivu Norte. Llevada a cabo en colaboración con las autoridades de las zonas sanitarias afectadas, la encuesta se llevó a cabo en abril de 2024. Aunque examina varios temas (mortalidad retrospectiva, frecuencia y tipo de sucesos violentos sufridos por los desplazados, cobertura de vacunación contra el sarampión y estado nutricional de los niños de entre 6 y 59 meses), el estudia revela especialmente que la frecuencia de la violencia es muy elevada en estos campos.

La principal forma de violencia que denuncian las personas sigue siendo la violencia sexual. La violencia física y psicológica también se reporta con asiduidad. Entre las mujeres adultas de 20 a 44 años, más del 10% afirmaron haber sido violadas en los cinco meses anteriores a la encuesta. Este porcentaje supera el 17% en algunos campos. La incidencia de la violencia sexual también fue alta entre las adolescentes (más del 4% de las adolescentes de 13 a 19 años) y entre las mujeres mayores de 45 años.

Los casos de violencia van a la alza

“El porcentaje de personas desplazadas que declaran episodios de violencia durante el periodo de la encuesta es similar al de 2023 [El estudio es continuación de uno anterior realizado por Epicentre en 2023]”, expone Erica Simons, epidemióloga de Epicentre. “Seguimos viendo una tasa muy alta de casos de violencia denunciados entre la población de los cuatro campamentos, sobre todo de violencia sexual”.

“Las condiciones de vida en los asentamientos de desplazados siguen siendo extremadamente precarias. Al huir del conflicto en Kivu Norte, cientos de miles de desplazados han perdido sus medios de subsistencia habituales”, prosigue Simons. “Ya no tienen acceso a las tierras que solían cultivar y dependen de una ayuda alimentaria irregular e inadecuada. Y esto pasa mientras siguen sufriendo a diario la violencia vinculada al conflicto actual”, añade la epidemióloga.

Los equipos de MSF están presentes en la mayoría de los campos donde brindan atención médica general, promoción de la salud, tratamiento de la desnutrición y atención a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual. Cada día, nuestros equipos atestiguan la vulnerabilidad extrema de mujeres, niños, niñas y adolescentes. Goma está rodeada de líneas del frente. Por esta razón, los mecanismos de protección en los campos son escasos y la inseguridad socioeconómica de la población desplazada va en aumento.

“Los resultados de esta encuesta coinciden con el altísimo número de casos de violencia sexual atendidos por los equipos médicos de MSF en los distintos emplazamientos de desplazados en los alrededores de Goma”, afirma Camille Niel, coordinadora de emergencias de MSF en Goma. “Un año más, las víctimas y sobrevivientes de violencia sexual denuncian haber sido atacadas por hombres, a menudo armados, en los bosques y tierras donde tienen que ir a recoger leña o los alimentos que necesitan para alimentar a sus familias”, recalca Niel.

“También denuncian numerosos incidentes de violencia cometidos a diario dentro de los campos. Su precaria situación, y la de sus refugios improvisados, les hace especialmente vulnerables a este tipo de violencia”, explica la coordinadora de MSF.

 

La violencia contra las mujeres desplazadas persiste

Se conoce la naturaleza sistémica de la violencia, y está documentada, pero nuestros equipos constatan que esta persiste. Deja a las y los pacientes a los que brindan atención médica y psicológicamente en un riesgo muy alto de enfrentarse a nuevos ataques cuando abandonan las clínicas de MSF.

En este sentido, MSF reiteramos nuestro llamado a las autoridades y a las agencias de ayuda para que garanticen la protección de las personas desplazadas y de los emplazamientos donde buscan refugio y respondan adecuadamente a la epidemia de violencia.

Para proteger especialmente a mujeres, niñas y niños, MSF también pedimos de nuevo a las agencias de ayuda que refuercen la asistencia alimentaria, el acceso a actividades generadoras de ingresos y a refugios seguros en los campos. Les instamos a que apoyen el alojamiento y refugio de víctimas y sobrevivientes de violencia sexual en grave peligro de volver a ser atacadas.

 

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