Las personas luchan por encontrar comida, agua y refugio tras la erupción del volcán Monte Nyiragongo, en República Democrática del Congo

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Sake - Free access to urgent health care for populations on the move

Casi dos semanas después de la erupción del volcán Monte Nyiragongo, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), muchas personas luchan por sobrevivir en las áreas a las que huyeron. A pesar de la continua actividad sísmica y las advertencias oficiales, muchas personas desplazadas están regresando a Goma en busca de comida, agua y atención médica. Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) estamos ampliando nuestro apoyo, pero todavía se necesita con urgencia más ayuda humanitaria.

On the watch for cholera
More than 90 MSF health promotion staff are also supporting the emergency intervention in Sake, identifying sick people and directing them to the health centre, as well as providing information about hygiene, COVID-19, and cholera.

Cholera, a waterborne disease, is endemic in the area and there is concern that an outbreak can arise due to the poor conditions in which displaced people are living. To avoid an outbreak, we are providing clean water to host and displaced communities, and have distributed 243,000 litres in the first four days of our activities. Chlorination points and latrines were also built to improve the water and sanitation situation in Sake and prevent the spread of disease.

Casi dos semanas después de la erupción del volcán Monte Nyiragongo, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), muchas personas luchan por sobrevivir en las áreas a las que huyeron. A pesar de la continua actividad sísmica y las advertencias oficiales, muchas personas desplazadas están regresando a Goma en busca de comida, agua y atención médica. Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) estamos ampliando nuestro apoyo, pero todavía se necesita con urgencia más ayuda humanitaria.
 
"Debemos actuar de inmediato, o esta crisis humanitaria se deteriorará aún más", dice Marc Dolade Serra, jefe de misión de MSF en la República Democrática del Congo. “Las personas desplazadas necesitan más de lo que podemos proporcionar; necesitan comida, refugio temporal, kits de higiene, agua y atención médica”.
 

Miles de personas desplazadas se enfrentan a la escasez de refugio, comida y agua

De las 400,000 personas que huyeron de la ciudad de Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte, como consecuencia de la erupción, unas 234,000 siguen en movimiento, desplazadas a lo largo de diferentes pueblos de las provincias de Kivu Norte y Sur. Esto incluye a 60,000 personas en la zona de salud de Kirotshe y a 77,000 personas en Rutshuru, a 60 kilómetros al norte de Goma. Las personas tuvieron que salir de sus hogares a toda prisa y muchas no pudieron llevarse nada.
 
“La mayoría huimos sin nada, sin dinero”, dice Magene David, una de las personas desplazadas que fue a Sake en busca de refugio. “MSF nos proporciona agua y eso nos ayuda, pero no tenemos nada para comer. Dormimos al aire libre, en el frío, sin mantas".
 
Tanto en la zona sanitaria de Kirotshe como en Rutshuru, muchas personas no han podido encontrar refugio en las comunidades de acogida y viven en asentamientos improvisados ​​o en edificios públicos como escuelas, iglesias y mezquitas. Peor aún, muchos de ellos y ellas duermen al aire libre. En la ciudad de Sake hay una escasez de agua potable, comida y refugio. Las personas también tienen dificultades para acceder a la atención médica, y el acceso a las letrinas también sigue siendo un problema, ya que el suelo volcánico dificulta la creación de letrinas limpias y funcionales.
 

Ampliamos nuestra respuesta en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur

Los equipos de MSF están respondiendo en varios lugares de las provincias de Kivu Norte y Sur, incluida la zona de salud de Kirotshe, Rutshuru, Sake y en los alrededores de Goma. Estamos mejorando las instalaciones de agua y saneamiento en los lugares donde se encuentran asentadas las personas desplazadas, construyendo letrinas, puntos de lavado de manos y duchas.
 
También estamos brindando atención médica y mejorando el acceso a la atención médica para las personas en las dos provincias en las que estamos trabajando. Nuestros equipos apoyan al hospital de Rutshuru y las instalaciones de salud de los alrededores, brindando atención médica, exámenes de detección de desnutrición y remitiendo los casos más complicados al hospital de Rutshuru. MSF también está mejorando el acceso al agua y saneamiento en estas instalaciones y está construyendo tiendas de campaña para alojar a las clínicas móviles en las áreas más concurridas. 
 
 
 
 
En Goma y sus alrededores, nuestros equipos brindan atención médica básica gratuitas y artículos de higiene y medicamentos a las personas desplazadas. Los equipos médicos de MSF también están reforzando los sistemas de vigilancia y seguimiento del cólera en cuatro centros de salud de la ciudad, donde ya estamos apoyando actividades relacionadas con el cólera en colaboración con el Ministerio de Salud.
 
Unos 200 niños y niñas que viven en las calles de Goma y que cuentan con el apoyo de MSF están recibiendo alimentos, agua y artículos de saneamiento. A través de los centros de salud apoyados en Goma, también nos aseguramos de que las personas que viven con VIH tengan acceso a los suministros de medicamentos antirretrovirales que necesitan de manera vital.
 
En la carretera reabierta entre Goma y Rutshuru, nuestros equipos trabajan con las clínicas existentes y establecieron un punto de consulta adicional en Kibumba. Ubicados a unos seis kilómetros del flujo de lava, los equipos han realizado unas 170 consultas entre el 29 y el 31 de mayo. También proporcionaremos agua al centro de salud y hospital de Kibumba, situado a tres kilómetros de la carretera principal, donde se alojan algunas personas desplazadas.
 
 
 
 
Sake, a 25 kilómetros de Goma, ahora alberga a unas 36,000 personas desplazadas, lo que ejerce una presión adicional no solo sobre las instalaciones de salud locales, sino también sobre el suministro de agua. Los equipos de MSF brindan atención médica básica gratuita en el centro de salud de Sake y derivan los casos más complejos al hospital general de Kirotshe. En cinco días, los equipos médicos han realizado más de 1,500 consultas. También estamos proporcionando agua potable e instalamos un suministro con capacidad de 180,000 litros; tres camiones hacen de ocho a diez viajes por día cada uno para mantener llenas las vejigas para suministrar agua.
 

Intervención para prevenir el cólera

Más de 90 miembros del personal de promoción de la salud de MSF también están apoyando la intervención de emergencia en Sake, identificando a las y los enfermos y dirigiéndolos al centro de salud, además de proporcionar información sobre higiene, COVID-19 y cólera.
 
El cólera, una enfermedad transmitida por el agua, es endémica en la zona y existe la preocupación de que pueda surgir un brote debido a las malas condiciones en las que viven las personas desplazadas. Para evitar un brote, estamos proporcionando agua potable a las comunidades de acogida y desplazadas, hemos distribuido 243,000 litros en los primeros cuatro días de nuestras actividades. También se construyeron puntos de cloración y letrinas para mejorar la situación del agua y el saneamiento en Sake y prevenir la propagación de enfermedades.
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