Las personas sobrevivientes en el Geo Barents deben desembarcar en un lugar seguro cuanto antes

Médicos Sin Fronteras (MSF) pide urgentemente un puerto seguro para desembarcar a las 111 personas, incluyendo a 52 niños y niñas, que fueron rescatadas del Mediterráneo Central y llevadas a bordo de nuestro barco, el Geo Barents, entre el 5 y 6 de marzo.

Médicos Sin Fronteras (MSF) pide urgentemente un puerto seguro para desembarcar a las 111 personas, incluyendo a 52 niñas y niños, que fueron rescatadas del Mediterráneo Central y llevadas a bordo de nuestro barco, el Geo Barents, entre el 5 y 6 de marzo. 

El 20 de febrero, el Geo Barents partió de la costa de sicilia hacia la zona de búsqueda y rescate (SAR, por sus siglas en inglés) de Libia después de un período de cuarentena de una semana, solicitado por las autoridades de Italia, debido a la presencia de algunos casos positivos de COVID-19 entre el equipo de Médicos Sin Fronteras y la tripulación marítima. 

Durante varios días, las malas condiciones climáticas en el mar Mediterráneo desalentaron la mayoría de las salidas desde las costas libias y tunecinas. 

La primera alerta de un barco en peligro llegó en la madrugada del 26 de febrero. Después de una búsqueda durante la noche, el Geo Barents llegó cerca de la última posición conocida sólo para encontrar un bote de goma vacío. Probablemente las 105 personas que se informó estaban a bordo fueron interceptadas y devueltas a Libia.  

 

 

Otra alerta, a 13 millas náuticas al sureste de la posición de Geo Barents, llegó desde Alarm Phone en la madrugada del 5 de marzo, cuando había buenas condiciones metereológicas. El Geo Barents inmediatamente cambió de rumbo hacia la ubicación indicada, y el equipo vio un bote de goma abarrotado a la deriva con 80 personas a bordo. Después de casi diez horas en el mar, todas las personas sobrevivientes, que dijeron haber abandonado la costa libia la noche anterior, fueron rescatadas y llevadas a salvo a bordo del Geo Barents para recibir asistencia médica primaria. Después de pasar tantas horas sumergidos en agua salada mezclada con combustible, siete personas sobrevivientes tuvieron que ser atendidas por quemaduras de combustible. 

El segundo rescate se produjo la noche del 6 de marzo, en medio de la oscuridad, fuertes vientos y oleaje. Después de seis horas de búsqueda, el Geo Barents finalmente alcanzó un bote de fibra de vidrio, altamente inestable y en peligro, con 31 personas aterrorizadas a bordo.

"Fue el rescate más difícil que he hecho desde que comencé a hacer labores de búsqueda y rescate en 2017. El barco ya estaba llenándose de agua cuando lo encontramos a las 12 am en la oscuridad”, explica Javier Filgueira Guimerá, uno de los técnicos en materia de búsqueda y rescate de MSF en el lugar. “Mientras seguíamos subiendo personas a nuestros botes rápidos de rescate, el bote de fibra de vidrio volcó. Todas y todos fueron arrojados al agua fría, incluyendo una mujer embarazada. Era una situación de vida o muerte, pero pudimos rescatar a las 31 personas".

Todas las personas sobrevivientes fueron puestas a salvo en el Geo Barents, la mayoría presentaba intoxicaciones por combustible y síntomas de hipotermia. 

“Pasamos casi treinta horas en el mar. Estábamos estresados, asustados, la gente se enfermó, teníamos una mujer embarazada y no sabíamos qué hacer. El bote volcó y la gente comenzó a ahogarse. Daba miedo”, relata Aman, cuyo nombre ha sido cambiado por motivos de confidencialidad. Es un superviviente eritreo del naufragio. 

"Esta vez pudimos rescatar a todas las personas en ese barco que se hundía, pero ¿y si hubiéramos llegado unas horas más tarde? Se habría producido otra tragedia silenciosa en el mar y se habrían perdido más vidas como resultado de la retirada de los gobiernos europeos de las operaciones de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo. Mientras los Estados miembros europeos invierten en políticas de disuasión y en la militarización de las fronteras, se deja que las personas se ahoguen en el mar”, explica Caroline Willemen, coordinadora del proyecto de MSF en Geo Barents.  

Las 111 personas sobrevivientes del Geo Barents deben desembarcar en un lugar seguro lo antes posible. La mayoría cuentan que han intentado cruzar el mar varias veces solo para ser interceptados por la Guardia Costera de Libia y trasladados a centros de detención, donde experimentaron violencia extrema, incluyendo abusos sexuales y malos tratos. 

A bordo hay 52 menores de edad, el más joven tiene solo cuatro meses de edad. El 90% (45) de los menores viajaron solos, la mayoría dijo tener familiares de primer o segundo grado en Europa con quienes les gustaría reencontrarse. 

 

 

También hay diez mujeres, dos de ellas embarazadas. Una de ellas presenta un traumatismo severo en la pierna derecha y necesita atención especializada.  

Muchas de las personas a bordo presentan síntomas de severa angustia psicológica, como recuerdos traumáticos y angustia generalizada, pensamientos ansiosos, y problemas para dormir debido a los múltiples eventos traumáticos que experimentaron a lo largo de su viaje. 

Hasta ahora, Malta e Italia han denegado todas las solicitudes de un lugar seguro para desembarcar, a pesar de haber informado a las autoridades competentes sobre el estado vulnerable y las necesidades médicas de muchas personas sobrevivientes a bordo del Geo Barents. 

Los equipos de MSF a bordo hacen todo lo posible para brindar apoyo médico y psicológico a las y los sobrevivientes, pero estas personas no pueden esperar más tiempo en el barco. Necesitan llegar a un lugar para desembarcar con seguridad y recibir toda la asistencia que necesitan. 

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