Los civiles sufren intensos bombardeos en el norte de Siria

Los civiles sirios están siendo víctimas de intensos bombardeos en la provincia norteña de Idlib. Tanto en esta región como en la vecina Alepo, las condiciones de vida de la población siguen empeorando.

Los civiles sirios están siendo víctimas de intensos bombardeos en la provincia norteña de Idlib. Tanto en esta región como en la vecina Alepo, las condiciones de vida de la población siguen empeorando.

La llegada del invierno y la volátil situación bélica están dejando desprotegidas a muchas familias. A medida que los combates arrecian al norte de la principal carretera que une Alepo con la vecina región de Idlib, las fuerzas gubernamentales están bombardeando poblados de forma indiscriminada. Un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) acaba de volver de una localidad de Idlib que ha sido repetidamente bombardeada durante los últimos meses: el único centro médico que todavía funciona en la ciudad es una clínica secreta gestionada por personal sanitario sirio. Bajo intensos bombardeos, los trabajadores luchan por tratar a los heridos y trasladar a los casos graves a otros hospitales.
“Para una ciudad que ha visto a gran parte de sus residentes huir y a desplazados llegar de otras zonas bombardeadas, hay un impresionante sentimiento de solidaridad”, cuenta Adrien Marteau, uno de los miembros del equipo de MSF, quien añade: “Hay ciudadanos que están haciendo de enfermeros o incluso cirujanos para operaciones menores porque simplemente no hay nadie para hacerlo”.
Durante los últimos 18 meses, los habitantes de esta ciudad, con la ayuda de personal médico y trabajadores comunitarios, han hecho lo posible por ayudarse mutuamente, pese al peligro para su integridad física y la falta de recursos básicos como agua, pan o leche en polvo. No hay electricidad, el precio del gas ha aumentado y muchas familias han perdido su principal fuente de ingresos.
En la vecina provincia de Alepo, también muy castigada por los combates, el personal médico debe afrontar una situación similar de inseguridad. Hospitales y centros de salud en ruinas hablan de las consecuencias trágicas del conflicto. Hay además una falta de atención médica generalizada, que afecta a las personas con enfermedades crónicas y a las embarazadas, acostumbradas hasta hace poco a dar a luz en hospitales y que ahora buscan lugares donde tener un parto seguro.
 



MSF está trabajando en tres hospitales del norte de Siria situados en zonas controladas por los grupos de la oposición armada. La organización está dando atención médica de urgencia, especialmente quirúrgica, y también primaria y obstétrica. Desde junio del año pasado hasta enero de 2013, los equipos han efectuado más de 10 000 consultas y 900 intervenciones quirúrgicas. En países vecinos como Jordania, Líbano e Irak, MSF también ofrece servicios médicos y quirúrgicos a los refugiados sirios.

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