Los pacientes antes que las patentes: firma la petición para detener el ataque de Novartis

Fighting in Upper Nile, South Sudan

En vísperas del crucial juicio que enfrentará a la multinacional farmacéutica con el Gobierno indio el próximo 28 de marzo, MSF recoge firmas para que Novartis retire su demanda. La vida de millones de personas en el mundo en desarrollo depende de la disponibilidad de medicamentos asequibles de calidad.

En vísperas del crucial juicio que enfrentará a la multinacional farmacéutica con el Gobierno indio el próximo 28 de marzo, MSF recoge firmas para que Novartis retire su demanda. La vida de millones de personas en el mundo en desarrollo depende de la disponibilidad de medicamentos asequibles de calidad.

El próximo 28 de marzo se inicia en el Tribunal Supremo indio la vista del caso que enfrenta a la compañía farmacéutica Novartis con India y su Ley de Patentes, un hecho que supone el último y decisivo tramo de una batalla legal que se inició hace ya seis años. El acceso a medicamentos genéricos de calidad para millones de pacientes en todo el mundo en desarrollo está en juego, y por ello Médicos Sin Fronteras (MSF) ha lanzado una nueva campaña on line bajo el lema “Stop Novartis”, en la que vuelve a pedir a los ciudadanos, como ya lo hizo en 2006, que firmen una petición para que el gigante farmacéutico retire su demanda. La petición está disponible en www.msf.es/STOPnovartis y se está difundiendo a través de las cuentas de Twitter y Facebook de la organización.
Todas las firmas que se recojan en los próximos días serán enviadas a Ranjit Shahani, presidente de Novartis en India, y a Joseph Jiménez, director internacional de la compañía. “Pedimos a los ciudadanos que exijan a Novartis que retire su demanda, pues la decisión que se tome en el Tribunal Supremo indio será definitiva y las consecuencias que deriven de ella pueden ser muy graves. En 2006 y 2007, cuando empezó el caso, cientos de miles de personas se unieron a nuestra protesta y mostraron su indignación con Novartis. Seis años después, la compañía sigue en su empeño y hemos llegado a un punto sin retorno. Por eso necesitamos una nueva movilización tan masiva como lo fue aquella”, explica José Antonio Bastos, presidente de Médicos Sin Fronteras.

Seis años de lucha en los tribunales
Novartis inició su batalla legal contra India en 2006, después de ver denegada su solicitud de patente para el mesilato de imatinib, un fármaco anticancerígeno comercializado en otros países con el nombre de Glivec: la farmacéutica respondió a la decisión de la Oficina de Patentes india presentando una demanda judicial, no solo contra el dictamen de la mencionada oficina, sino contra la Ley de Patentes nacional.
Como miembro de la Organización Mundial de Comercio (OMC), desde 2005 India tiene la obligación de contar con un sistema de protección de la Propiedad Intelectual. En virtud de estas disposiciones internacionales, diseñó una ley de patentes en la que, por primera vez en India, se incluían como invenciones patentables los productos farmacéuticos. Pero la ley cuenta con una salvaguarda en el Apartado 3(d): no pueden patentarse aquellos medicamentos que no supongan una innovación e invención frente a versiones anteriores, un recurso a menudo empleado por la industria farmacéutica para prorrogar las patentes de sus medicamentos (perennidad de patentes), escudándose a menudo en modificaciones que no suponen mejoras terapéuticas.
A finales de 2006, MSF ya lanzó una petición internacional para pedirle a Novartis que retirase su demanda y con la que se recogieron cerca de medio millón de firmas (de las cuales unas 80.000 provenían de España). La farmacéutica perdió la batalla legal contra el Apartado 3(d) de la Ley de Patentes, pero volvió a la carga con una nueva táctica legal: forzar una interpretación de la ley con el fin de obtener la patente de Glivec y sentar un precedente para futuras solicitudes. “Novartis afronta esta batalla pensando única y exclusivamente en clave económica y en cómo aumentar sus beneficios, pero lo que está en juego en este juicio es la vida de millones de personas en todo el mundo. ¡Tenemos que hacer un último esfuerzo para pararle los pies a Novartis!”, continúa Bastos.

¿Qué ocurre si gana Novartis?
Una victoria de la multinacional farmacéutica se traduciría en que la Oficina de Patentes india tendría que empezar a otorgar licencias para modificaciones de medicamentos que de otro modo seguirían sin ser patentables. Esto quebrantaría la esencia de la salvaguarda de Salud Pública prevista en la Ley de Patentes india, que ha demostrado su importancia al afianzar el acceso a medicamentos asequibles contra el cáncer, el VIH o la tuberculosis en todo el mundo en desarrollo.
Si se acaba con la competencia de medicamentos genéricos, los precios de los medicamentos aumentarán, tanto en India como en todo el mundo en desarrollo. El ejemplo más conocido de cómo los genéricos contribuyen a reducir el precio de los medicamentos es, sin duda, el de los antirretrovirales para tratar el VIH/sida. En el año 2000, antes de que existiera una gran competencia de medicamentos genéricos, el tratamiento costaba unos 10,000 dólares por paciente al año. Solo dos años después, debido a la competencia de medicamentos de bajo coste, los precios comenzaron a reducirse drásticamente. En la actualidad, el precio es de unos 100 dólares por paciente y año. A día de hoy, los genéricos producidos en India representan hasta el 80% de los medicamentos que MSF utiliza para tratar a 170,000 personas con VIH en 19 países en desarrollo.

Novartis: ¡no más ataques contra los genéricos!

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