Luchamos contra la malaria en territorio indígena yanomami en Brasil

Estamos en la región de Auaris desde mayo de 2023, Médicos Sin Fronteras trabajamos en colaboración con las autoridades sanitarias para combatir la malaria.

Ceremonia indígena yanomami en la inauguración del centro de salud
El personal de MSF y de la rama Yanomami y Ye'kwana del Sistema de Salud Indígena durante la inauguración de la clínica. © Diego Baravelli/MSF

¿Has escuchado sobre el territorio indígena Yanomami? ¿No? Deja que te contemos en esta nota cómo desde Médicos Sin Fronteras brindamos apoyo a la población de esta región.

 

La escena de la llegada del equipo médico a la comunidad indígena Kolulu es de emoción y alegría. Varias personas yanomami esperan a la orilla del río y observan atentamente cómo los integrantes del equipo desembarcan tras su travesía en barco.

Kolulu es uno de los territorios indígenas yanomami ubicados en el estado amazónico brasileño de Roraima. La tierra yanomami tiene una superficie de más de nueve millones de hectáreas. Lo que la convierte en el territorio indígena más grande del país, casi del tamaño de Portugal.

Desde 2023, se encuentra bajo una emergencia de salud pública declarada por el gobierno debido a las altas tasas de malaria y desnutrición, por ejemplo. Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) están en la zona desde abril de 2023, apoyando a las autoridades sanitarias de la región de Auaris en la respuesta a una crisis sanitaria vinculada, entre otras cosas, a la destrucción medioambiental provocada por la minería ilegal.

 

Los equipos de Médicos Sin Fronteras llegan en lancha al territorio Indígena Yanomami, en Roraima, un estado en el extremo norte de Brasil.
Los equipos de Médicos Sin Fronteras llegan en lancha al territorio Indígena Yanomami, en Roraimal. © Diego Baravelli/MSF

 

Acceder a territorio Yanomami es todo un reto

Ese día, en Kolulu, una de las comunidades de la región de Auaris, el equipo de MSF realizó actividades médicas y de prevención rutinarias de enfermedades comunes en la región, como:

  • malaria
  • diarrea
  • tungiasis.

La población, en su mayoría mujeres, niñas, niños y bebés, hacía fila para ser atendida.

El terreno irregular suponía un reto para el personal médico y de apoyo, que tenía dificultades para mantener niveladas las básculas para pesar a los niños y niñas. Improvisaron colocándolas sobre una mesa. Lo que empezó como un pequeño problema acabó siendo una diversión para los niños y niñas, a quienes parecía gustarles que los levantaran para pesarlos.

Aunque el trabajo continuo de MSF en la región de Auaris incluye la provisión de atención médica primaria, nuestros equipos se centran principalmente en la prevención y el tratamiento de la malaria.

Según el Ministerio de Salud, durante el primer trimestre de 2024, Auaris registró el mayor número de casos de malaria (1,622) en todo el territorio Yanomami. Sin embargo, los casos han disminuido un 26% en comparación con el mismo período de 2023.

 

Personal de Médicos Sin Fronteras durante una consulta en el territorio yanomami
El objetivo principal del trabajo de MSF en las comunidades de la región de Auaris es reducir las infecciones por malaria. © Diego Baravelli/MSF

 

Brindar atención médica de calidad

El principal centro de salud en Auaris brinda atención a los casi cinco mil habitantes de las comunidades Sanöma y Ye’kwana. Mejorar la atención médica en la región de Auaris ayuda a que un gran número de personas tengan acceso a la atención, ya que es el área más densamente poblada del territorio Yanomami.

Entre enero y julio de este año, el personal de MSF y el de las divisiones Yanomami y Ye’kwana del sistema de salud indígena brasileño realizaron aproximadamente 6,600 consultas médicas. Como parte de esta colaboración, MSF coordinó la renovación y ampliación del centro de salud local, con una inversión de 400,000 euros. El objetivo es brindar tratamiento contra la malaria y ayudar a proporcionar una atención médica de mejor calidad en el territorio. Así como reducir el número de derivaciones de pacientes a la capital del estado, Boa Vista.

Además, los equipos de MSF visitan las comunidades indígenas para crear conciencia sobre la malaria y realizar pruebas y exámenes. Si el resultado de una prueba es positivo, el tratamiento comienza de inmediato.

Nuestro objetivo es llegar al mayor número de personas posible, incluso en zonas de difícil acceso. Ya hemos visitado la mayoría de las comunidades de la región. – Caterina Galliziolli, coordinadora médica de MSF.

Para llevar a cabo este trabajo, MSF cuenta con un equipo multidisciplinaripo formado por una veintena de profesionales, entre personal médico, de psicología, enfermería, microscopistas, promotores de salud, antropólogos y mediadores interculturales.

 

Un miembre de Médicos SIn Fronteras realiza una prueba de malaria a un niño yanomami.
El personal de MSF realiza pruebas para prevenir y tratar la malaria y otras enfermedades comunes en la zona. © Diego Baravelli/MSF

 

La población local considera que la malaria es un tipo de xawara, un término utilizado para definir una enfermedad causada por personas no indígenas y tratada por médicos convencionales, no por chamanes tradicionales.

“A pesar de ser endémica en toda la región amazónica, incluso en el territorio yanomami, la enfermedad se puede prevenir y tratar de manera eficaz. Por ello, la sensibilización es esencial para reducir las tasas de malaria”, explica Galliziolli.

Para ello, los promotores de salud y mediadores interculturales de MSF realizan sesiones de información comunitaria. Lamentablemente, todavía hay algunas muertes por la enfermedad, lo que genera un profundo dolor colectivo para los miembros de la comunidad.

Esa fue la situación con la que se encontró el equipo de MSF al regresar al centro de salud de Auaris tras su visita a Kolulu. Un niño de dos años, que acababa de llegar a la unidad sanitaria en estado crítico ese mismo día, había muerto de malaria. La tristeza se había apoderado de los miembros de la comunidad y del personal médico. El ambiente que normalmente era alegre y que siempre estaba lleno de voces que hablan en diferentes idiomas se transformó.

Era imposible no pensar en cómo, unas horas antes, otros niños disfrutaban durante las actividades médicas en Kolulu. De la misma manera que la alegría se vivía colectivamente, ahora dio paso a un dolor igualmente colectivo.

“Hemos estado trabajando el duelo desde esta perspectiva colectiva tanto en actividades grupales como individuales”, dice la psicóloga de MSF Deborah Gonçalves.

Creo que la gente aquí entiende la salud como bienestar, una noción relacionada con la vida en comunidad, con la selva tropical, con la naturaleza. Cada ser vivo es parte del colectivo, la comunidad. Si alguien o algo en este entorno está mal, afecta a todos. Valoramos y trabajamos con las comunidades, respetando esta visión holística y brindando apoyo psicosocial, mientras buscamos ayudarlas a mantener su bienestar.

 

Equipo de Mëdicos SInFronteras durante una sesión grupal de salud mental en el Proyecto Yanomami.
El equipo de salud mental de MSF brinda apoyo psicosocial a los habitantes de las comunidades de Auaris, incluso en momentos de dolor.  © Diego Baravelli/MSF

 

Médicos Sin Fronteras empezamos a trabajar en Brasil en los años 90 durante una epidemia de cólera que afectó a comunidades indígenas y ribereñas de la región amazónica.

En 1993, nuestros equipos empezaron a trabajar en Roraima en respuesta a un brote de malaria que afectaba a las comunidades Yanomami y Macuxi. Además de brindar asistencia sanitaria en ese momento. Nuestros equipos también capacitaron al personal sanitario, incluiyendo microscopistas y representantes de salud indígenas. Además de estas iniciativas, MSF hemos realizado otros proyectos a lo largo de los años en Brasil. Incluyendo acciones con la comunidad migrante y en la respuesta a la COVID-19 en varios estados del país.

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