Madagascar es uno de los países más afectados por la malaria

La crisis climática afecta a Madagascar con una combinación letal de malaria y desnutrición.

MSF brinda atención a niñoa y niñas con malaria y desnutrición en Madagascar
Razafiasy, de 4 años, fue tratado por MSF después de ser diagnosticado con malaria y desnutrición. © MSF

Madagascar es uno de los países más afectados por la malaria. Según el Ministerio de Salud Pública, el número de casos de malaria registrados en 2023 superó el umbral epidémico nacional.  Registrando 2,8 millones de casos y 400 muertes, frente a los 1,7 millones de 2022.

En el distrito de Ikongo, donde brindamos atención sanitaria y nutricional, la población se enfrenta a una doble crisis de malaria y desnutrición. Agravada por los problemas geográficos. Los niños y niñas menores de 5 años corren especial riesgo de sufrir complicaciones. Según la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), la malaria afecta a cerca del 7,5% de los menores de 5 años del país.

MSF brinda atención a niñoa y niñas con malaria y desnutrición en Madagascar
Abordar la desnutrición, que se sabe que fomenta la malaria, es una prioridad para los equipos de MSF en el distrito de Ikongo. © MSF

 

Carreteras casi inutilizables

La temporada alta de la malaria coincide con la época de ciclones y lluvias, de octubre a mayo. Durante esta temporada, a la gente le resulta extremadamente difícil acceder a los centros de salud.Poniéndo aún más en peligro la vida de las niñas y niños con desnutrición.

Cuando llueve mucho, resulta difícil atender a los niños. Los caminos se llenan de barro, se inundan y quedan inutilizables. El desplazamiento del personal sanitario como de los pacientes es casi imposible. Se complica el acceso de los pacientes a los centros de salud o que podamos enviarles de vuelta a casa”, explica el Dr. Nantenaina, médico del Centro de Alimentación Terapéutica Intensiva (ITFC) de MSF.

En zonas de difícil acceso como Ikongo, la distancia entre los hogares y los centros sanitarios es considerable. Soanary, madre de un niño de 4 años que padece desnutrición y malaria, describe su periplo: “Tras ver que el estado de mi hijo se deterioraba, decidí ir al centro de salud más cercano. Para llegar, tuve que caminar durante cuatro horas y atravesar agua, llevando a mi hijo a cuestas”.

Soanary no es la única que se enfrenta a esta situación. La falta de transportes y el mal estado de las carreteras dificultan el acceso de las comunidades a los centros de salud, sobre todo durante las temporadas de lluvias y ciclones. Como consecuencia, la población solo busca atención médica cuando su salud se ha deteriorado hasta alcanzar un estado crítico.

MSF brinda atención a niñoa y niñas con malaria y desnutrición en Madagascar
Dada la infraestructura vial, las condiciones climáticas limitan el acceso de las personas a los centros de salud o que MSF llegue a las comunidades. © MSF

 

El cambio climático, en el centro de la crisis

Madagascar es uno de los países más amenazados por el cambio climático. El país se ha visto gravemente afectado por fenómenos meteorológicos extremos. Dificultado el acceso a los centros sanitarios y han socavado el estado general de salud y nutrición. Esta situación ha desempeñado un papel importante en el aumento de la malaria y la desnutrición.

Según la Organización Mundial de la Salud, las tasas de casos de malaria y muertes por esta enfermedad aumentaron entre un 25% y un 55% entre 2015 y 2022. Además, el Informe Mundial sobre la Malaria 2023 destaca que estas tasas aumentaron más de un 100% entre 2000 y 2022.

Los cambios en la temperatura y las precipitaciones, las olas de calor e inundaciones importantes, pueden afectar el comportamiento y la subsistencia del mosquito Anopheles, provocando un aumento de la transmisión de la enfermedad en las comunidades. En el distrito de Ikongo, que ya experimenta un clima tropical húmedo, los efectos de la crisis climática son especialmente graves. La población se ve privada de asistencia sanitaria, agravando una situación nutricional ya de por sí comprometida.

Además, muchos pueblos de Ikongo están rodeados de pantanos y ríos. Las fuertes lluvias provocan la inundación de plantaciones y arrozales, empeorando las ya precarias condiciones nutricionales de la zona.

MSF brinda atención a niñoa y niñas con malaria y desnutrición en Madagascar
El distrito de Ikongo, es uno de los más afectados por la malaria, con alta prevalencia de desnutrición entre niños y niñas. © MSF

 

“Durante la temporada de lluvias, nuestros centros de salud reciben muchos casos de malaria”, explica Evelyne, enfermera del centro de salud primaria de Ikongo. ” Cada semana, tenemos al menos un nuevo caso de niño con desnutrición y que además padece malaria grave”, concluye el Dr. Nantenaina.

 

MSF en Ikongo, Madagascar

Estamos presentes en Ikongo desde 2022. Desde entonces hasta marzo de 2024, nuestros equipos médicos, en colaboración con las autoridades sanitarias y promotores de salud malgaches, han diagnosticado y tratado a 2,205 niños y niñas con desnutrición y malaria, de ellos, 256 en este año.

En respuesta a la inseguridad alimentaria exacerbada por varios fenómenos climáticos y ciclones, hemos incrementado nuestras actividades en el sur del país, que ha sido el más afectado.

Actualmente, brindamos apoyo a siete centros de salud primaria y dos clínicas nutricionales intensivas para diagnosticar y tratar a niños y niñas con desnutrición en el distrito de Ikongo.

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