Malasia: La falta de acceso a los servicios de salud materna pone en riesgo a las mujeres refugiadas

MSF proporcionamos servicios básicos gratuitos de atención médica y salud mental a través de nuestra clínica en Butterworth, Malasia
Una mujer rohingya embarazada de seis meses es examinada por la enfermera de triaje, Izyan, en la clínica de MSF en Butterworth, Penang, como parte de su primer chequeo médico prenatal. Malasia, mayo de 2022. © Kit Chan

Las mujeres embarazadas de las comunidades de personas refugiadas en  Malasia tienen un acceso limitado a servicios adecuados de salud materna como la atención prenatal y posnatal, parteras capacitadas, atención obstétrica de emergencia y servicios de planificación familiar, causando una alta tasa de mortalidad materna.  

Según un estudio* realizado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en 2019, la tasa de mortalidad materna entre las personas refugiadas en Malasia se estimó en 62 por cada 100,000 bebés nacidos vivos, que es significativamente más alta que el promedio nacional de 36 por cada 100,000 bebés nacidos vivos. 

El mismo estudio también encontró que las principales causas de mortalidad materna entre las personas refugiadas en Malasia fueron las hemorragias posparto y los trastornos hipertensivos. Es preocupante que no haya datos actualizados disponibles desde 2019 y, por lo que presenciamos en nuestras clínicas, no hay motivos para creer que la situación entre este grupo haya mejorado. 

 

MSF proporcionamos servicios básicos gratuitos de atención médica y salud mental a través de nuestra clínica en Butterworth, Malasia
Hermanos jugando en la sala de espera de la clínica móvil de MSF mientras su madre consulta con un médico. Esta familia es de la comunidad Rohingya en Malasia. © Kit Chan

 

La falta de estatus legal limita su acceso a la atención médica 

Malasia no es signataria de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y carece de leyes nacionales que reconozcan y protejan a las personas refugiadas. Esto significa que la población refugiada no tiene estatus legal en el país, lo que limita su acceso a la atención médica, el trabajo y la educación. 

Aunque las personas refugiadas registradas en ACNUR Malasia tienen derecho a una tarifa de descuento del 50 por ciento para personas extranjeras en los servicios de salud pública, la mayoría todavía no pueden pagar la tarifa reducida

El acceso a los centros de salud privados le costará a una refugiada entre RM100 y RM500 (ringgit malayo; alrededor de € 21 y € 105) para revisiones prenatales o postnatales, mientras que los partos y la atención obstétrica de emergencia pueden costar miles de ringgit en instalaciones públicas y privadas. 

“Con los ingresos de mi esposo, los gastos de alquiler y familiares apenas están cubiertos. Si reservamos un chequeo prenatal en una clínica privada, podríamos gastar hasta MYR600 (unos 130 euros)”, dijo Nur**, una mujer refugiada rohingya en Malasia que espera su segundo hijo. 

 

Amenazas de arresto y detención cuando se busca atención médica  

La Circular Nº 10/2001 del Ministerio de Salud exige que los proveedores de atención sanitaria denuncien a las personas migrantes indocumentadas, incluyendo a las personas refugiadas y solicitantes de asilo, a la policía o a los servicios de inmigración. Como tal, las personas refugiadas que carecen de documentación del ACNUR corren el riesgo de ser detenidas y encarceladas cuando solicitan tratamiento en centros médicos públicos, especialmente cuando no pueden pagar los honorarios médicos, lo que provoca miedo y desconfianza hacia el personal sanitario público. 

Otros obstáculos que enfrentan las mujeres refugiadas son la falta de sensibilización sobre la salud y las barreras del idioma, que impiden que muchas mujeres refugiadas embarazadas busquen atención hasta una fase avanzada de su embarazo, si es que lo hacen. 

Para abordar las necesidades de las personas refugiadas y solicitantes de asilo en Malasia, Médicos Sin Fronteras (MSF) proporcionamos servicios básicos gratuitos de atención médica y salud mental a través de nuestra clínica en Butterworth, nuestras clínicas móviles en Penang y en nuestras actividades en los centros de detención de migrantes. 

 

Desde MSF brindamos apoyo a las personas refugiadas en Malasia 

En MSF derivamos pacientes para que reciban atención médica secundaria y terciaria, y apoyamos a un número creciente de sobrevivientes de violencia sexual y de género, incluyendo víctimas de trata de personas, tanto mujeres como hombres. En 2022, nuestro equipo en Malasia realizó un total de 4,081 consultas de salud sexual y reproductiva, incluyendo la atención prenatal, postnatal y planificación familiar, en nuestra clínica en Penang. 

MSF proporcionamos servicios básicos gratuitos de atención médica y salud mental a través de nuestra clínica en Butterworth, Malasia
Una refugiada rohingya embarazada se registra para una consulta prenatal en el área de triaje de la clínica de MSF en Butterworth. Malasia, mayo de 2022. © Kit Chan

 

También derivamos a pacientes refugiados no registrados con mayores necesidades médicas o de protección al ACNUR para acelerar su registro y así facilitar su acceso a la atención médica. 

“El número de consultas de salud sexual y reproductiva llevadas a cabo por el personal de la clínica de MSF se duplicó, pasando de 200 consultas por mes a principios de 2022 a unas 500 consultas por mes a finales de año”, explica Dirk van der Tak, jefe de misión de MSF en Malasia. 

“Esto podría ser un indicio de que existe un mayor conocimiento de los servicios de salud sexual y reproductiva ofrecidos por MSF entre las mujeres refugiadas”, dice van der Tak. “Pero también podría significar que la necesidad de acceder a servicios adecuados de salud materna para las mujeres refugiadas sigue aumentando”. 

 

Los servicios de salud deben ser más inclusivos para las personas refugiadas 

“Todavía hay un alto número de consultas por embarazos tardíos que vemos en nuestras clínicas”, afirma, van der Tak. “Además, en el primer trimestre de 2023, alrededor del 15 por ciento de nuestras consultas estaban relacionadas con embarazos adolescentes”. 

“Esto sigue siendo una preocupación, ya que las madres adolescentes tienen un mayor riesgo de complicaciones como eclampsia (presión arterial alta potencialmente mortal en el embarazo), anemia o mayor riesgo de resultados adversos como parto prematuro o muerte fetal”, continúa van der Tak. “Es probable que el número de niñas que vemos en nuestra clínica sea una fracción de las que necesitan los servicios”. 

Si bien el número de consultas prenatales ha aumentado en nuestras clínicas, este es solo un pequeño número de mujeres que han accedido a los servicios que necesitan en comparación con las necesidades generales de salud reproductiva de la población refugiada en el país. 

Hay 183,790 personas refugiadas y solicitantes de asilo registradas con ACNUR en Malasia a finales de enero de 2023, de ellas, el 34 por ciento son mujeres”, dice van der Tak. “Muchos más refugiados en la comunidad están luchando para acceder a la atención médica básica. Los servicios deben ser más inclusivos para las personas refugiadas, a fin de garantizar que tengan acceso a una atención médica materna segura, adecuada y asequible”, concluyó. 

 

*El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tituló “Salud materna entre refugiados y solicitantes de asilo en Malasia: una evaluación de políticas, servicios y barreras”. El informe se publicó en junio de 2020.  

** Se cambió el nombre de la paciente para proteger su identidad 

 

En Médicos Sin Fronteras brindamos atención primaria, servicios de salud mental y respuesta a la violencia sexual y de género para personas refugiadas y solicitantes de asilo en Malasia desde 2015. En 2018, MSF estableció una clínica fija en Butterworth, que actualmente asiste a aproximadamente 900 a 1,000 pacientes cada mes.

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