Malawi: miles de personas atrapadas en el sur del país

Inundaciones en Malawi: entrevista a Julien Lefèvre, Coordinador de Terreno de MSF.

Inundaciones en Malawi: entrevista a Julien Lefèvre, Coordinador de Terreno de MSF.

Julien Lefèvre es Coordinador de Terreno de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Nsanje , en el sur de Malawi . Acaba de regresar de una misión de reconocimiento en helicóptero por las áreas más afectadas por las inundaciones, donde ha estado evaluando las necesidades de la población afectada y el funcionamiento de los centros de evacuación puestos en marcha en la zona.
 

¿En general, cómo has visto la situación en el sur del país?

Las grandes llanuras se han transformado en un inmenso lago. Por suerte, poco a poco las aguas han empezado a retroceder y están apareciendo trozos de tierra, como islas, aquí y allá. Lo más impactante es ver a personas atrapadas en medio de la nada, intentando alcanzar como sea – en barcas o en canoas, -suelo firme.

Y en Makhanga , la zona que se encuentra aislada del resto del país . ¿Qué está sucediendo?

Makhanga es ahora una isla donde con más de 5.000 personas atrapadas, sin posibilidad de moverse . La mayoría tuvieron que abandonar sus pueblos o comunidades y se trasladaron hasta Makhanga, el único lugar donde podían encontrar refugio. Allí un millar de personas se refugiaron en la escuela primaria, que de hecho se ha acabado transformando en un campo de desplazados. Los afectados explican que, por suerte, dos de los cincos pozos aún tiene agua potable, pero, en cambio, hay gran escasez de comida. A esto se ha de añadir que no hay posibilidad de asistencia sanitaria, dado que el centro de salud se ha inundado.

¿Cuáles son las principales necesidades a cubrir ahora mismo?

Lo principal es la comida. Son demasiadas las personas que tienen poca o ninguna forma de conseguir comida. Un día vi a un hombre viejo caminando en al borde de la carretera y estaba completamente demacrado, con la mirada perdida: llevaba caminando 15 días tratando de conseguir algo de alimento. La gente ha perdido absolutamente todo, y buscan un lugar donde comer algo y donde dormir.

Otra preocupación es el alto riesgo de malaria. Ya hemos detectado casos entre los niños pequeños y, con agua por todas partes, el caldo de cultivo para los mosquitos está servido. Lamentablemente la previsión es un aumento del número de casos la semana que viene, y una de nuestras principales prioridades es la distribución de mosquiteros.