Maternidad en Nigeria: “No sé si habría sobrevivido sin este hospital”

Historias de esperanza y sobrevivencia en un hospital de maternidad en Nigeria

Perpetua, enfermera en el laboratorio del centro de atención obstétrica y neonatal de emergencia integral construido por MSF en el Hospital Nilefa Keji en Maiduguri, estado de Borno, Nigeria.
Perpetua, enfermera en el laboratorio del centro de atención obstétrica y neonatal de emergencia integral construido por MSF en el Hospital Nilefa Keji en Maiduguri, estado de Borno. Este hospital está gestionado en colaboración con el Ministerio de Salud. © Colin Delfosse

A pesar de algunos avances en las últimas décadas, Nigeria sigue luchando con algunas de las tasas de mortalidad materna y neonatal más altas del mundo. Según estimaciones de las Naciones Unidas, la tasa de mortalidad materna del país se encuentra en 1,047 muertes por cada 100,000 nacidos vivos, la tercera más alta del mundo. La mortalidad neonatal es igualmente terrible, aproximadamente 270,000 bebés mueren al nacer en Nigeria. 

Te compartimos algunas historias de esperanza y sobrevivencia en un hospital de maternidad en Nigeria

 

“No sé si habría sobrevivido sin este hospital”

Falmata dio a luz a su hija a finales de octubre en la instalación de Kushari, después de un peligroso viaje. Dada su condición al llegar, el equipo de Kushari realizó una cesárea para salvarla a ella y a la bebé. 

 

Falmata Ali, de 20 años, estuvo en trabajo de parto durante un total de cuatro días antes de ser sometida a una cesárea en el CEMONC de Kushari, Nigeria.
Falmata Ali, de 20 años, estuvo en trabajo de parto durante un total de cuatro días antes de ser sometida a una cesárea en el CEMONC de Kushari, Nigeria. © Colin Delfosse

 

“Estuve en labor de parto durante cuatro días. Empecé en casa durante 24 horas, pero entonces decidimos ir a una instalación en uno de los campos de personas desplazadas para familias afectadas por las inundaciones en Maiduguri. Ellos me enviaron a otra clínica y, finalmente, me derivaron aquí”. 

“Este tipo de intervención es costosa y perdimos casi todo en la inundación. Afortunadamente, aquí no tuvimos que pagar. Honestamente, no sé si hubiera sobrevivido sin este hospital”. 

Ahora que tanto ella como su hija están a salvo, Falmata mira hacia el futuro cercano. Mientras se prepara para salir del hospital, espera celebrar la ceremonia de bautizo de su hija. “Tendremos una gran fiesta con amigos y familiares”, dice sonriendo. “Y, por supuesto, habrá arroz jollof”. 

 

“Nuestra colaboración está marcando la diferencia”

Rhoda Awanyah, supervisora de parteras de MSF en el CEMONC de Kushari.

Rhoda Awanyah es a menudo el primer punto de contacto para las mujeres que llegan en estado crítico al CEMONC de Kushari. 

“Aquí sólo atendemos complicaciones, por lo que cada caso es un desafío”, explica. Al recordar un caso particularmente grave, comparte: “Una mujer llegó con una hemorragia grave y anemia. Después de dar a luz a su bebé, no pudimos detener el sangrado. El médico utilizó todas las técnicas disponibles para controlar la hemorragia posparto y, eventualmente, el sangrado se detuvo. La madre permaneció en observación durante días. Cuando regresó para su seguimiento, dijo: ‘Si no fuera por esta instalación, habría muerto y desaparecido’”. 

 

Rhoda Awanyah, supervisora de parteras de MSF en el CEMONC de Kushari, sostiene a un bebé recién nacido que está de camino a casa.
Rhoda Awanyah, supervisora de parteras de MSF en el CEMONC de Kushari, sostiene a un bebé recién nacido que está de camino a casa. © Colin Delfosse

 

Reflexionando sobre los últimos seis meses, Rhoda observa el creciente impacto de la instalación. “El estado de Borno tiene una de las tasas de mortalidad materna más altas de Nigeria, pero nuestra colaboración está marcando una diferencia. El impacto es enorme. En junio, tuvimos 35 admisiones; en julio, ese número se duplicó. Este mes, ya hemos admitido a 119 pacientes. Las cifras muestran claramente que estamos creando un impacto positivo”. 

“Recientemente también hemos empezado a brindar atención a sobrevivientes de violencia sexual y planificación familiar aquí en el CEMONC. Médicos Sin Fronteras también estamos apoyando otras maternidades más pequeñas de la comunidad y estamos trabajando para construir vínculos entre esta instalación y las parteras tradicionales para alentar a las mujeres a ir a ver al personal médico a tiempo”. 

 

Alima Mustafa, tía de una niña que nació prematuramente

Alima Mustafa cuida a la niña de su hermana en una bolsa de canguro, lo que le da un contacto prolongado piel con piel para mejorar sus posibilidades de sobrevivir. Su sobrina pesaba solo 1,15 kg cuando nació prematuramente a las 29 semanas. La hermana de Alima falleció un día después de dar a luz, por lo que Alima está cuidando a su sobrina. 

Gracias a la atención médica brindada en el CEMONC de Kushari, la niña ha sido atendida cuidadosamente y sus signos vitales críticos, como los niveles de oxígeno, han sido monitoreados las 24 horas del día.

 

Alima Mustafa cuida a su sobrina, quien pesaba solo 1,15 kg cuando nació prematuramente a las 29 semanas.
Alima Mustafa cuida a su sobrina, quien pesaba solo 1,15 kg cuando nació prematuramente a las 29 semanas. Nigeria © Colin Delfosse

 

Después de pasar las dos primeras semanas de su vida en la unidad de cuidados intensivos neonatales, ha sido trasladada a la unidad de cuidados intermedios, donde se alimenta en una bolsa canguro. Esta técnica calienta a los bebés, ayuda a mantener su equilibrio emocional, reduce las enfermedades de los recién nacidos y mejora sus posibilidades de sobrevivir. Los bebés que nacen en una etapa tan temprana de la gestación y pesan tan poco, pueden sufrir graves riesgos para la salud, potencialmente vitales. 

 

 “Brindar atención gratuita aquí es clave para muchos”

Janada James, partera de MSF

“La mayoría de las complicaciones que vemos están relacionadas con anemia, malaria o preeclampsia. La malaria es un problema real: si una mujer embarazada tiene malaria, afecta a la placenta, provocando deficiencias nutricionales en el bebé y anemia en la madre, a veces anemia grave. El manejo de estos casos es complejo y, a menudo, requiere transfusiones de sangre. Hay dos hospitales públicos que pueden manejar complicaciones, pero sus servicios no son gratuitos. Dadas las dificultades económicas que enfrentan las personas en Borno, que han empeorado después de las inundaciones, brindarles atención gratuita aquí es clave para muchas”. 

Además de la atención materna, el Centro de Atención Integral de Emergencias de Kushari incluye una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) que brinda apoyo vital a los recién nacidos. “La UCIN atiende a numerosos bebés prematuros. En septiembre atendimos a un bebé que nació con un peso de poco más de 1 kg. Sobrevivir habría sido improbable sin la atención especializada”. 

Perpetua, enfermera en el laboratorio del centro de atención obstétrica y neonatal de emergencia integral construido por MSF en el Hospital Nilefa Keji en Maiduguri, estado de Borno, Nigeria.
Perpetua, enfermera en el laboratorio del centro de atención obstétrica y neonatal de emergencia integral construido por MSF en el Hospital Nilefa Keji en Maiduguri, estado de Borno. Este hospital está gestionado en colaboración con el Ministerio de Salud. © Colin Delfosse

 

“Este tipo de atención gratuita no está disponible en ningún otro lugar aquí”

Fátima Abdullahi, enfermera del Ministerio de Salud 

Trabajando en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) desde agosto de 2024, Fatima ha sido testigo del impacto transformador de la instalación. 

“La mayoría de los casos que vemos en la UCIN son bebés prematuros o bebés con sepsis o asfixia. No es fácil. Cuando empecé, me resultó muy difícil”. 

“Recuerdo a un bebé que casi muere delante de mí. Cuando comprobé el nivel de oxígeno, era alarmantemente bajo: solo 9, cuando debería haber estado por encima de 90. Inmediatamente pedí ayuda y utilizamos una bolsa ambu (dispositivo médico que fuerza el aire a los pulmones de los pacientes que luchan por respirar o que han dejado de respirar). Gracias a nuestros rápidos esfuerzos, logramos resucitar al bebé”. 

 

Reunión mensual del personal en el centro de atención obstétrica y neonatal de emergencia integral construido por MSF en el Hospital Nilefa Keji en Maiduguri, estado de Borno, Nigeria.
Reunión mensual del personal en el centro de atención obstétrica y neonatal de emergencia integral construido por MSF en el Hospital Nilefa Keji en Maiduguri, estado de Borno, Nigeria. © Colin Delfosse

 

“Desde que empecé, la instalación definitivamente se ha vuelto más ocupada. Vemos a muchos más pacientes ahora. Si este hospital no estuviera aquí, la gente sufriría. Este tipo de atención, con todos los servicios que brinda de forma gratuita, no está disponible en ningún otro lugar aquí. Muchos no pueden pagar los medicamentos que tendrían que pagar en otros hospitales. Sin este lugar, algunos simplemente no podrían sobrevivir. 

“Esta experiencia me ha inspirado a continuar mi formación en enfermería pediátrica. En un mes, comenzaré un año de estudio y regresaré mejor preparada para servir a esta comunidad. ¡Me encanta todo lo relacionado con el hospital! Las madres aquí están muy felices cuando ven cómo cuidamos a los bebés, especialmente por la noche. Este trabajo también me enseñó mucho que puedo aplicar al cuidar a mis propios hijos”. 

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