“Me quiero ir a mi casa”: Testimonios de personas afectadas por las inundaciones en el norte de Honduras

  • ESTÁS AQUÍ
  • Actualidad
  • “Me quiero ir a mi casa”: Testimonios de personas afectadas por las inundaciones en el norte de Honduras
Una familia recibe atención por parte del equipo de MSF en el albergue de Yoro, Honduras
Debido a las inundaciones, Maritza y su familia fueron movilizados en lancha hacia este albergue en El Progreso, departamento de Yoro. Esta familia se vio fuertemente afectada por los huracanes Eta e Iota en 2020 y ahora, con la tormenta tropical Julia, han perdido nuevamente sus pertenencias. ©MSF

Desde finales de septiembre, nuestro equipo en Choloma comenzó una intervención de emergencia en varios albergues para atender a personas damnificadas por el desbordamiento de los ríos Chamelecón y Ulúa en el departamento de Cortés.

Durante la actual temporada de lluvias y ciclones, agravada con el paso de la tormenta tropical Julia en la primera semana de octubre, muchos ríos han sobrepasado sus límites, dejando pueblos, vías y cultivos bajo el agua. En respuesta a esta emergencia, el gobierno de Honduras a través del Comité Permanente de Contingencias (COPECO) habilitó en tres departamentos más de 95 albergues para dar espacio a más de 8,900 personas. En el departamento de Cortés, al norte del país, se habilitaron 47 albergues donde se han instalado más de 2,300 personas afectadas por las inundaciones.

Hoy te compartimos algunos de sus testimonios.

Maritza, captado en albergue de El Progreso, Yoro

Mi nombre es Maritza, tengo 50 años y soy de la aldea Las Cuchillas, Yoro.

Esta es la cuarta vez que he sido evacuada. En este albergue estoy con mis tres hijos y para mí esta situación ha sido muy difícil, me da mucha tristeza lo que nosotros hemos pasado. Con los huracanes Eta e Iota perdimos todo, absolutamente todo. Nos sacaron en lanchas porque todo estaba lleno de agua y cuando logramos regresar a nuestra casa ya no había nada. Tuvimos que hacer una casita de nuevo.

Nos ha costado mucho poder recuperarnos, mi esposo trabaja movilizando fruta de la palma africana, pero no gana lo suficiente. Ahora con estas lluvias hemos perdido lo poquito que habíamos conseguido, incluyendo mis gallinas. Una vez más nos vuelven a sacar en lancha porque en donde vivimos el agua cubre el techo de las casas.

No tenemos otra opción de dónde vivir y la única pertenencia que nos queda es la poca ropa que andamos (llevamos) con nosotros. Estar en estos lugares -el albergue- no es fácil para nadie. Muchas veces no se puede ni dormir porque somos varios en el mismo cuarto. Es difícil, por todo esto, pero no queda de otra.

MSF brinda atención a miles de personas afectadas por la temporada de lluvias en Honduras
Dentro de las actividades de respuesta que realizó el equipo de MSF en Choloma, se entregaron kits de higiene a las personas ubicadas en albergues tras las inundaciones en las semanas recientes. ©MSF

 

Crisli, captado en albergue de El Progreso, Yoro

Mi nombre es Crisli y tengo 12 años.

Llegué a esta escuela -albergue- hace tres semanas más o menos, no me acuerdo muy bien. Solo recuerdo cuando unos hombres llegaron en lancha a sacarnos, nos dijeron que teníamos que venir acá porque el río estaba creciendo mucho y la casa ya se estaba llenando de agua. Con mis hermanitas veníamos llorando porque teníamos mucho miedo.

Lo que más me da tristeza -relata con lágrimas en sus ojos- son los conejitos que teníamos, uno se llamaba Peñito y la otra Barbie, creo que se ahogaron y no los volveré a ver. Solamente logramos traer a una de mis dos perritas.

Me acuerdo cuando tenía 10 años que también me sacaron en lancha, porque otra vez la casa se llenó de agua, pero fuimos a otra escuela -albergue-. A veces me siento triste aquí, pero mi mamá me dice que vaya a jugar con los otros niños. Quisiera estar en mi casa, no me gusta este lugar, aunque a veces juego, ya me quiero ir a mi casa. No sé cómo estará -la casa-, papá la fue a ver, pero dice que todavía hay mucha agua. A saber si ya no hay nada.

Compartir