Miles de personas huyen de los bombardeos en el sur de Ucrania y se dirigen al oeste

 

Quienes llegan a Palanca provienen principalmente de Mykolayiv, una ciudad bloqueada a 130 kilómetros al este de Odessa, que es objetivo de intensos bombardeos. Familias enteras, principalmente mujeres, niñas, niños y adultos mayores, suelen esperar varias horas a temperaturas bajo cero y viento antes de que se les permita cruzar la frontera. Las personas voluntarias les reciben con té, alimentos y tiendas de campaña para protegerles del viento.

 

Sergei, de 32 años, es de Mykolayiv. Después de varios días de bombardeos, llevó a su esposa embarazada y a su hijo de seis años a un lugar seguro en Polonia, antes de regresar a Ucrania. Ya ha salido de Ucrania a través de Moldavia para reunirse con su familia. Es uno de los pocos hombres a los que se les permite salir del país, ha sido tratado por hepatitis C en Mykolayiv por MSF, y fue dado de baja por el ejército. 

 

Decenas de personas al día, víctimas del deterioro físico por enfermedades crónicas, incluida la hipertensión, han sido tratadas en el puesto médico ubicado en el puesto fronterizo moldavo. Nuestros equipos han establecido un centro médico en Palanca para apoyar a los equipos moldavos que ya están en el lugar, brindando primeros auxilios psicológicos . 

 

Una vez que las y los refugiados ucranianos cruzan la frontera con Moldavia, la mayoría abandona el país y se dirige a Rumania, Polonia y otros destinos en Europa.