Mosul: una ciudad que se recupera de la guerra

Al igual que su gente, Mosul lucha por volver a ponerse en pie. Las huellas de la guerra todavía dan forma al paisaje urbano, pero los esfuerzos de reconstrucción avanzan.

"Aún recuerdo el momento exacto en el que comprendí lo que significa ser neutral e imparcial”, dice Abdulrahman Dhannoon Khaleel, Coordinador de Apoyo del Proyecto de MSF en el oeste de Mosul, Irak. “Era 2017; y llevaba poco tiempo en MSF. Trabajábamos en un hospital improvisado en el barrio de Nablus, en el oeste de Mosul, cerca de la línea del frente. Y a nuestro hospital llegaban personas heridas cada hora". 

Entre los frentes

Entre 2016 y 2017, las Fuerzas de Seguridad iraquíes, apoyadas por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, lanzaron una ofensiva militar para recuperar Mosul del grupo Estado Islámico, que había estado ocupando la ciudad durante tres años y medio.  
 
“La situación era caótica”, recuerda Dhannoon. “Un día, recibimos a un niño herido en el hospital improvisado de MSF. El niño de seis años estaba siendo interrogado bajo la sospecha de que su padre era miembro del grupo Estado Islámico. Nos pusimos frente al niño y lo protegimos. Lo único que nos importaba era que necesitaba ayuda médica".
 
 
 
 
“Al final, resultó que él y sus padres eran civiles”, continúa Dhannoon. “Intentaron huir de la ciudad pero no lograron escapar de los enfrentamientos. Fueron arrastrados por la batalla y quedaron atrapados en la antigua ciudad, un laberinto de calles pequeñas y casas históricas, hasta que el barrio fue liberado. En el caos, el niño fue separado de sus padres".
 
Ahora, más de cuatro años después, los efectos devastadores de la guerra no solo siguen siendo visibles, sino que también se sienten con fuerza en la gobernación de Ninewa, en el noroeste de Irak, y en su ciudad principal, Mosul. Muchas personas siguen desplazadas; el trauma psicológico de la población en gran medida sigue sin ser tratado, y muchas de las instalaciones sanitarias dañadas aún no son completamente funcionales. 
 

Esperanza para el futuro

“Estuve aquí cuando el Estado Islámico tomó la ciudad en 2014 hasta el final de la guerra. Es imposible explicar cómo fue eso”, recuerda Dhannoon. “Simplemente no hay palabras para ello … Fue como ser torturado desde adentro. No había futuro … nada".
 
“Las cosas que hemos experimentado suponen una pesada carga para nosotros. Sin embargo, nadie habla de eso”, dice Dhannoon. "Sí, la guerra terminó, sí, la ciudad es más segura, pero aún puedes ver mucha ira y dolor en los ojos de las personas dondequiera que vayas". 
 
“La gente aquí quiere mirar hacia adelante”, continúa Dhannoon. “Muchos y muchas dirían que están felices, pero en realidad, hemos visto mucha miseria, realmente mucha miseria”. 
 
Al igual que su gente, Mosul lucha por volver a ponerse en pie. Las huellas de la guerra todavía dan forma al paisaje urbano, pero los esfuerzos de reconstrucción avanzan. 
 
Los equipos de MSF intentan curar las cicatrices físicas y psicológicas de la guerra proporcionando acceso a la atención médica que tanto necesitan las personas más afectadas de Mosul. Gestionamos un hospital que ofrece servicios gratuitos de neonatología, maternidad y pediatría en el barrio de Nablus, a la orilla occidental del río Tigris. 
 
 
 
Más al este, en Al-Nahrawan, uno de los barrios más pobres de Mosul, nuestros equipos realizan otro proyecto similar. En ambos lugares, un promedio de hasta 1,000 niños y niñas nacen y son atendidos cada mes. En el este de Mosul, MSF también ofrece cirugía reconstructiva y atención postoperatoria integral en el Hospital Al-Wahda. Allí, nuestros equipos brindan la atención que tanto necesitan las personas lesionadas por traumas accidentales o violentos. 
 
De enero a octubre de 2021, realizamos 1,029 intervenciones quirúrgicas, 4,494 y 1,351 consultas para pacientes hospitalizados y ambulatorios, respectivamente. En las tres sedes también se ofrecen servicios de apoyo psicológico y asesoramiento sanitario.
 

Un sistema de salud en recuperación

“La gente tiende a pensar que cuando una batalla termina, las cosas  vuelven a la normalidad de forma natural”, explica Esther van der Woerdt, jefa de misión de MSF en Irak. "Pero la verdad es que la recuperación lleva años, por no decir décadas". 
 
“Muchas de las infraestructuras básicas fueron destruidas o dañadas durante los conflictos y muchas de ellas todavía necesitan ser reconstruidas o rehabilitadas”, dice van der Woerdt. “Las estructuras de salud pública en Mosul luchan para cubrir las necesidades, y algunas personas todavía no pueden pagar la atención médica, ya sea porque lo han perdido todo en el conflicto y/o porque apenas llegan a fin de mes después de perder sus medios de subsistencia. En ese sentido, los servicios sanitarios gratuitos que ofrecemos son fundamentales para la población”.
 
Además de brindar servicios de atención médica, también ayudamos al sistema de salud de la ciudad a recuperarse y brindamos el apoyo necesario para garantizar que pueda hacer frente a nuevas emergencias. En 2019, MSF reconstruyó un hospital dedicado al tratamiento de enfermedades infecciosas en el este de Mosul, para mejorar el acceso a los servicios de salud para la comunidad local. 
 
Entre marzo y diciembre de 2020, apoyamos al sistema de salud de Mosul para hacer frente a la pandemia de COVID-19, transformando temporalmente nuestro centro de atención postoperatoria de 62 camas (conocido hoy como Hospital Ortopédico Al-Wahda), en el este de la ciudad, en un centro de tratamiento y aislamiento para casos sospechosos y confirmados de COVID-19.
 
Desde que MSF transformó el hospital en un centro de tratamiento COVID-19 hasta que volvimos a nuestras actividades habituales, nuestros equipos atendieron a 975 pacientes con COVID-19. Para ampliar la respuesta a la COVID-19 en la gobernación de Ninewa, MSF también gestionó una unidad de cuidados intensivos (UCI) de 16 camas entre noviembre de 2020 y abril de 2021 para brindar atención avanzada a las y los pacientes con COVID-19 grave y en estado crítico, donde se atendieron a14 pacientes.
 
“Nuestras actividades en la ciudad evolucionan con el contexto”, dice van der Woerdt. "Tratamos de adaptarnos lo mejor posible a las necesidades médicas de las personas, guiados únicamente por nuestra ética médica y principios neutrales e imparciales".
Compartir