MSF lamenta la situación de las víctimas civiles en el norte de Mali

El 2 de abril de 2021, el campo de la misión de las Naciones Unidas en Aguelhok (Kidal), en Mali, fue víctima de un ataque armado. Dada la proximidad del campo con las viviendas, la población se vio obligada a huir para asentarse fuera de la ciudad, a unos 60 km de distancia, para refugiarse de la violencia. Como resultado, 2,000 personas abandonaron sus hogares y medios de vida, temiendo por su seguridad y sobrevivencia.

El 2 de abril de 2021, el campo de la misión de las Naciones Unidas en Aguelhok (Kidal), en Mali, fue víctima de un ataque armado. Dada la proximidad del campo con las viviendas, la población se vio obligada a huir para asentarse fuera de la ciudad, a unos 60 km de distancia, para refugiarse de la violencia. Como resultado, 2,000 personas abandonaron sus hogares y medios de vida, temiendo por su seguridad y sobrevivencia.   
 
Médicos Sin Fronteras (MSF), como parte de su intervención en Kidal y el apoyo brindado a la instalación médica de Aguelhok, envió un equipo a la zona donde se encuentra la población desplazada internamente para brindar asistencia médica y humanitaria de emergencia. 
 
A principios de abril de 2021, tras un ataque a un campo de La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Mali (MINUSMA) ubicado en Aguelhok, al norte de Kidal, miles de civiles que huían de sus pueblos se trasladaron hacia la frontera con Argelia, mientras que otros se desplazaron y encontraron refugio en los pueblos cercanos a Aguelhok. 
 
El 8 de abril de 2021, un equipo de MSF fue enviado a Aguelhok para evaluar la situación de la población desplazada y brindar primeros auxilios de emergencia. 
 
“Nuestros equipos visitaron los pueblos de acogida donde se habían instalado la mayoría de las personas desplazadas. Carecían de agua de buena calidad y en cantidad suficiente, alimentos, mantas y refugio. No se cumplían las condiciones de higiene. Asimismo, detectaron muchos casos de trastornos psicológicos y traumatismos. La única estructura sanitaria existente en el pueblo ubicado en la ciudad ya no era accesible debido a la violencia, el miedo de volver a la ciudad y el toque de queda vigente”, explicó Boulama El Hadji Gori, jefe de misión de MSF en Mali. 
 
Se identificaron 2,268 personas desplazadas, viviendo en 378 hogares, que se encontraban en condiciones muy precarias. Para responder a esta crisis humanitaria, los equipos de MSF organizaron clínicas móviles y brindaron consultas médicas básicas, acompañadas de sesiones de atención psicosocial. Durante esta intervención, 333 personas se beneficiaron con el apoyo psicoeducativo y social, las y los habitantes en 378 viviendas recibieron artículos de primera necesidad, se realizaron 1,084 consultas ambulatorias, 674 niñas y niños menores de cinco años fueron evaluados para detectar desnutrición aguda y 31 fueron vacunados contra el sarampión, se brindaron además 134 consultas prenatales a mujeres embarazadas y 12 consultas postnatales, y movilizaron a 1,564 personas para sesiones de promoción de la salud y participación comunitaria. 
 
Los equipos de MSF también llevaron a cabo una respuesta de emergencia para responder a la situación de agua y saneamiento. Cuatro camiones cisterna suministraron más de 1,282,000 litros de agua a la población desplazada y distribuyeron 12,656 tabletas purificadoras de agua. En los pueblos de Charnaché, Barrage Torcha y Marrat, MSF construyó 15 letrinas y duchas de emergencia, y rehabilitó tres pozos comunitarios y bebederos para los animales. 
 
 
 
 
Se observó una fuerte movilización de la comunidad para exigir la reubicación del campamento militar lejos de las viviendas, pero parece no haber tenido éxito. La situación de seguridad en la zona sigue siendo inestable, marcada por los recurrentes enfrentamientos entre grupos armados en el campamento militar, el último registrado en noviembre. 
 
“La población civil de Aguelhok está atrapada entre los beligerantes y es la víctima en primera línea. Los testimonios de nuestros y nuestras pacientes nos permiten afirmar que la población de Aguelhok vive en medio de una gran inseguridad. Es una situación que lamentamos profundamente porque la salud física y mental de la población se ve muy afectada”, concluye el jefe de misión. 
 
 
 
Médicos Sin Fronteras está presente en la región de Kidal desde 2015. En colaboración con las autoridades sanitarias y locales, MSF trabaja en el CSCOM central, en los centros de salud comunitarios de Abeibara, Aguelhok, Anefif y dos puestos de salud avanzados en Boghassa y Amacine. La organización ayuda a brindar atención médica primaria, consultas ambulatorias, exámenes nutricionales, campañas de vacunación, actividades de salud mental y apoya la vigilancia epidemiológica. 
 
MSF también responde a las alertas y se ocupa de las emergencias médicas y humanitarias en áreas de Kidal donde las poblaciones tienen dificultades para acceder a la atención médica. 
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