MSF: Los gobiernos no están encaminados a proporcionar herramientas para prevenir la tuberculosis

La tuberculosis es la enfermedad infecciosa más mortal después de la COVID-19

La tuberculosis es la enfermedad infecciosa más mortal después de la COVID-19
 
Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) convoca un 'llamado a la acción' sobre la necesidad de ampliar el acceso al tratamiento preventivo para la tuberculosis (TB), desde Médicos Sin Fronteras (MSF) instamos a todos los gobiernos a apoyar e impulsar la implementación del tratamiento preventivo de tuberculosis (TPT), y exigimos que las empresas farmacéuticas y de diagnóstico hagan que todos los medicamentos y pruebas necesarias para implementar el TPT sean accesibles y asequibles para quienes los necesiten.
 
La tuberculosis fue superada recientemente por la COVID-19 como la enfermedad infecciosa más mortal del mundo. En 2019, la tuberculosis cobró la vida de 1,4 millones de personas y más de 10 millones enfermaron a causa de ella. Si bien es esencial tratar a las personas que actualmente están enfermas de TB, otra medida importante para controlar y revertir la marea de la carga mundial de TB es la identificación rápida de quienes están en riesgo y evitar que desarrollen la enfermedad a través del tratamiento preventivo o TPT.
 
El TPT implica el suministro de medicamentos antituberculosos a familiares y otros contactos cercanos de personas enfermas de TB, con VIH u otras afecciones que debilitan su sistema inmunológico, o personas en riesgo por otras situaciones, incluyendo a las personas encarceladas. Este tratamiento preventivo evitará que las personas con TB latente (alguien infectado con TB, pero aún no enfermo, contagioso o con síntomas) desarrollen TB que, en última instancia, podría no solo enfermarlas gravemente, sino también infectar a otras personas.
 
La ampliación del TPT es aún más crítica en el contexto de la COVID-19. Se requieren acciones urgentes para revertir el impacto negativo de la COVID-19 en el control de la tuberculosis. 
 
En 2018, durante la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Tuberculosis,  los países acordaron alcanzar el objetivo de comenzar a 30 millones de personas en el TPT para finales de 2022. Sin embargo, aunque la eficacia del TPT se ha demostrado repetidamente, su progreso se está quedando atrás. Con solo 18 meses restantes, los gobiernos deben priorizar y ampliar urgentemente la implementación del tratamiento preventivo de la tuberculosis para salvar más vidas y aliviar el sufrimiento de quienes viven con esta enfermedad.
 
 
 
 
“Es inaceptable que la tuberculosis siga cobrando millones de vidas cuando existen medidas para prevenir la enfermedad. Es necesaria una ampliación masiva del tratamiento preventivo de la tuberculosis para tener una esperanza”, asevera la Dra. Gabriella Ferlazzo, asesora principal sobre TB / VIH en la Unidad Médica de MSF en África Meridional. 
 
“Los gobiernos deben cumplir e intensificar urgentemente sus compromisos, e invertir en acciones preventivas relacionadas con la tuberculosis para que todas las personas necesitadas, incluidos los niños, niñas y poblaciones especialmente vulnerables como las personas con VIH, refugiadas o encarceladas, puedan acceder al tratamiento preventivo para la tuberculosis. Debemos fortalecer nuestros esfuerzos para identificar y brindar el TPT a alrededor de tres contactos por cada persona diagnosticada con tuberculosis, de modo que podamos cerrar esta brecha de prevención, prevenir la infección y la transmisión de la enfermedad, y salvar más vidas, concluye Ferlazzo.
 
Médicos Sin Fronteras tiene como objetivo proporcionar el TPT como parte integral de su respuesta integral a la tuberculosis. En Blantyre, Malawi, apoyó un proyecto de tratamiento de tuberculosis en la prisión de Chichiri. Dado que las personas encarceladas, especialmente en entornos con alta carga de VIH y TB, corren un riesgo muy alto de infectarse y desarrollar TB, el proyecto tenía como propósito examinar y tratar a personas con TB, y proporcionó TPT para personas con infección latente de TB y para personas que viven con VIH. En 2019, el equipo dentro del proyecto examinó a 1,500 personas y casi dos tercios comenzaron con el TPT (666 personas VIH negativas y 324 personas con VIH).
 
En Khayelitsha, Sudáfrica, MSF ha proporcionado con éxito el TPT a niños, niñas y adolescentes que son contactos de personas con TB  resistente a medicamentos (TB-DR). La pandemia de COVID-19 requirió que MSF adaptara su proyecto para comenzar a brindar atención domiciliaria, lo que finalmente llevó a que aumentara el número de niños, niñas y adolescentes que comenzaron con el TPT a través de esta iniciativa comunitaria.
 
“La TB-DR es un problema grave en Khayelitsha, es un ciclo interminable que asola a una familia tras otra”, dice la hermana Ivy Apolisi, enfermera especializada en TB-DR del proyecto de post-exposición de tuberculosis de MSF en Khayelitsha, Sudáfrica, y una de las ponentes en el evento de la OMS de este miércoles. “Pero hemos visto cómo el tratamiento preventivo de la tuberculosis salva vidas y, como enfermera, puedo decirte que es mejor y más fácil prevenir la tuberculosis, en lugar de observar y esperar a ver si alguien enferma. Todas las personas debemos dedicarnos a detener los ciclos continuos de sufrimiento que ocurren en las familias afectadas por la TB-DR ”.
 
La implementación del TPT se está retrasando en parte debido a la falta de acceso a las mejores pruebas y medicamentos disponibles. La mayoría de las personas solo tienen acceso al TPT más antiguo (isoniacida) que requiere tomar pastillas durante 6 o 9 meses. Pero existe un tratamiento preventivo más nuevo y más corto que se brinda por 1 o 3 meses (rifapentina + isoniacida), aunque es más caro (de 5 a 26,90 dólares al mes para los regímenes de 3 y 1 mes respectivamente, frente a 0,58 dólares mensuales que cuesta el antiguo régimen único basado en isoniacida).
 
Además, la rifapentina de calidad garantizada solo es producida por dos fabricantes (Sanofi y Macleods) debido a la demanda limitada, a pesar de que la rifapentina no tiene patente desde hace años y no está disponible en una formulación apta para niños. La investigación adicional sobre alternativas innovadoras que facilitarían el TPT, incluyendo las fórmulas inyectables de acción prolongada de los medicamentos del TPT, alentaría una mayor ampliación del mismo.
 
 
 
 
El acceso a las herramientas de diagnóstico necesarias para detectar ampliamente la tuberculosis también es fundamental para garantizar que las y los trabajadores de la salud proporcionen el TPT a las personas correctas. Se necesitan con urgencia pruebas más asequibles en los lugares de atención, más sencillas y adaptadas a entornos de bajos recursos, para identificar a las personas con TB latente y así acelerar la implementación del TPT.
 
"Para lograr un suministro sostenido y asequible de rifapentina e isoniacida por parte de los fabricantes, los países deben comprometerse a comprar volúmenes suficientes de los medicamentos. Teniendo en cuenta que la rifapentina y la isoniacida no cuentan con patente, el compromiso de comprar ciertos volúmenes garantizaría que más fabricantes ingresen al mercado y llevarían a la competencia que causaría una reducción de precios y la expansión de estos medicamentos", explica Christophe Perrin, farmacéutico asesor sobre tuberculosis para la Campaña de Acceso de MSF. "Todos los países deben rendir cuentas en lo que respecta a tratar de ampliar e implementar rápidamente el tratamiento preventivo de la tuberculosis, pero para hacerlo necesitan acceso a los mejores medicamentos y pruebas diagnósticas a precios accesibles".
 
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