MSF nos vemos obligados a interrumpir nuestras actividades por la violencia en el campo de Zamzam, Sudán

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En el campo para personas desplazadas de ZamZam. MSF pedimos una movilización urgente y masiva de la comunidad internacional para salvar vidas en Sudán.
Clínica de MSF en el campo de Zamzam, a 15 km de El Fasher, Darfur del Norte. ©MSF

 La actual escalada de ataques y combates en el campo para personas desplazadas de Zamzam y sus alrededores, cerca de El Fasher, en Darfur Norte, Sudán, ha hecho imposible que Médicos Sin Fronteras (MSF) sigamos brindando asistencia médica en el lugar dadas las peligrosas condiciones.

A pesar de la hambruna generalizada y de las inmensas necesidades humanitarias, no hemos tenido más remedio que tomar la decisión de suspender todas nuestras actividades en el campo, incluido el hospital de campaña de MSF.

En las tres primeras semanas de febrero, los equipos de MSF en Zamzam recibieron en el hospital de campaña a 139 pacientes heridos, en su mayoría de bala y metralla. El centro fue diseñado para ayudar a hacer frente a la crisis de desnutrición masiva en el campo, donde se declaró que se dan las condiciones de hambruna según la Clasificación Integrada de las Fases de Seguridad Alimentaria el año pasado, y no podía ofrecer cirugía traumatológica a personas en estado crítico.

“11 pacientes murieron mientras estaban en el hospital de MSF, 5 de ellos niños, porque no pudimos tratarlos adecuadamente ni derivarlos al Hospital Saudí, el único con capacidad quirúrgica en la cercana El Fasher. En diciembre y enero, dos de nuestras ambulancias que transportaban pacientes del campo a El Fasher fueron tiroteadas. ​ Ahora es aún más peligroso y, como consecuencia, muchas personas, entre ellas pacientes que requieren cirugía traumatológica o cesárea de urgencia, están atrapadas en Zamzam”, afirma Yahya Kalilah, nuestro coordinador general en Sudán. ​ ​ ​ ​ ​ ​ ​ ​ ​ ​

La zona ha sido escenario de intensos combates entre las Fuerzas de Apoyo Rápido y las Fuerzas Conjuntas, una coalición de grupos armados aliados de las fuerzas armadas sudanesas, con terribles consecuencias para la población civil. Las Fuerzas de Apoyo Rápido, que asedian y bombardean la ciudad de El Fasher desde hace 10 meses, han intensificado su ofensiva en las últimas semanas y han lanzado ataques contra el campo de Zamzam, en particular los días 11 y 12 de febrero. Las personas que ya luchaban por sobrevivir ven ahora aún más comprometido su acceso al agua y a los alimentos, ya que el mercado central ha sido saqueado e incendiado.

“Detener nuestro proyecto en medio de una catástrofe que se agrava en Zamzam es una decisión desgarradora. Durante más de dos años, nuestros equipos han hecho todo lo posible por brindar asistencia, a pesar del asedio, la escasez de suministros y otros muchos problemas, pidiendo y esperando una ampliación de la respuesta humanitaria que nunca llegó. Sin embargo, a medida que la batalla por El Fasher se recrudece y ahora alcanza directamente al campo de Zamzam, actualmente no se dan las más mínimas condiciones de seguridad para que nos quedemos. La mera proximidad de la violencia, las grandes dificultades para enviar suministros, la imposibilidad de enviar personal experimentado para un apoyo adecuado y la incertidumbre respecto a las rutas de salida del campo para nuestros colegas y civiles nos dejan con pocas opciones”, añade Yahya Kalilah.

Hasta el campo de Zamzam, que acoge a unas 500,000 personas, han llegado recientemente desplazados que huían de Abu Zerega, Shagra y Saluma y que ahora se alojan en escuelas, edificios comunitarios o bajo los árboles a la intemperie. Estas personas han informado a nuestros equipos de asesinatos, violencia sexual, palizas, saqueos, casas incendiadas y otros abusos sucediendo en pueblos y carreteras de la localidad de El Fasher. Un centenar de familias también llegaron a Tawila, a veces descalzas, tras dejarlo todo atrás y escapar de una violencia espantosa en su camino.

En MSF nos preocupa profundamente la seguridad de nuestro personal y de los cientos de miles de personas del campo de Zamzam. Instamos a las Fuerzas de Apoyo Rápido, a las Fuerzas Conjuntas y a todos los actores armados de la zona a que protejan a la población civil y dejen que quienes estén dispuestos a huir puedan hacerlo sin sufrir daños.

En Darfur Norte, desde MSF seguimos con nuestras actividades de emergencia en Tawila, al tiempo que buscamos todas las formas posibles de ayudar a la población de Zamzam y El Fasher sin exponer a nuestro personal a niveles de riesgo inaceptables.

En Darfur Oeste, Centro y Este, así como en otras partes del país, nuestros equipos siguen respondiendo a la catastrófica crisis de desnutrición y salud provocada por un conflicto incesante, las continuas obstrucciones de las partes beligerantes y agravada por una respuesta humanitaria fallida.

Reiteramos nuestro llamado a aumentar drásticamente la prestación de asistencia en los muchos lugares donde sigue siendo posible. Las partes beligerantes deben permitir el acceso sin trabas de la ayuda, y sus aliados y Estados influyentes deben utilizar su influencia para aliviar los obstáculos que están causando muertes y hambruna.

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