MSF reclama la pronta liberación de sus compañeras sin el uso de la fuerza

La organización continúa sus actividades médicas para asistir a la población somalí en Kenia, Etiopía, Yibuti y Somalia, al tiempo que se desvincula de toda acción armada emprendida a raíz del secuestro y de toda declaración realizada al respecto.

La organización continúa sus actividades médicas para asistir a la población somalí en Kenia, Etiopía, Yibuti y Somalia, al tiempo que se desvincula de toda acción armada emprendida a raíz del secuestro y de toda declaración realizada al respecto.

La organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) no tiene información veraz sobre la identidad o los objetivos de los autores del secuestro de sus dos trabajadoras el pasado 13 de octubre en Dadaab, Kenia. MSF está en continuo contacto con los agentes pertinentes para la segura resolución del secuestro.

Este tipo de incidentes son extremadamente complejos y deben ser gestionados con mucha cautela; la organización médico-humanitaria está muy preocupada por que cualquier uso de la fuerza que se quiera relacionar con el secuestro pueda poner en peligro la seguridad y la pronta liberación de sus compañeras.

“Médicos Sin Fronteras está en constante comunicación con todos los actores pertinentes para garantizar la liberación segura y rápida de sus trabajadoras, que podría ser puesta en peligro por el uso de la fuerza”, declara José Antonio Bastos, presidente de MSF España. “Nos desmarcamos de toda acción militar o armada, así como de las declaraciones o presunciones de responsabilidad relacionadas con este caso”.

MSF continúa asistiendo a las poblaciones afectadas por la crisis actual en Somalia, Kenia, Etiopía y Yibuti, a pesar de unas condiciones de seguridad altamente complejas. Como resultado del ataque, la organización ha suspendido temporalmente sus actividades en el campo de Ifo 2, escenario del secuestro el pasado 13 de octubre. Estas actividades incluyen dos puestos de salud y clínicas móviles que estaban facilitando servicios médicos básicos, salud reproductiva y atención prenatal, vacunaciones rutinarias y servicios de referencia hospitalaria.

En el campo de Dagahaley, MSF mantiene las actividades médicas de urgencia en el hospital de 243 camas, donde cerca de 200 pacientes reciben tratamiento nutricional terapéutico. Sin embargo, las actividades en cinco puestos de salud se han suspendido y los equipos médicos se mantienen a la espera, listos para reanudar su trabajo en cuanto las condiciones de seguridad lo permitan. Parte de los programas nutricionales en los campos de Dadaab, que asisten a 15.000 personas, también han sido temporalmente suspendidos.

MSF trabaja en Somalia desde 1991 y en la actualidad opera 13 proyectos en el país, incluyendo actividades médicas relacionadas con la emergencia actual, vacunaciones e intervenciones nutricionales. Para llevar a cabo estos programas, la organización mantiene negociaciones continuas con los actores clave en el país. MSF retomó sus actividades en Dadaab (Kenia) en 2009 y también asiste a refugiados somalíes en los campos de Dolo Ado, en Etiopía.

“Estamos muy preocupados por la suerte de nuestras dos compañeras. Médicos Sin Fronteras se compromete a seguir facilitando servicios médicos en la emergencia actual, incluyendo vacunaciones e intervenciones nutricionales”, dice Bastos. “El nivel de asistencia a las poblaciones se ve afectado por estos ataques. Es muy alarmante”.

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