Muerte, desesperación y desamparo: el terrible precio de las políticas migratorias de la UE

Médicos Sin Fronteras (MSF) publicó un informe en el que se detallan las terribles consecuencias de la crisis política europea en sus fronteras y más allá. Extraído de testimonios de primera mano del personal médico y sus pacientes, de más de 20,000 consultas médicas, de salud mental y de emergencia en las fronteras de la Unión Europea, y de más de 8,400 personas rescatadas en el mar.

Muerte, desesperación y abandono: los costos humanos de las políticas migratorias de la Unión Europea, ilustra una escandalosa adopción de tácticas violentas, sancionadas por las políticas de la Unión Europea (UE) y los Estados miembros de la UE. Motivados por la retórica política cada vez más deshumanizadora de los líderes europeos.

Desde la llamada “crisis” migratoria de 2015, Médicos Sin Fronteras hemos pedido constantemente a la Unión Europea y a sus Estados miembros que asuman la responsabilidad de abordar las necesidades urgentes de asistencia y protección de las personas migrantes y refugiadas. Sin embargo, lejos de mejorar, se ha arraigado una normalización de la violencia contra las personas refugiadas y migrantes, con importantes inversiones de las instituciones de la UE en terceros países como Níger y Libia. Donde a menudo se bloquea a las personas o se les devuelve por la fuerza y se les enfrenta a un trato inhumano.

Un ejemplo es la guardia costera libia, la cual intercepta habitualmente a personas en el mar y las lleva a centros de detención en Libia. Los equipos de MSF trabajaron en algunos de estos centros de detención, de 2016 a 2023. Presenciaron y documentaron condiciones de vida deplorables, lo que permitió la fácil propagación de enfermedades transmisibles.

En diciembre de 2023, MSF publicamos un informe en el que alarmamos sobre las denuncias de golpizas, trata de personas, agresiones sexuales y torturas hacia pacientes. Entre enero de 2022 y julio de 2023, los equipos médicos de MSF en los centros de detención diagnosticaron y trataron 58 casos de tuberculosis (TB). En un caso, abogaron por la liberación de un paciente adulto con tuberculosis y desnutrición grave. Pesaba menos de 40 kg y no podía recibir la atención adecuada mientras estuviera detenido.

En Níger, Serbia y Túnez, se observan patrones similares de violencia externalizada por parte de la Unión Europea y la negación del acceso a la atención sanitaria básica y a la seguridad de las personas migrantes y refugiadas. Sin embargo, esta violencia también es clara y está bien documentada dentro de las fronteras de la Unión Europea.

“Le dije al médico ‘quiero quedarme aquí, estoy buscando asilo’, pero me respondió: ‘Honestamente, no sé qué te va a pasar’, y los guardias fronterizos vinieron al hospital y me metieron en una prisión durante tres horas. Y después de eso, volví a la frontera”, explicó un paciente de MSF en Bielorrusia.

La práctica de repetidas deportaciones en países como Polonia, Grecia, Bulgaria y Hungría ha sido documentada por MSF. Con más de 2,000 kilómetros de muros fronterizos y vallas diseñadas para mantener a las personas fuera de la Unión Europea, que frecuentemente están cubiertas con alambre de púas y reforzadas por cámaras de vigilancia y drones.

La arquitectura física de las políticas de dispersión de la UE, causa lesiones que son tratadas por los equipos médicos de MSF. Ejemplo de ello, se encuentran en las fronteras entre Polonia -Bielorrusa y Serbia – Hungría. Esta arquitectura se complementa con diversas autoridades encargadas de hacer cumplir la ley. Cuyas violentas deportaciones contra quienes buscan seguridad, incluyendo el trato degradante, han dado lugar a lesiones físicas y trastornos de estrés postraumático.

Con frecuencia, las personas que buscan refugio en países europeos ya han experimentado la violencia antes de llegar a Europa. En Palermo, Italia, de los 57 pacientes atendidos entre enero y agosto de 2023, el 61% denunció haber sido torturado en Libia. Mientras que el 58% dijo ser sometido a tortura en un centro de detención. El trastorno de estrés postraumático fue altamente prevalente entre estos pacientes.

Además de bloquear la entrada a la Unión Europea por tierra, los Estados miembros de la UE también se retiraron de su obligación de brindar asistencia a las personas en peligro en el mar.

Delegar responsabilidades de rescate a guardacostas fuera de la UE y la interrupción de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo hacen que los naufragios y las muertes evitables se conviertan en tragedias cotidianas.

“La decisión de permitir y promover políticas de violencia y privación contra las personas refugiadas y migrantes, en lugar de buscar soluciones políticas, debería incentivar la conciencia colectiva. En cambio, vemos a los líderes de la Unión Europea redoblar e incluso celebrar políticas inhumanas en gritos de guerra políticos. Esto contradice directamente los valores fundamentales que la UE dice defender”.

– Julien Buha Collette, Jefe del Equipo Operativo de MSF

La Unión Europea y sus Estados miembros deben cambiar urgentemente de rumbo. Aplicar soluciones significativas a la situación en lugar de ver a las personas migrantes y refugiadas a través de una lente puramente de seguridad y trabajar para deshumanizar a las personas.

Esto requiere un cambio urgente y fundamental de dirección para abordar las causas de las personas en movimiento, que durante demasiado tiempo ha dado lugar a muertes sin sentido, lesiones y traumas a largo plazo entre las personas que buscan seguridad y protección en las fronteras de la Unión Europea.

Aquí puedes ver el informe Muerte, desesperación y abandono: los costos humanos de las políticas migratorias de la Unión Europea (en inglés)