Ni comida suficiente ni refugio: alertamos de la situación crítica en Roberto Payán, Colombia

Desde el 7 de mayo más de 5,200 personas han tenido que abandonar sus hogares y se han desplazado a San José, cabecera municipal de Roberto Payán, en Colombia. Ofrecemos servicios de salud mental, detección temprana de enfermedades y realizamos donaciones de productos para ayudar a responder a sus necesidades básicas más urgentes.

Ni suficiente comida, ni lugar digno para dormir. Un mes después de que llegaran las primeras personas desplazadas por enfrentamientos entre grupos armados desde las zonas rurales a San José, cabecera del municipio de Roberto Payán, la respuesta a las necesidades más básicas de las y los afectados sigue siendo tardía y deficiente.
 
Una situación que no sólo se evidencia en este municipio, sino en los desplazamientos y confinamientos derivados del conflicto armado existentes en Magüí Payán, Barbacoas y Tumaco
 
“Desde el 7 de mayo más de 5,200 personas han tenido que abandonar sus hogares y alojarse en albergues improvisados, casas de familiares y amigos en San José, la cabecera municipal de Roberto Payán. Desde hace un mes venimos constatando cómo, a pesar de los esfuerzos de la administración, todavía centenares de personas aún no tienen garantizada su alimentación básica, ni condiciones dignas para dormir”, explica Luis Argote, coordinador de actividades de MSF en la zona. "la provisión de agua, higiene y saneamiento básicos es un factor de preocupación y una de las necesidades más urgentes".
 
Nuestro equipo ha realizado donaciones de más de 2,350 colchonetas, sábanas y mosquiteras, tanques para almacenamiento de comida, elementos de cocina y equipos de higiene; también ofrece servicios de salud mental y detección temprana de enfermedades y ha realizado más de 20 referencias al hospital. Asimismo, facilita la recolección y purificación de agua para la población, para que ésta pueda mantener una higiene y saneamiento básicos.
 
 
 
 
Las principales afectaciones en salud son enfermedades respiratorias y digestivas agudas en niñas y niños, malaria y dengue, mientras que las enfermedades crónicas sin atención incluyen patologías de salud mental. Entre ellas se encuentran afectaciones moderadas y severas bien por haber sido testigos de violencia, o por las condiciones de desplazamiento, o por la desaparición forzada y pérdida de contacto con familiares.
 
“La situación se agrava si tenemos en cuenta que el número de contagios de COVID-19 en el departamento y en la sub-región del Telembí ha aumentado significativamente, así como los casos de malaria y dengue. Debemos recordar que estas últimas dos enfermedades pueden ser prevenibles”, explica Argote, “es inadmisible que a esta población se le mantenga en esta situación lamentable por más tiempo”. 
 
Alertamos que el número de personas desplazadas podría incrementarse en los próximos días y reiteramos nuestro llamado al gobierno y Agencias Humanitarias a que garanticen urgentemente el acceso a estas comunidades a la salud, alimentación, agua, higiene y saneamiento, albergue y protección. 
Compartir