Pedimos ayuda internacional urgente para los refugiados sudaneses en Chad

El alojamiento y los servicios básicos en los campos son insuficientes para las más de 350,000 personas que han llegado huyendo del conflicto en Sudán. Por eso desde MSF pedimos ayuda internacional urgente para los refugiados sudaneses en Chad ante la inminencia de una grave crisis.

MSF responde a la emergencia por el desplazamiento de personas de Sudán a Chad
Población refugiada de Sudán en Adré, este de Chad Refugiados sudaneses esperan consultas con personal de enfermería de MSF para recibir apoyo nutricional. © MSF

Más de 358,000 personas refugiadas de Sudán han llegado a la ciudad fronteriza de Adré, en el este de Chad huyendo del conflicto de Sudán. Se están levantando campos de refugiados, pero el alojamiento y los servicios básicos disponibles en los campos son totalmente inadecuados para cubrir las necesidades de las personas que llegan.

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) llamamos a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias para que atiendan urgentemente las necesidades esenciales de las personas que tratan de ponerse a salvo a fin de evitar una catástrofe.

“Estamos presentes en tres campos para población refugiada, a los que llegan aproximadamente 2,000 personas al día”, explica Susana Borges, coordinadora de Emergencias de MSF en Chad. “Los campos en esta zona ya están al máximo de su capacidad, al igual que los refugios temporales de tránsito. Así que las personas refugiadas están siendo trasladadas a otros lugares alejados de la ciudad, donde se siguen construyendo nuevos campos”, afirma Borges.

“Pero estos campos no están preparados para acoger a todas las personas refugiadas que han sido reubicadas. Las personas están expuestas a un sol y una lluvia inclementes, con alimentos, agua e incluso utensilios de cocina insuficientes. Hay enormes necesidades y muy pocos recursos”, concluye.

MSF responde a la emergencia por el desplazamiento de personas de Sudán a Chad
Una vista de las estructuras temporales establecidas en Camp Ecole. El campo alberga a 150,000 personas refugiadas. Chad, agosto de 2023.
© MSF

 

En un solo campo de Adré, Camp Ecole, hay 150,000 personas refugiadas. Desde MSF mantenemos una sala de pediatría de 250 camas en el hospital de Adré, y en Camp Ecole hay una clínica de MSF con 38 camas y una ambulancia para las derivaciones de pacientes.

La clínica está continuamente llena, con una promedio de 400 consultas al día. La tasa de desnutrición es alarmante. En Camp Ecole se registraron 351 pacientes con desnutrición, pero algunos de ellos no pueden continuar su tratamiento porque han sido reubicados. Los equipos de MSF intentamos localizarlos, pero la rápida reubicación lo hace muy complicado.  

Médicos Sin Fronteras hemos emplazado tres pozos en Camp Ecole e instalarán más si más personas siguen cruzando la frontera. También estamos distribuyendo agua potable en camiones por los campos, pero la magnitud de las necesidades es mucho mayor de lo que podemos suministrar. La grave escasez de agua en los campos de Ambelia y Ourang obliga a la gente a formarse desde las dos de la madrugada. 

La temporada de lluvias ha llegado a Chad, lo que trae consigo un gran aumento de la malaria y el acceso a determinadas zonas se convierte en todo un reto. En solo una semana, la clínica de MSF en Camp Ecole registró 956 casos de malaria, casi el triple que la semana anterior. 

“La gente llega en situaciones sanitarias realmente preocupantes porque no tienen acceso a alimentos y viven en condiciones muy precarias, explica Trish Newport, responsable de emergencias de MSF. “Sabemos, por crisis anteriores, que toda esta lluvia conlleva el riesgo de enfermedades diarreicas como el cólera. En estas condiciones, nos preocupan enormemente los brotes de enfermedades que podrían producirse si no se amplía urgentemente la respuesta humanitaria”, alerta Newport.

MSF responde a la emergencia por el desplazamiento de personas de Sudán a Chad
Población refugiada de Sudán, en un sitio de distribución de agua de MSF en el este de Chad. © MSF

 

En un país donde ya había un millón de personas viviendo como refugiadas o internamente desplazadas, esta última ola de refugiados del oeste de Sudán ha puesto aún más a prueba los recursos disponibles. Los precios de los alimentos han subido en Adré, y la mayoría de los recién llegados no pueden permitirse comprar comida. Esta situación también afecta a la población local, ya que el costo de vida ha aumentado mientras que los ingresos siguen estancados.

Es crucial que los donantes internacionales movilicen recursos para hacer frente al déficit de ayuda humanitaria. Desde Médicos Sin Fronteras hacemos un llamado a la comunidad internacional para que proporcione urgentemente refugio, alimentos, agua, saneamiento y servicios de salud y protección a las miles de personas que han huido de niveles indescriptibles de violencia y han perdido sus hogares, sus medios de vida y a sus seres queridos en Sudán.

Una respuesta humanitaria oportuna y suficiente es su única esperanza de sobrevivir a otra catástrofe.

 

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