Radiografías de la violencia contra niños y niñas en Sudán

Algunos procedimientos de cirugía no son posibles por el bloqueo de material quirúrgico y la peligrosidad de las rutas impide derivar pacientes a otros centros.

Sus cuidadores lo llevaron al Hospital con una herida de bala. Recibió un impacto de bala perdida en el pecho mientras dormía una siesta en Jartum, Sudán.
Radiografía de Riyad de 18 meses. Recibió un impacto de bala perdida en el pecho mientras dormía una siesta en Jartum, Sudán. © MSF

Uno de cada seis pacientes con heridas de guerra atendidos en el Hospital Universitario de Bashair, en el sur de Jartum, Sudán, desde enero de 2024 tiene menos de 15 años, según los datos recabados por Médicos Sin Fronteras (MSF). Muchos han sufrido lesiones por heridas de bala, explosiones y metralla. El personal médico también está preocupado por el aumento de niños y niñas que llegan al hospital con desnutrición grave.

Los equipos de MSF que trabajan junto al personal del hospital han tratado a 4,214 pacientes con traumatismos causados por la violencia, incluyendo heridas de bala y explosiones. De ellos, el 16% son niños y niñas menores de 15 años. El Hospital Universitario de Bashair es uno de los últimos hospitales en funcionamiento del sur de Jartum. El centro brinda atención quirúrgica y de urgencias, así como servicios de atención materna.

“Riyad, un bebé de 18 meses, fue trasladado a urgencias después de que una bala perdida impactara en su costado derecho mientras dormía la siesta en casa de su familia”, explica el Dr. Moeen*, jefe del equipo médico de MSF.

“El equipo médico luchó durante cuatro horas para estabilizarlo. Debido a la gran pérdida de sangre, las probabilidades de que sobreviviera a la operación eran del 50%”.

 

Sus cuidadores lo llevaron al Hospital con una herida de bala. Recibió un impacto de bala perdida en el pecho mientras dormía una siesta en Jartum, Sudán.
Radiografía de Riyad de 18 meses con herida de bala. Recibió un impacto de bala perdida en el pecho mientras dormía una siesta en Jartum, Sudán. © MSF

 

El equipo pudo detener la hemorragia, pero la bala sigue alojada en su pecho. No está claro cuánto tiempo pasará antes de que se pueda hacer algo al respecto. El hospital no dispone de capacidades quirúrgicas avanzadas, en parte debido al bloqueo sistemático del envío de material quirúrgico desde octubre del año pasado. También es muy complicado derivar pacientes fuera de la zona ya que las rutas de transporte están destruidas o son demasiado peligrosas. Riyad es uno de los 314 niños y niñas tratados por heridas de bala (201 menores) y explosión (113) en 2024.

Los bloqueos deliberados en el envío de suministros médicos y medicinas también se traducen en que algunos procedimientos, como el tratamiento de quemaduras graves, no son posibles. Esto resulta preocupante, ya que en la ciudad no queda ningún centro de quemados en pleno funcionamiento y las víctimas civiles de las detonaciones de bombas son cada vez más numerosas.

A finales de octubre, en un solo día, más de treinta heridos de guerra fueron derivados al Hospital de Bashair. Esto tras una explosión en un mercado situado a menos de un kilómetro del centro. Doce de los ingresados en urgencias eran menores de 15 años. Muchos habían sufrido quemaduras y heridas por traumatismos. Una niña de 20 meses llegó con una herida de guerra en la cabeza, resultó alcanzada por metralla. Mientras el equipo la colocaba con cuidado en la mesa de rayos X, parte del frágil cráneo de la pequeña se desprendió y cayó sobre la mesa. “Casos como éste son frecuentes”, explica el Dr. Moeen. “Por suerte, esa niña sobrevivió. Otros no tienen tanta suerte”.

El Dr. Moeen revela que este tipo de sucesos, en los que un gran número de pacientes llegan en un breve espacio de tiempo, son cada vez más frecuentes a medida que se intensifican los combates en la ciudad. Los pocos hospitales que siguen funcionando están sometidos a una enorme presión y el personal médico se esfuerza por atender todas las necesidades.

 

Radiografía de una niña de 20 meses con herida de guerra. Fue alcanzada por metralla después de que la explosión de una bomba arrasara el vecindario.
Radiografía de una niña de 20 meses con herida de guerra. © MSF

 

Niños, niñas y mujeres embarazadas con desnutrición aguda

Al mismo tiempo, el hospital ha empezado a registrar un aumento del número de niños, niñas y mujeres embarazadas que llegan al hospital con desnutrición aguda. Sin tratamiento, la desnutrición aguda puede poner en peligro la vida. De las 4,186 mujeres y niños examinados por desnutrición entre el 19 de octubre y el 8 de noviembre de 2024, más de 1,500 (35%) sufrían desnutrición aguda grave y 400 desnutrición moderada.

“Estas cifras de violencia y desnutrición muestran la pesadilla que está viviendo la población, incluyendo los niños y las niñas, en Jartum. Las partes en conflicto deben garantizar la protección de la población civil. Debe permitirse que los suministros médicos lleguen a todos los hospitales de Sudán”, reclama Claire San Filippo, coordinadora de emergencias de MSF.

 

Desde el estallido del conflicto en abril de 2023, más de medio millón de personas han buscado atención médica en hospitales, centros de salud y clínicas móviles de todo Sudán apoyados por MSF. Brindamos apoyo y trabajamos en más de doce centros de salud en zonas afectadas por el conflicto. Incluyendo Jartum, escenario de intensos enfrentamientos desde el inicio de la guerra. Entre enero y septiembre de 2024, nuestros equipos atendieron a  6,557 personas heridas de guerra en todos sus centros médicos de Sudán. Con más de once millones de personas desplazadas, Sudán se ha convertido en la mayor crisis de población desplazada reciente. Médicos Sin Fronteras estamos presentes en 11 de los 18 estados para brindar ayuda médica gratuita a quienes más la necesitan.

 

*Nombre cambiado para proteger la identidad de la persona.

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