Refugiados rohingya sufren por la falta de tratamientos para la hepatitis C  

Hepatitis C en los campos Rohingyas en Bangladesh
El personal de MSF recoge muestras de sangre de un paciente para realizar una prueba de diagnóstico rápido de hepatitis C. Cox's Bazar, Bangladesh. © Abir Abdullah/MSF
  • Una reciente encuesta de MSF en los campos para personas refugiadas rohingya en Bangladesh ha encontrado que casi una de cada cinco personas examinadas para la hepatitis C tiene una infección activa.  
  • La falta de capacidad en los campos de Cox’s Bazar, Bangladesh, implica que la población rohingya con hepatitis C se queda sin tratamiento y sin posible cura. 
  • Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) hacemos un llamado para que se realice un esfuerzo humanitario coordinado en el campo para implementar una campaña de prueba y tratamiento a gran escala. 

Un estudio realizado por Médicos Sin Fronteras (MSF) indica que casi el 20% de las personas refugiadas de la población rohingya, examinadas en los campos de Cox’s Bazar en Bangladesh, tienen una infección activa de hepatitis C. 

La hepatitis C es una enfermedad que puede permanecer latente durante mucho tiempo en las personas infectadas. Si no se trata, puede atacar el hígado y provocar complicaciones graves o incluso fatales. Generalmente cirrosis o cáncer de hígado, con un mayor riesgo de desarrollar varias condiciones, incluyendo diabetes, depresión y fatiga severa. 

En los campos, las personas tienen opciones de diagnóstico y tratamiento muy limitadas. Es por eso que desde Médicos Sin Fronteras hacemos un llamado a que se establezca un esfuerzo humanitario conjunto para combatir la enfermedad entre este grupo de personas apátridas que ya están privadas de derechos básicos y dependen en gran medida de la ayuda para sobrevivir. 

Hepatitis C en los campos Rohingyas en Bangladesh
Personal de MSF brinda asesoramiento a pacientes que padecen hepatitis C. Cox’s Bazar, Bangladesh. © Abir Abdullah/MSF

 

La población rohingya, sin acceso a la salud  

Frente a la afluencia de pacientes con hepatitis C en los campos de Cox’s Bazar en los últimos años, el centro de epidemiología e investigación de MSF realizó una encuesta de 680 hogares en siete campos entre mayo y junio de 2023. Los resultados muestran que casi un tercio de las personas adultas en los campos han estado expuestas a la infección de hepatitis C en algún momento de sus vidas. El 20% tiene una infección activa de hepatitis C. 

“Al ser una de las minorías étnicas más perseguidas del mundo, la población rohingya ha estado pagando el precio durante décadas por la falta de acceso a la atención médica y a prácticas médicas seguras en su país de origen”, dice Sophie Baylac, jefa de misión de MSF en Bangladesh. “El uso de equipos médicos no desinfectados, como jeringas, usadas en prácticas de atención médica alternativa en la comunidad de personas refugiadas, podría explicar la transmisión potencial continua y la alta prevalencia de hepatitis C entre la población que vive en los campos”. 

Hepatitis C en los campos Rohingyas en Bangladesh
Paciente recibe medicamentos para la hepatitis C en la farmacia de MSF en Jamtoli. Campo de refugiados rohingya. © Abir Abdullah/MSF

 

Más casos de los que se pueden tratar 

La extrapolación de los resultados de este estudio a todos los campos sugiere que una de cada cinco personas adultas está actualmente viviendo con una infección de hepatitis C. En total, se estima que 86,000 personas requieren el tratamiento para curarse. 

“Nuestros equipos tienen que rechazar a pacientes con hepatitis C todos los días, porque las necesidades de atención supera la capacidad de nuestra organización sola”, dice Baylac. “Casi no hay otras alternativas disponibles y accesibles para estos pacientes fuera de nuestras clínicas en los campos. Este es un callejón sin salida para una comunidad apátrida privada de los derechos más básicos, que ya se enfrenta a callejones sin salida en todas las áreas de su vida diaria”. 

El acceso al diagnóstico y tratamiento es inadecuado en muchos países de ingresos bajos y medios, y esto convierte a la hepatitis C en una amenaza potencial para la salud pública. Sin embargo, los medicamentos antivirales de acción directa pueden curar a más del 95% de las personas infectadas.  

En los abarrotados campos de refugiados de Cox’s Bazar, el acceso al diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C es casi inexistente. MSF hemos sido el único proveedor de atención para la hepatitis C allí durante cuatro años. Sin embargo, la necesidad de tratamiento es extremadamente alta. 

“Las personas refugiadas no tienen permitido trabajar legalmente ni salir de los campos”.

“La mayoría de los refugiados simplemente no pueden ser curados y recurren a métodos alternativos de atención, que no son efectivos y no están exentos de riesgos para su salud”.

“Aplaudimos el anuncio de la Organización Mundial de la Salud, la Organización Internacional para las Migraciones y Save The Children de que se tratarán a 900 pacientes con hepatitis C en dos centros de salud en los campos. Este es un paso importante en la dirección correcta”, dice Baylac. 

Hepatitis C en los campos Rohingyas en Bangladesh
El personal de MSF está trabajando en el laboratorio del Hospital en la colina de Ukhiya, Cox’s Bazar, Bangladesh. © Abir Abdullah/MSF

 

Diagnosticar y tratar la hepatitis en los campos de personas refugiadas 

Sin embargo, se necesita una campaña de prevención a gran escala de diagnóstico y tratamiento para limitar efectivamente la transmisión del virus y evitar complicaciones hepáticas graves y muertes. Para esto, se requerirá la participación y determinación de quienes coordinan la respuesta humanitaria en los campos de Cox’s Bazar 

“Cada generación de personas refugiadas que vive en los campos está afectada por la hepatitis C”, afirma Baylac. “Corren el riesgo de complicaciones hepáticas graves, que no son tratables en entornos del campo, y pueden morir a pesar de la existencia de un tratamiento muy efectivo, bien tolerado y amigable para el paciente, que además puede ser económico”. 

Las directrices de la Organización Mundial de la Salud y los modelos simplificados de atención utilizados por nuestros equipos en contextos similares han demostrado ser efectivos en la ampliación del tratamiento para la hepatitis C con muy buenos resultados en entornos humanitarios y de bajos recursos. 

En los últimos dos años, también hemos apoyado al Ministerio de Salud de Bangladesh en la redacción de directrices clínicas nacionales para el tratamiento de la hepatitis C. En MSF estamos listos para continuar trabajando con las autoridades nacionales y las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales para implementar actividades de prevención y promoción de la salud a gran escala. Así como una campaña masiva de diagnóstico y tratamiento en todos los campos de Cox’s Bazar para limitar la transmisión del virus y tratar a tantas personas como sea posible lo más rápido posible. 

Hepatitis C en los campos Rohingyas en Bangladesh
Un enfermero de MSF, prepara una vacuna para registrar al paciente en la clínica Jamtoli de MSF. © Abir Abdullah/MSF

 

 

Una tableta al día durante tres meses 

Desde octubre de 2020, MSF ha estado brindando pruebas, diagnóstico y tratamiento gratuitos para la hepatitis C a la población refugiada en Cox’s Bazar, en dos de nuestras instalaciones de salud en los campos (Jamtoli Clinic and Hospital on the Hill). Desde octubre de 2020 hasta mayo de 2024, más de 12,000 personas con sospecha de infección activa de hepatitis C han sido examinadas por MSF con la máquina de diagnóstico llamada GeneXpert.  

Más de 8,000 pacientes con infección activa confirmada han recibido tratamiento en las instalaciones de MSF. Debido al alto número de pacientes con VHC, poco después del inicio del programa, nuestros equipos limitaron y establecieron criterios de admisión basados en pacientes mayores de 40 años, ya que nuestra capacidad para absorber las necesidades de atención de las personas con hepatitis C alcanzaba rápidamente su capacidad. El programa de tratamiento que gestionamos en MSF tiene una capacidad máxima de 150 a 200 nuevos pacientes que requieren tratamiento por mes. 

A través de nuestra campaña ‘No más de $5”, hemos estado presionando a la farmacéutica Cepheid y a su empresa matriz Danaher, para que reduzcan el precio de la prueba de carga viral de hepatitis C GeneXpert, utilizada para diagnosticar la hepatitis C. La prueba se vende actualmente a países de ingresos bajos y medios a 15 dolares cada una. Esto es más de tres veces lo que la investigación comisionada por MSF ha mostrado que las pruebas podrían costar para producirse y venderse con un beneficio, que sería de 5 dolares cada una. 

Tras la presión de la campaña, en septiembre de 2023, Danaher anunció que reduciría el precio de la prueba estándar de tuberculosis de 10 a 8 dólares cada una. Sin embargo, Danaher continúa cobrando al menos el doble de ese precio por pruebas para otras enfermedades, incluida la hepatitis C.

Hepatitis C en los campos Rohingyas en Bangladesh
El personal de MSF revisa la presión arterial de un paciente rohingya en la clínica Jamtoli de MSF. © Abir Abdullah/MSF

 

Médicos Sin Fronteras pedimos a Cepheid y Danaher que reduzcan el precio de todas las pruebas a 5 dólares para que más personas puedan acceder a esta prueba diagnóstica. Lo que podría llevar a un tratamiento que salva vidas. Especialmente a personas vulnerables como los refugiados en los campos de Cox’s Bazar en Bangladesh. 

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