Respondemos a brotes simúltaneos en tres regiones de Kenia

Como medida deprevención de la malaria, as personas se forman durante la distribución de mosquiteros en la aldea de Nasorot en Baringo, Kenia.
Para mejorar la prevención de la malaria, MSF distribuye mosquiteros a las comunidades. Baringo, Kenia 2024. © Lucy Makori/MSF

Tres emergencias han sacudido varias regiones de Kenia, caracterizadas por condiciones climáticas extremas. Lo que llevó a los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) a responder a los tres brotes simultáneos. Los equipos de MSF están haciendo frente a brotes de malaria en los condados de Baringo y Turkana relacionados con las recientes lluvias torrenciales. Y de sarampión en el condado de Marsabit. La población de estas regiones áridas o semiáridas a menudo tienen dificultades para acceder a la atención médica debido a las largas distancias para llegar a los centros de salud, el alto costo del transporte y la dificultad del camino. Las tres regiones también sufren una grave escasez de personal médico cualificado.

 

Baringo, región del Valle del Rift

Partes del condado de Baringo han experimentado una sequía prolongada, seguida de fuertes lluvias. El agua estancada que dejaron las lluvias sirvió de caldo de cultivo para los mosquitos Anopheles, que propagan la malaria. Esto creó condiciones favorables para un aumento de los casos de malaria a partir de agosto. Además de un aumento de personas ingresadas en hospitales con malaria complicada, que puede ser mortal.

Los servicios de salud locales han tenido dificultades para hacer frente a la situación debido a la escasez de personal médico, la falta de pruebas de diagnóstico y tratamiento para la malaria. Además de los desafíos geográficos que presenta la zona montañosa y con pocas carreteras accesibles.

 

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“El acceso a la atención sanitaria en esta zona es bastante difícil, ya que algunas personas no tienen instalaciones sanitarias en un radio de 40 kilómetros”, afirma el director nacional de MSF, el Dr. Edi Atte. “Esto significa que las personas retrasan la búsqueda de atención hasta que su condición se vuelve crítica”.

Además, hacía cinco años que no se realizaban actividades de prevención de la malaria en la zona, lo que agravaba la emergencia sanitaria. “La mayoría de las personas con malaria grave procedían del barrio de Silale, una zona que no ha realizado actividades de prevención de la malaria desde 2019. MSF tratamos a 3,035 personas por malaria”, explica el Dr. Atte.

“Casi todos los hogares tienen un caso de malaria”, afirma Evalyn Lochomo, madre de seis hijos de la aldea de Nasorot, Baringo. “Por la distancia al hospital y debido al terreno, hemos perdido muchos niñosy niñas alo largo de esta carretera, en este bosque, donde tuvieron que dejar [sus cuerpos] en los arbustos debido a la malaria y la diarrea. Las principales razones [de las muertes] son ​​la distancia al hospital y la incapacidad de las personas para pagar el transporte”.

Con el fin de evitar estas muertes innecesarias, los equipos de MSF trabajan con el Ministerio de Salud de Baringo en la gestión de clínicas móviles en la región. Acercamos la atención médica a las personas que viven en comunidades remotas. MSF capacitamos a 26 promotores de salud comunitarios para realizar pruebas de malaria a las personas dentro de su comunidad local y derivar a quienes lo necesitaban para recibir tratamiento. Médicos Sin Fronteras distribuimos 8,800 mallas mosquiteras para ayudar a prevenir la malaria, así como pastillas purificadoras de agua, jabón y bidones para ayudar a prevenir enfermedades transmitidas por el agua y promover buenas prácticas de higiene.

Los seis hijos de Evalyn recibieron tratamiento contra la malaria en la clínica móvil de MSF, que también proporcionó a la familia mosquiteros para protegerlos de las picaduras de mosquitos por la noche. “Todos mis hijos han tenido malaria”, dice Evalyn. “Agradezco que todos hayan recibido tratamiento en las clínicas móviles y que ahora tengamos mosquiteros”.

 

La promotora de salud comunitaria, Elizabeth Lowiale, examina a Kang’usu Domong’iro, de 3 años, para detectar malaria en su casa mientras su madre, Cheparkeno Domong’iro, observa. Baringo, Kenia.
La promotora de salud comunitaria de MSF examina a Kang’usu Domong’iro, de 3 años, para detectar malaria entre su familia. Baringo, Kenia 2024. © Lucy Makori/MSF

 

Turkana Oeste, norte de Kenia

En Turkana Occidental, en el norte de Kenia, ocho de cada 10 personas dieron positivo por malaria en su punto máximo en septiembre. MSF iniciamos una respuesta en 16 aldeas de la zona de Kalobeyei. Tratamos a 1,909 niños, niñas y adultos contra la malaria, además de brindar 2,992 consultas ambulatorias y personal sanitario adicional. También enviamos personal adicional al dispensario de Ngiitakito en Lodwar. Donde también ayudamos a mejorar las medidas de prevención y control de infecciones para una mejor gestión de los casos de malaria.

El equipo de MSF en Turkana Occidental también se centró en proporcionar mosquiteros a hogares que no los habían recibido anteriormente. “Esta zona tuvo intervenciones de prevención de la malaria en el pasado reciente”, afirma Lili-Marie Wangari, coordinadora de emergencias de MSF. “Estamos ayudando a identificar aquellos hogares a los que no llegaron los mosquiteros durante la última distribución realizada por las autoridades sanitarias”.

Dado que la mayoría de los pacientes con malaria tienen entre cinco y 15 años, el equipo de MSF también instaló 350 mallas mosquiteras en un internado local.

 

Personal de Médicos Sin Fronteras muestra a los miembros de la comunidad cómo usar las mallas mosquiteras. País Kenia 2024.
Personal de MSF muestra a los miembros de la comunidad cómo usar las mallas mosquiteras, para prevenir la malaria. Kenia 2024. © Lucy Makori/MSF

 

Marsabit, norte de Kenia

Tras un brote de sarampión en agosto en Illeret, MSF trabajamos con el Ministerio de Salud para realizar una vacunación masiva dirigida a niños y niñas de entre nueve meses y 15 años. En colaboración con 12 promotores de salud comunitarios, hablaron con padres y madres para que trajeran a sus hijos e hijas para protegerles contra la enfermedad. Vacunaron a un total de 9,874 niños y niñas. Durante la campaña, el personal de MSF también identificó a niños con formas complicadas de sarampión. Por lo que proporcionaron tratamiento y remitieron a los centros de salud a pacientes que necesitaban atención especializada.

En Illeret, doce promotores comunitarios de salud, que viven dentro de estas comunidades, han desempeñado un papel decisivo en la movilización de la comunidad para mejorar el alcance de la vacunación de niños desde sus hogares.

Más allá del acceso a los centros de salud, los mecanismos para que los miembros de la comunidad y los voluntarios informen sobre eventos de salud pública dentro de estas comunidades son cruciales para la detección temprana de enfermedades y la vinculación con los centros para las poblaciones de estas áreas. Concluye Wangari.

 

Durante las tres respuestas de emergencia, los equipos de MSF trataron a 4,944 pacientes de malaria y brindaron otras consultas médicas ambulatorias a 8,118 personas.

  • Se vacunaron contra el sarampión 9,874 niños de entre 9 meses y 15 años y se identificaron y trataron 26 nuevos casos de sarampión.
  • 1,102 niños  y niñas, 386 mujeres embarazadas y lactantes fueron examinados para detectar desnutrición:

249 niños tenían desnutrición aguda moderada y 158 niños tenían desnutrición aguda.

  • Para la prevención de la malaria, 38 promotores de salud comunitarios y voluntarios participaron en la respuesta. Apoyaron en la detección de enfermedades a nivel comunitario y la prevención de la malaria.
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