Salud mental en Ucrania: “Queremos ayudar a las personas a comprender que sus síntomas son una respuesta normal a una situación anormal”

Raúl Manarte es gestor de actividades de salud mental para Médicos Sin Fronteras (MSF) en Ucrania. Ayudó a lanzar la respuesta de salud mental de MSF en las ciudades de Úzhgorod e Ivano-Frankivsk en el suroeste de Ucrania y Kropivnitski en el centro del país. En entrevista, Manarte describe cómo MSF está abordando las necesidades de salud mental en estas zonas a las que muchas personas han huido desde áreas más cercanas a la línea del frente.  

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Salud Mental en Ucrania 2022
Nuestros equipos de salud mental en un centro de recepción en Zaporiyia.

Raúl Manarte es gestor de actividades de salud mental para Médicos Sin Fronteras (MSF) en Ucrania. Ayudó a lanzar la respuesta de salud mental de MSF en las ciudades de Úzhgorod e Ivano-Frankivsk en el suroeste de Ucrania y Kropivnitski en el centro del país. En entrevista, Manarte describe cómo MSF está abordando las necesidades de salud mental en estas zonas a las que muchas personas han huido desde áreas más cercanas a la línea del frente.  

¿Cuál es la situación en las áreas donde organizaste la respuesta de salud mental de MSF?

Decenas de miles de los siete millones de personas desplazadas internamente, en su mayoría mujeres, niños, niñas y personas mayores; están transitando o estableciéndose en estas tres áreas. Las personas que huyen en busca de seguridad se asientan no solo en las ciudades sino también en las áreas rurales circundantes, por lo que hay muchos sitios diferentes con comunidades desplazadas. 

En las ciudades hay una mayor presencia de organizaciones no gubernamentales (ONG), mientras que en las zonas rurales, a menudo menos pobladas, hay menos servicios. Muchas personas decidieron adónde huir porque tienen familiares o amigos en la zona o porque hay refugios disponibles para ellas mientras se desplazan por Ucrania. Cada distrito o aldea suele tener un centro donde las personas internamente desplazadas pueden registrarse, y hay una lista de refugios, como escuelas o centros juveniles, donde hay habitaciones disponibles (en su mayoría compartidas). Estos lugares son administrados por autoridades gubernamentales con el apoyo de voluntarios y proporcionan frazadas, almohadas, medicamentos de primeros auxilios, alimentos y otros artículos esenciales. Sin embargo, la mayoría de las y los desplazados internos registrados se alojan en casas particulares.  

¿Cómo ha cambiado la guerra la vida de las personas en estos lugares más estables? 

Las ciudades se han vuelto más pobladas con la llegada de las personas desplazadas. También se escuchan sirenas, así que la gente se muda a los búnkeres. Se raciona el combustible, las personas hablan de bombardeos y muertes y, a veces, las emociones les desbordan. Están consumiendo muchas noticias, particularmente en sus teléfonos. Hay puntos de control en la carretera y toques de queda, y solo ves aviones militares en el cielo, no hay otros aviones. Otra señal de cambio es que los niños y niñas ya no asisten a la escuela en persona, solo toman clases en línea. 

A pesar de todos estos cambios, todavía hay cierta sensación de normalidad: las personas continúan realizando sus tareas diarias, riendo, cantando o acudiendo a trabajar. En general, cuanto más al este vayas, más cerca de las líneas del frente, mayor será la angustia. Y cuanto más recientemente ha huido una persona de una zona de conflicto, más probable es que haya estado expuesta a una posible experiencia traumática, como bombardeos, violencia o escasez de recursos. 

¿El sistema de salud local está preparado para abordar las necesidades de salud mental? 

En Ucrania hay muchas y muchos psiquiatras, pero la proporción de psicólogos por persona no es tan alta. Hay alrededor de 10 psiquiatras por cada 100,000 habitantes y 1 psicólogo por cada 100.000 habitantes, según datos de la OMS de 2020. Hay varios hospitales, muchos de ellos en zonas remotas, donde las personas pueden ser internadas durante largos periodos de tiempo para recibir atención psicológica, y tratan tradicionalmente los problemas psicológicos con medicamentos en lugar de hacerlo con terapia. 

Si bien no hay muchas psicólogas y psicólogos en el sistema de salud, hay muchos en los pueblos y distritos, pero no existe una organización formal ni acreditación en organismos colectivos. Algunos no están capacitados en primeros auxilios psicológicos y no existe un verdadero sistema de derivación de casos. 

En la parte oriental del país, las y los psicólogos tienden a tener más experiencia en emergencias debido al prolongado conflicto. Por lo tanto, los profesionales ubicados en áreas que reciben personas desplazadas internamente a menudo no tienen suficiente experiencia en el manejo del estrés agudo, y las redes de apoyo de salud mental dependen de voluntarios y voluntarias. Existe un estigma asociado con acudir a un profesional de la salud mental, que es común en muchas partes del mundo. 

¿Qué está haciendo MSF para apoyar? 

Durante las últimas semanas, hemos estado reclutando psicólogas y psicólogos, y ahora estamos comenzando a contratar trabajadores comunitarios de salud mental para que podamos ir de puerta en puerta para atender las necesidades en los albergues registrados y los asentamientos informales. 

Estamos capacitando a trabajadores de la salud de hospitales y policlínicos, y trabajadores sociales y voluntarios que trabajan en los albergues para desplazados internos en primeros auxilios psicológicos. Compartimos materiales de psicoeducación y les capacitamos en materia de habilidades de comunicación verbal y no verbal, sobre cómo lidiar con los síntomas de estrés agudo y sobre la detección de casos. También hay un componente de autocuidado porque, si bien las y los trabajadores de la salud centran sus prioridades en sus pacientes, también experimentan altos niveles de estrés. 

También estamos tratando directamente a las personas desplazadas internamente a través de grupos de psicoeducación y consultas individuales, ya sea en persona o por teléfono. Los trabajadores de salud que hemos capacitado nos remiten a los pacientes, también lo hacen psicólogos escolares o por medio de una línea directa, o incluso nos encuentran en los folletos que distribuimos en los refugios. Queremos ayudar a las personas a manejar mejor sus síntomas y ayudarles a comprender que sus síntomas son una respuesta normal a una situación anormal. 

¿Qué tipo de síntomas vemos en los pacientes? 

Vemos síntomas agudos de angustia, personas hiperreactivas al sonido y otras que están irritables o enojadas. Algunas personas tienen pensamientos intrusivos o flashbacks, por ejemplo, una persona puede recordar un ataque en su ciudad natal cada vez que suenan las sirenas. 

Muchas personas no están enfocadas en lo que sucedió, sino que están angustiadas por lo que puede suceder en el futuro. Algunas mujeres, por ejemplo, temen que sus esposos tengan que alistarse en el ejército. Otras personas están angustiadas porque su familia ya se fue del país y se sienten solas. Recuerdo a una mujer cuyo hijo está actualmente en Austria y su esposo está luchando en la región de Donbas. Los niños a veces muestran conductas agresivas o regresivas, como mojar la cama. 

También vemos personas que quieren ayudarse entre sí porque sienten la necesidad de ser útiles; hay otras que también sienten culpa por estar vivas, de no estar en la primera línea, por bailar y escuchar música, porque piensan que no es apropiado. 

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