Se necesita una respuesta humanitaria urgente para la crisis sin precedente en el noreste de la República Democrática del Congo

 

"Desafortunadamente, no es la primera vez que hay necesidades humanitarias importantes en el país", explica la Dra. Moussa Ousman, jefe de misión de MSF en la República Democrática del Congo. “Esta vez no solo estamos viendo un desplazamiento masivo debido a la violencia, sino también un brote de sarampión que se propaga rápidamente y una epidemia de Ébola que no muestra señales de menguar, todo al mismo tiempo. Es una situación sin precedentes”.

 

 

La violencia entre comunidades ha aumentado en Ituri desde diciembre de 2017, y la gran mayoría de las personas desplazadas ha necesitado urgentemente asistencia humanitaria, algunas de ellas durante más de un año. Desde octubre de 2018, MSF ha realizado tres sondeos sobre mortalidad en Drodro, Nizi y Angumu. Todas mostraron que las tasas de mortalidad en estas comunidades estaban muy por encima de los niveles de emergencia.

 

"Nuestros sondeos muestran que las personas están muriendo principalmente a causa de enfermedades prevenibles como la malaria, el sarampión y la diarrea", dice la Dra. Ousman. "Eso es muy preocupante, especialmente porque aún no ha sido posible realizar vacunaciones contra el sarampión debido al brote de Ébola en curso, y por el temor a una mayor propagación del Ébola. En colaboración con el Ministerio de Salud, estamos analizando qué estrategias innovadoras podemos implementar dadas las circunstancias, pero aquí se necesita con urgencia más ayuda para prevenir más muertes ".

 

MSF está apoyando al Ministerio de Salud local para brindar atención médica y responder a las necesidades más acuciantes de las personas desplazadas en Drodro, Nizi y Bunia. Nuestros equipos también están proporcionando agua potable, distribuyendo artículos de alivio y, además, están construyendo duchas y letrinas. Sin embargo, las necesidades más urgentes de miles de familias siguen sin ser cubiertas. 

 

MSF llama a escalar urgentemente la asistencia humanitaria a largo plazo para prevenir la pérdida de más vidas, y para garantizar que todas las personas que se han visto obligadas a huir tengan condiciones de vida dignas.