Se necesitan acciones concretas en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos

• Basándonos en nuestros años de experiencia en la lucha contra la resistencia a los medicamentos, instamos a los gobiernos a cumplir con los compromisos asumidos en la segunda Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la resistencia a los antimicrobianos.
• Los gobiernos deben tomar medidas audaces para lograr avances significativos en la lucha contra la resistencia a los medicamentos en todo el mundo.

En el marco de la segunda Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas (ONU) sobre la resistencia a los antimicrobianos* (RAM) que se celebra hoy jueves 26 de septiembre y en la que los líderes mundiales se reunen para acordar compromisos que permitan avanzar en la respuesta mundial a la RAM, Médicos Sin Fronteras (MSF) pedimos a los gobiernos que tomen medidas rápidas y audaces para traducir esta declaración política en avances significativos contra la resistencia a los medicamentos antimicrobianos.

Los avances en la lucha contra la RAM desde la primera declaración hace casi una década han sido insuficientes y desiguales, y los países de ingresos bajos y medios -y los contextos humanitarios, en particular- son los menos preparados para responder, a pesar de soportar la mayor carga de infecciones farmacorresistentes.

Basándonos en años de experiencia en la lucha contra la farmacorresistencia en todo el mundo, instamos a los gobiernos a basarse en los compromisos adquiridos y a adoptar un ambicioso conjunto de medidas de seguimiento para capacitar a los más afectados por la RAM para prevenirla, detectarla y responder a ella. La RAM es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y contribuyó a 4,95 millones de muertes solo en 2019, con estimaciones recientes que muestran que la amenaza sigue creciendo a tasas alarmantes, posiblemente contribuyendo a 8,2 millones de muertes anuales para 2050.

Vemos tasas alarmantes de infecciones resistentes a los medicamentos en muchos de los entornos humanitarios y de bajos recursos donde trabajamos, en gran parte porque los trabajadores de la salud no tienen lo que necesitan para prevenir, detectar y responder a la RAM. Dr. Christos Christou, Presidente internacional de MSF.

“La Declaración Política de la ONU sobre la resistencia a los antimicrobianos es un paso bienvenido hacia el fortalecimiento de la respuesta mundial a la RAM y expresa importantes aspiraciones de equidad y solidaridad mundial. Sin embargo, teniendo en cuenta la magnitud del reto que supone la RAM, y que pocos de los países más afectados han sido capaces de financiar e implementar planes de acción nacionales, el texto de la declaración debería haber sido mucho más concreto y ambicioso. Ahora la declaración debe ir más allá de las palabras sobre el papel: los gobiernos no solo deben promulgar y rendir cuentas de los compromisos que han adquirido, sino que también deben basarse en ellos y perfeccionarlos para garantizar que los entornos de bajos recursos y humanitarios no se queden atrás”, añade.

Los habitantes de los países de ingresos bajos y medios registran las tasas más elevadas de RAM y enfermedades infecciosas del mundo, pero son los que menos posibilidades tienen de acceder a la atención sanitaria, incluyendo los medicamentos, las vacunas y los diagnósticos que necesitan. En contextos humanitarios, hay otros factores que agravan la crisis de la RAM. Los conflictos o las catástrofes naturales, por ejemplo, pueden provocar lesiones traumáticas que pueden infectarse fácilmente y obligar a las personas a refugiarse en entornos sobrepoblados donde las bacterias resistentes pueden propagarse con facilidad.

En la declaración política, los gobiernos reconocieron la importancia de abordar la RAM en contextos humanitarios como aquellos en los que MSF trabajamos. Así como varias cuestiones que hemos destacado como prioridades clave para responder a la RAM. Sin embargo, los compromisos asumidos para abordar estas cuestiones deberían haber sido más valientes y haberse calibrado con mayor precisión para hacer frente a las desigualdades globales.

En Médicos Sin Fronteras recomendamos que los gobiernos se basen en estos compromisos y los perfeccionen de las siguientes maneras:

• El compromiso de la declaración de incluir a las comunidades afectadas y a las organizaciones humanitarias en la gobernanza de las plataformas y mecanismos para abordar la RAM debe ponerse ahora en práctica. Solo si se garantiza la participación inclusiva de estos grupos en las iniciativas mundiales contra la RAM podrá configurarse una hoja de ruta eficaz para llegar a los entornos más desatendidos. Por ejemplo, si llegara a crearse, el Panel Independiente de Evidencia para la Acción contra la RAM propuesto , debería adherirse a los principios de imparcialidad, transparencia y responsabilidad ante todos los países, y dar prioridad a la investigación en y para las comunidades más afectadas por la RAM. Esto es importante, porque las comunidades afectadas por conflictos, en situaciones frágiles y humanitarias, son más vulnerables a la resistencia a los antimicrobianos, pero la evidencia necesaria para orientar la respuesta en estos entornos es muy escasa.
• La declaración reconoce la necesidad de reforzar la capacidad de los laboratorios y se compromete a “mejorar el acceso al diagnóstico y a los cuidados”, pero este amplio compromiso debe ser más específico y preciso en los acuerdos de seguimiento y los marcos de rendición de cuentas para garantizar una disponibilidad ampliada y equitativa de laboratorios de microbiología de calidad garantizada. El acceso a los laboratorios de microbiología es una base fundamental para prevenir, detectar y controlar la RAM de forma más eficaz, pero muchos lugares con altas tasas de RAM no disponen de laboratorios de calidad.
• El compromiso de aumentar la financiación internacional y la asistencia técnica para que los países de ingresos bajos y medios puedan poner en marcha planes de acción nacionales para hacer frente a la RAM debe traducirse en una financiación más sólida y ambiciosa, ya que los 100 millones de dólares (85 millones de euros) propuestos actualmente para que el 60% de los países consigan planes financiados para hacer frente a la RAM en 2030 no son suficientes para abordar un problema sanitario de esta magnitud.
• El compromiso de garantizar un acceso oportuno y equitativo a herramientas médicas asequibles, incluyendo los antimicrobianos y las pruebas de diagnóstico, debe traducirse en acciones concretas. Las importantes brechas mundiales en el acceso a las herramientas médicas deben ser rastreadas y cuantificadas para guiar los esfuerzos para lograr un acceso más equitativo, y los recursos asignados en consecuencia tanto para las estrategias de acceso como para los programas de optimización de antimicrobianos. Además, cuando los gobiernos financian la investigación y el desarrollo de nuevos antimicrobianos, deben dar prioridad a las iniciativas públicas y sin ánimo de lucro, ya que facilitan el acceso, la gestión y la colaboración en la investigación. Los financiadores también deben incluir en los acuerdos condiciones previas que garanticen un acceso mundial equitativo a cualquier herramienta médica que se genere al proporcionar la financiación ‘de empuje’ y ‘de atracción’ que se pide en la declaración.