Sierra Leona: La atención sanitaria adecuada incluye el acceso a agua potable

En Tonkolili, Sierra Leona, brindamos atención a mujeres embarazadas y niños. Apoyamos el centro de salud en Mile 91 y 12 unidades periféricas en aldeas del distrito. También, trabajamos para garantizar acceso a agua potable.

Aminata Bangura utiliza una bomba manual para sacar agua de un pozo perforado por MSF, con su hijo atado a la espalda, en la aldea de Masiperr, distrito de Tonkolili, Sierra Leona. © Daniel García / MSF

La atención médica es más que el acceso a medicamentos y personal médico. El acceso agua potable y las prácticas de higiene saludables también desempeñan un papel en la promoción y el mantenimiento de la salud general de las personas.

De las 12 comunidades en las que Médicos Sin Fronteras (MSF) apoya a las unidades de salud periféricas en Tonkolili, Sierra Leona, siete no tenían agua potable. Carecían del líquido especialmente durante la estación seca, y la mayoría dependía de ríos y pantanos para obtener agua para las actividades diarias.

Una mujer sacando agua potable de un pozo en Sierra Leona. @ MSF

 

El acceso a agua potable en Sierra Leona, así como el saneamiento de agua son limitados. El 23% de la población del país no tiene acceso a servicios básicos de agua y aproximadamente el 58% utiliza fuentes de agua inseguras como ríos, presas y pozos de agua sin protección, según un informe de 2023 de UNICEF y el Instituto Nacional de Salud.

El acceso al agua potable es especialmente difícil en las zonas rurales del país, donde la mayoría de la gente depende de pozos excavados a mano y de agua superficial.

“Obtenemos el agua del pantano de nuestra granja o del río Pampana, que está a unos minutos de nuestro pueblo. Sabemos que el agua está sucia, es marrón. Pero no tenemos otra opción. Tenemos que beber, cocinar y bañarnos”,  Aminata, residente del pueblo de Masiperr.

Las comunidades han enfrentado varios brotes de enfermedades como sarna, fiebre tifoidea y diarrea debido al suministro inadecuado de agua potable y a prácticas antihigiénicas.

“La mayoría de la gente de estas comunidades utiliza un cubo para ir a buscar agua de estas fuentes y la deja allí durante unas horas, con la esperanza de que las partículas sólidas que flotan en el agua se depositen en el fondo”, explica Sheku Jabbie, supervisor de promoción de la salud de MSF en el distrito de Tonkolili. “Después de unas horas, el agua se vuelve clara y entonces la beben teniendo cuidado de no mover el cubo para que las partículas no floten hasta la superficie. Esta práctica se ha convertido en algo habitual”.

No siempre fue así. Hace unos años, muchas personas tenían acceso a pozos excavados a mano, construidos por personas de estas comunidades u organizaciones privadas, que proporcionaban agua durante todo el año. Pero ahora, debido a múltiples factores, incluido el cambio climático, los pozos no están tan llenos como antes durante la temporada de lluvias y están secos el resto del año.

“Solíamos recibir muchos casos de diarrea en la clínica y esto se debe al agua que se utiliza aquí en la comunidad”, dice Aminata Bangura, enfermera del Ministerio de Salud que trabaja en la unidad de salud periférica de Masiperr. “Incluso nosotros, los trabajadores de la salud, la usamos en la clínica, pero primero hervimos el agua o usamos filtros de agua. Estos filtros no son suficientes para abastecer a toda la comunidad”.

Aminata Bangura cargando un bidón de 20 litros con agua potable sobre su cabeza. Lleva en la espalda a su bebé para ir a su hogar en Masiperr, en el distrito de Tonkolili © Daniel García / MSF
Una mujer de Sierra Leona cargando un bidón de agua potable en Sierra Leona. © Daniel García / MSF

 

Nuestro trabajo para brindar agua potable

Para hacer frente a estos desafíos, MSF perforó siete pozos en el distrito de Tonkolili, equipados con bombas manuales. Esto fue junto a los centros de salud periféricos de las aldeas de Masengbeh, Foindu, Petifu Fulamasa, Makondu, Makeni Rokefullah y Masiperr, así como al lado de la clínica de Ester en el municipio de Mile 91. Los pozos se completaron en junio de 2024 y servirán como una fuente confiable y segura de agua potable durante años. Se perforaron durante la estación seca después de que se realizó un estudio geofísico para garantizar que estuvieran ubicados de manera óptima para producir agua potable y a una profundidad que garantizara que las comunidades tuvieran acceso al agua durante todo el año.

Se enviaron muestras de agua de cada pozo al Laboratorio Nacional de Calidad del Agua en Freetown para garantizar que sea segura para su uso. Los resultados mostraron que el agua cumplía con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para el agua potable segura.

¿Qué sigue ahora que existen los pozos de agua?

MSF ha comenzado a capacitar a los miembros de cada comunidad donde se construyeron pozos para reparar fallas menores. Las capacitaciones adicionales se centrarán en cómo operar y mantener los pozos. También se proporcionarán kits de herramientas de reparación, incluidas piezas de repuesto, a las comunidades. Dado que uno de los objetivos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos para fines de 2030, es necesario hacer más para apoyar este esfuerzo.

Guisantes de ojo negro lavados con agua extraída de un pozo perforado por MSF en la aldea de Masiperr, distrito de Tonkolili, Sierra Leona, para brindar agua potable a la población.
Frijoles lavados con agua extraída de un pozo perforado por MSF en la aldea de Masiperr, distrito de Tonkolili, Sierra Leona.

“Estos pozos pertenecen a la gente”, afirma Mohamed Kuyateh, supervisor de agua y saneamiento de MSF. “Están aquí para servirles durante mucho tiempo. Queremos que las comunidades estén equipadas para garantizar que los pozos puedan hacer eso”.

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