Sudán: 500 días de guerra y una respuesta humanitaria fallida

La amenaza de enfermedades prevenibles mediante vacunas entre los niños y niñas, como el sarampión, se cierne sobre ellos, mientras la guerra ha paralizado las campañas de inmunización.

Mujeres y niños caminan por el hospital de Médicos Sin Fronteras en Metche, Chad, tras huir de la guerra en Sudán. 7 de agosto de 2024.
se cumplen 500 días desde que Sudán comenzó a sufrir su peor crisis humanitaria hasta la fecha. © Finbarr O'Reilly/VII Foto

Hoy se cumplen 500 días desde que Sudán comenzó a sufrir su peor crisis humanitaria hasta la fecha. Es un momento vergonzoso para las organizaciones humanitarias internacionales y los donantes, que durante más de 16 meses no han podido brindar una respuesta adecuada a las crecientes necesidades médicas del país.

Desde la catastrófica desnutrición infantil hasta los brotes generalizados de enfermedades. Las fuertes restricciones impuestas por ambas partes en conflicto han limitado drásticamente las capacidades, incluyendo a Médicos Sin Fronteras (MSF) para entregar ayuda.

Los combates entre las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF), que comenzaron en Jartum, el 15 de abril de 2023, se han extendido por varias partes del país. Desencadenando una crisis humanitaria sin precedentes en Sudán. El conflicto ha dejado decenas de miles de personas muertas y heridas. Entre abril de 2023 y junio de 2024, en MSF tratamos a 11,985 heridos de guerra en los hospitales que recibieron apoyo. La violencia ha creado la mayor crisis de desplazamiento del mundo. Más de 10 millones de personas, o una de cada cinco personas en Sudán, se han visto obligadas a huir de sus hogares y muchas de ellas se enfrentan a desplazamientos repetidos, según la ONU.

 

Médicas de Médicos SIn Fronteras intentan reanimar a Haidara Atim, de 10 años, que sufría de bronquitis traqueal y shock séptico, en la unidad de cuidados intensivos del hospital de MSF en Metche, en el este de Chad.
El conflicto en Sudán ha dejado fuera de servicio a cerca del 80% de las instalaciones sanitarias. © Finbarr O’Reilly/VII Foto

 

Mientras las soluciones políticas para la crisis se tambalean, la desnutrición aumenta en un contexto de aumento de los precios de los alimentos y de falta de suministros humanitarios. Más allá de la catastrófica situación en el campo de Zamzam, en Darfur Norte, los centros de alimentación terapéutica para pacientes hospitalizados de MSF en otras zonas de Darfur, como El Geneina, Nyala y Rokero, están llenos de pacientes. Lo mismo ocurre en los campos de población refugiada en los que operamos en el este de Chad. Desde el inicio de la guerra hasta junio de 2024, tratamos a 34,751 niños con desnutrición aguda en Sudán.

Hoy en día, los niños y niñas mueren de desnutrición en todo Sudán. La ayuda que necesitan con más urgencia apenas llega y, cuando llega, a menudo se bloquea. – Tuna Turkmen, coordinador de emergencias de MSF en Darfur.

“En julio, por ejemplo, se impidió que los camiones con suministros de MSF llegaran a su destino en dos lugares diferentes de Darfur. Dos camiones fueron retenidos por RSF y uno fue capturado por hombres armados desconocidos”.

 

La situación también es complicada en el este y centro de Sudán

“En el sur de Jartum, MSF ha tenido que impedir durante muchos meses que sus hospitales recibieran suministros médicos y personal internacional. Cada vez, resulta más difícil proporcionar la atención médica que necesitan nuestros pacientes, incluyendo la atención de maternidad y de urgencias”, afirma Claire San Filippo, coordinadora de emergencias de MSF en Sudán.

 

Cirugías de emergencia en Sudán
Jessica Comi y Federica Iezzi extraen una bala de un paciente. © Ala Kheir

 

A los impedimentos impuestos o tolerados por las partes en conflicto, como la inseguridad, los obstáculos burocráticos y los retrasos o la denegación de permisos para llegar a las poblaciones afectadas, que han ralentizado considerablemente la respuesta humanitaria, ahora se suman los impedimentos naturales que dificultan también los desplazamientos de personal y suministros humanitarios.

La temporada de lluvias, un fenómeno anual que agrava las necesidades y complica los desplazamientos, está en su apogeo. Las fuertes lluvias han inundado los puntos de cruce y han arrasado carreteras y puentes críticos. Con el derrumbe del puente de Mornei en Darfur occidental, la única ruta vital que conecta Darfur central y meridional con Chad, desde donde llegan los suministros, millones de personas no podrán recibir asistencia por carretera.

Estamos viendo un repunte de los casos de malaria y enfermedades transmitidas por el agua, con brotes de cólera declarados en al menos tres estados. La amenaza de enfermedades prevenibles mediante vacunas entre los niños y niñas, como el sarampión, se cierne sobre ellos, mientras la guerra ha paralizado las campañas de inmunización.

 

Paralizando un sistema de salud que ya estaba en crisis

Mientras tanto, el conflicto ha dejado fuera de servicio a cerca del 80% de las instalaciones sanitarias, según la OMS.  Sólo en El Fasher, las instalaciones apoyadas por MSF fueron atacadas 12 veces. Ahora, sólo un hospital público sigue funcionando parcialmente con capacidad para realizar cirugías desde que los combates se intensificaron en la ciudad en mayo.

El 22 de agosto, hacia las 4:40 am. un bombardeo alcanzó el alojamiento de parte de nuestro equipo que trabaja en El Fasher y Zamzam. Afortunadamente, los daños fueron sólo materiales y nadie resultó herido en la casa. Se trata del 84º incidente violento contra el personal, vehículos e instalaciones de MSF en Sudán desde el inicio del conflicto. Este se ha caracterizado por una flagrante indiferencia hacia la protección de civiles, así como del personal y las instalaciones sanitarias.

La situación no es mucho mejor en los países vecinos. Cerca de dos millones de personas han buscado refugio, a menudo separándose de sus seres queridos.

-“Mi esposo lleva desaparecido más de un año y no sé dónde está”, Um Adel, una mujer desde Metche, un campo al este de Chad.

-“[Mi hijo] Khalid estaba bien, hasta que la comida empezó a escasear. Después de uno o dos días de no comer bien, tuvo fiebre alta. No me siento cómoda aquí y la situación no es buena, quiero volver a Sudán”.

Las partes en conflicto y los Estados miembros con influencia sobre ellas deben garantizar la protección de civiles, el personal sanitario y las instalaciones médicas. Las autoridades responsables de ambos lados del conflicto deben simplificar los procesos de concesión de permisos para los movimientos humanitarios y el personal a través de todas las rutas disponibles a través de las fronteras, los estados y las líneas del frente. Además de proporcionar respuestas rápidas. Y las Naciones Unidas, los organismos pertinentes y cualquier persona que tenga el poder de ayudar deben emplear todas las medidas para garantizar que las rutas de acceso disponibles se utilicen al máximo.

 

Personas desplazadas que huyen del conflicto en Sudán
La violencia en Sudán ha creado la mayor crisis de desplazamiento del mundo. © Dan Kitwood/Getty Images

 

“Médicos Sin Fronteras intenta llenar algunos de los vacíos. En muchos lugares donde trabajamos somos la única organización internacional que opera. Pero no podemos hacer frente a esta enorme crisis solos. También estamos luchando para obtener suministros y personal para nuestros proyectos. Junto con el acceso, también es esencial asegurar la financiación sostenida para las agencias de la ONU, así como para las organizaciones locales y los equipos de respuesta, que son los que llevan la peor parte de esta respuesta”, dice Esperanza Santos, coordinadora de emergencias de MSF en Puerto Sudán.

Una respuesta significativa con ayuda que llegue a las personas que más la necesitan debe comenzar ahora. No hay más tiempo que perder.

Médicos Sin Fronteras somos una de las pocas organizaciones internacionales que trabaja con ambos bandos en el conflicto de Sudán. Actualmente gestiona y apoya proyectos médicos, entre ellos más de 20 clínicas de atención primaria y hospitales en 8 de los 18 estados de Sudán. 

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