Sudán del Sur: Cuando es difícil acceder a la atención médica, la prevención es vital contra la malaria

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Como respuesta a la malaria MSF distributó mosquiteros en Sudán del Sur
Los mosquiteros son un elemento esencial necesario para prevenir la malaria, que es endémica en Sudán del Sur. ©Paul Odongo/MSF

Kirer Koleka espera pacientemente de pie al final de una fila con su hija de un año atada a su espalda y su hija de seis años a su lado. Kirer y sus hijas esperan recibir un artículo esencial: mosquiteros, necesarios para prevenir la malaria, que es endémica en Sudán del Sur.  

Kirer y su familia viven en Maruwa, al este del país, en el Área Administrativa del Gran Pibor, una vasta región cerca de la frontera con Etiopía donde las personas viven en comunidades dispersas a lo largo de largas distancias.  

“He vivido aquí por más de 19 años. Solía vivir más allá de la colina, del otro lado”, dice Kirer, señalando una enorme colina cercana, cuyo pico casi parece tocar las nubes. “Pero tuve que moverme de este lado para acceder al agua en el río allá abajo”.  

La familia llega al frente de la fila y Kirer recoge un juego de cuatro mosquiteros. Camina con sus hijas de regreso a su casa, que está a unos 50 metros del sitio de distribución. Hay dos casas redondas con techo de paja en su recinto. Con una sonrisa, Kirer desenvuelve rápidamente un mosquitero y va a instalarlo sobre una de las camas. Las otras camas tienen redes sobre ellas que se ven desgastadas y necesitan ser reemplazadas.  

 

Como respuesta a la malaria MSF distributó mosquiteros en Sudán del Sur
Kirer Koleka y su hija acaban de instalar uno de los nuevos mosquiteros recibidos del equipo de distribución de MSF en Maruwa. ©Paul Odongo/MSF

   

“Los mosquitos han sido una molestia para nosotros”, explica Kirer. “Apenas podemos dormir por la noche. Durante el día, los mosquitos no dejaban dormir bien a las niñas. Estoy muy feliz y agradecida con estas personas (MSF) por darnos mosquiteros, y rezo por ellos y ellas”.  

“Conozco la malaria desde hace años. Incluso mi hijo aquí tuvo malaria el mes pasado. Lo llevé a la clínica de MSF (Unidad de Atención de la Salud Pública) en Maruwa, donde le sacaron sangre para analizarla y se descubrió que tenía malaria. Nos dieron algunas medicinas y nos permitieron ir a casa. Se recuperó después de aproximadamente una semana. También tuve malaria recientemente y me trataron en el centro”.  

Como respuesta a la malaria MSF distributó mosquiteros en Sudán del Sur
Kirer Koleka de pie con sus hijas frente a su casa con cuatro mosquiteros recibidos del equipo de distribución de MSF en Maruwa. ©Paul Odongo/MSF

 

“Antes de que llegara Médicos Sin Fronteras (MSF), utilizábamos hierbas tradicionales y otros métodos de curación cuando nos enfermábamos. A veces funcionaba, y otras veces teníamos que soportar el dolor un poco más”. 

Si la malaria no se trata, puede volverse grave. Quienes desarrollan malaria grave requieren atención hospitalaria urgente y, a menudo, necesitan transfusiones de sangre para tratar la anemia causada por la infección.  

Las transfusiones de sangre no están disponibles en la clínica de MSF en Maruwa, que brinda servicios ambulatorios a la comunidad. Médicos Sin Fronteras es una de las pocas organizaciones que brinda apoyo en el área, y los pacientes que desarrollan malaria grave deben ser transferidos a la Unidad de Atención de Salud Pública de MSF en Boma para recibir tratamiento.  

El tratamiento más efectivo para la malaria es la terapia combinada basada en artemisinina (ACT). Los ACT tienen baja toxicidad, pocos efectos secundarios y actúan rápidamente contra el parásito, pero en Sudán del Sur estos medicamentos apenas están disponibles fuera de las instalaciones respaldadas por organizaciones no gubernamentales internacionales y donantes.  

Tratar a las personas con malaria requiere muchos recursos, llenar camas limitadas y gastar medicamentos escasos, por lo que mejorar la prevención de la malaria es una tarea vital y urgente. 

Para aumentar la protección de las comunidades, desde MSF llevamos a cabo varias actividades preventivas adicionales en todo el país, que incluyen:  

  • La fumigación de interiores con insecticidas y el garantizar el saneamiento del agua estancada para reducir la cantidad de mosquitos. Esto es especialmente importante en las regiones propensas a inundaciones. 
  • Realizar programas de sensibilización dentro de las comunidades para aumentar la comprensión sobre cómo protegerse de las picaduras de mosquitos. 
  •  Quimioprevención estacional de la malaria (SMC), que consiste en proporcionar medicamentos antipalúdicos para prevenir la infección entre las personas con mayor riesgo: niños y niñas menores de cinco años.  

 

Como respuesta a la malaria MSF distributó mosquiteros en Sudán del Sur
“Vine aquí para conseguir mosquiteros y conseguí cuatro”, explica Ng’abolo Toitoi. ©Paul Odongo/MSF

 

Otra madre, Ng’abolo Toitoi, también acudió a recoger mosquiteros.  

“Creo que los mosquiteros son bastante importantes por tres razones: una, nos protegen de las picaduras de mosquitos cuando dormimos. Dos, protegen a mis hijos de las moscas cuando duermen durante el día. También nos protegen de las serpientes que pueden entrar en la casa”, explica. 

“Conozco la malaria. Mi hijo de tres años contrajo malaria el domingo pasado. Desarrolló lesiones alrededor de la boca, tenía temperatura corporal alta y se quejaba de dolores en las articulaciones. Lo llevé a la clínica de MSF en Maruwa. Tomó un poco más de una hora a pie”, concluye. 

 

Los largos viajes desde hogares remotos para acceder a la atención médica son comunes, y también son una gran barrera para acceder a una atención adecuada en Maruwa y alrededor de Sudán del Sur. Además de la Unidad de Atención de Salud Pública en Maruwa, MSF también gestionamos clínicas móviles y servicios de atención médica comunitarios para mejorar la accesibilidad al llevar la atención médica a las personas. 

Desde Médicos Sin Fronteras tratamos a 267,980 pacientes con malaria en Sudán del Sur durante 2022, un pequeño porcentaje de los más de 4 millones de casos registrados anualmente. Sin embargo, estas cifras pueden subestimar la verdadera gravedad de la crisis.  

Muchos niños y niñas mueren de malaria en sus hogares y aldeas, que están demasiado lejos de los centros de salud. MSF continuamos apoyando a la gente de Sudán del Sur con acciones preventivas efectivas para que madres como Kirer y Ng’abolo puedan protegerse a sí mismas y a sus familias de la malaria.  

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