Sudán del Sur: las necesidades médicas alcanzan niveles de emergencia

Zwa Nga Bien

Los intensos combates que se están produciendo desde hace ya tres semanas en la mayor parte del territorio de Sudán del Sur están teniendo consecuencias cada vez más graves para la población.

Los intensos combates que se están produciendo desde hace ya tres semanas en la mayor parte del territorio de Sudán del Sur están teniendo consecuencias cada vez más graves para la población.

Debido al incremento de las necesidades, a la progresiva escasez de recursos tras la marcha de muchas organizaciones internacionales, y a la inestabilidad que está obstaculizando la ayuda humanitaria, lo que ya era una situación difícil está incluso empeorando.

“Personas que ya eran muy vulnerables lo son ahora mucho más”, explica Raphael Gorgeu, coordinador general de MSF en Sudán del Sur. “No sabemos qué les pasará a los miles de desplazados y heridos en todo el país”.

Incluso antes de que los enfrentamientos empezaran el pasado diciembre, el 80 por ciento de la asistencia médica y los servicios básicos en Sudán del Sur eran proporcionados por organizaciones no gubernamentales. “El riesgo de epidemias es grande”, añade Gorgeu, “y si los enfrentamientos nos impiden tener acceso rápido y seguro a la gente que lo necesita, especialmente a las mujeres embarazadas y los niños, las condiciones se deteriorarán muy rápido”.

Los equipos de emergencia de MSF trabajan actualmente en Juba, Awerial y Malakal para dar asistencia médica a más de 110,000 personas desplazadas de sus casas por la violencia. Mientras, MSF continúa con sus proyectos médicos regulares allí donde puede, a pesar de la inestabilidad y de la escasez de medicamentos para tratar a los pacientes y de combustible para los generadores.

En las últimas tres semanas, los equipos médicos de MSF han realizado 26,320 consultas, hospitalizando a 1,014 pacientes en sus estructuras médicas; 426 personas han sido atendidas por heridas de bala, y se han realizado 126 cirugías. Los equipos de la organización también han repartido más de 40 toneladas de suministros médicos y logísticos a sus proyectos.

Antes de la crisis, la población de Sudán del Sur tenía un limitado acceso a la asistencia médica. La mayoría de mujeres embarazadas no podían dar a luz en una estructura sanitaria, muchos niños tenían limitadas opciones de tratamiento y vacunación, y miles de refugiados recibían una asistencia mínima.

MSF está extremadamente preocupada por el deterioro de las condiciones de seguridad para las organizaciones de ayuda en todo el país. Pese a ello, MSF sigue comprometida a dar asistencia en Sudán del Sur, y llama a todas las partes en conflicto a que respeten las instalaciones médicas y el personal de la organización, y a que permitan a la población el acceso a la asistencia médica, sea cual sea su región de origen o su etnia.

MSF trabaja lo que hoy constituye la República de Sudán del Sur desde 1983, y actualmente gestiona 16 proyectos en nueve de los diez estados del país, en Agok, Aweil, Bentiu, Gogrial, Gumuruk, Leer, Maban, Malakal, Nasir, Yambio, Lankien, Yuai y Yida. Además, ha puesto en marcha tres operaciones de emergencia en Juba, Awerial y Malakal. MSF responde a las emergencias, incluyendo desplazamientos a gran escala, flujos de refugiados, situaciones alarmantes de nutrición y picos de enfermedades como sarampión, malaria, diarrea acuosa y kala azar, además de dar servicios de salud básicos y especializados. MSF cuenta actualmente con 228 trabajadores internacionales y 2.917 trabajadores locales en sus proyectos en Sudán del Sur.

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