Sudán del Sur: más de 150 heridos en una nueva ola de violencia en Malakal

MSF Temporary Camp in Gorizia, Italy.

Al menos 150 heridos han sido tratados por la organización internacional médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) tras la nueva ola de violencia que asola la ciudad de Malakal, en el estado de Alto Nilo (Sudán del Sur) desde el 18 de febrero.

Al menos 150 heridos han sido tratados por la organización internacional médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) tras la nueva ola de violencia que asola la ciudad de Malakal, en el estado de Alto Nilo (Sudán del Sur) desde el 18 de febrero.

La escalada de violencia amenaza la seguridad de la población incluso en el lugar donde la mayoría de desplazados busca refugio actualmente, el recinto de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur (UNMISS), que alberga a más de 21.000 personas.

La mayoría de heridos han sido tratados por MSF conjuntamente con los equipos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Malakal. Los pacientes llegaron a la instalación médica de la UNMISS con heridas de bala a causa de los combates en la ciudad, así como por heridas causadas por los enfrentamientos entre comunidades en el recinto.

Una gran parte de la población de Malakal se vio obligada a refugiarse en el abarrotado recinto de UNMISS debido a los altos niveles de inseguridad en el área. Algunos de estos desplazados han denunciado a los equipos de MSF asesinatos y violaciones de pacientes o familiares en el único hospital operativo en la ciudad. Esta instalación, donde MSF estuvo trabajando hasta el 17 de febrero, también ha sido saqueada. MSF teme que más comates tengan consecuencias devastadoras sobre la población.

Además, en los últimos dos días, más de 55 heridos de bala por los enfrentamientos en Malakal recibieron tratamiento en la instalación de MSF en Nasir, estado de Alto Nilo, y se espera que lleguen muchos más en los próximos días.

“Los altos niveles de violencia han interrumpido la respuesta humanitaria lanzada en Malakal para responder a la crisis”, explica Llanos Ortiz, responsable adjunta de la Unidad de Emergencias de MSF. “La inseguridad reinante está causando un impacto directo en las vidas de la población de Sudán del Sur y también es un obstáculo para que puedan recibir asistencia médica y humanitaria imparcial”.

Desde el inicio de la crisis el pasado diciembre, los enfrentamientos en el país están teniendo serias consecuencias para la población, afectada no solo por la violencia sino también por la alarmante situación humanitaria que ya reinaba antes en el país.

“Hay episodios de violencia en varias áreas del país pero Sudán del Sur también sufre picos de enfermedades como sarampión y malaria. Nos preocupa la próxima estación de lluvias y el riesgo de brotes epidémicos en un contexto donde los servicios médicos se han visto seriamente afectados”, alerta Ortiz. “El panorama es sombrío para la población más vulnerable y con pocos recursos”.

MSF trabaja en lo que hoy constituye la República de Sudán del Sur desde 1983, y actualmente gestiona 16 proyectos en nueve de los diez estados del país: en Agok, Aweil, Bentiu,Gogrial, Gumuruk, Leer, Maban, Malakal, Nasir, Yambio, Lankien, Yuai y Yida. Además, ha puesto en marcha tres proyectos de emergencia en Juba, Awerial y Malakal. MSF responde a las emergencias, incluyendo desplazamientos a gran escala, flujos de refugiados, situaciones alarmantes de nutrición y picos de enfermedades como sarampión, malaria, diarrea acuosa y kala azar, además de dar servicios de salud básicos y especializados. MSF cuenta actualmente con 228 trabajadores internacionales y 2.917 trabajadores locales en sus proyectos en Sudán del Sur.

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