Sudán: “En un entorno así, cada día parece una semana”

MSF realizó 240 cirugías en una semana a personas afectadas por le conflicto en Jartum, Sudán
Cada vez llegan más pacientes al hospital de Bashair, ya que es el único accesible en el sur de Jartum. Con la presencia del equipo de MSF, Bashair puede atender la mayoría de los casos críticos y otros departamentos del hospital también han empezado a funcionar. © MSF/Ala Kheir

Will Harper es un coordinador de emergencias con mucha experiencia. Dirige el equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) que brinda atención quirúrgica vital en un hospital del sur de Jartum, en Sudán. En este texto nos cuenta cuál es la situación allí.

“Hace diez días accedimos por primera vez al sur de Jartum. Una vez aquí, identificamos el Hospital Universitario de Bashair como el lugar idóneo para situar a nuestro equipo quirúrgico; lo suficientemente cerca de la línea del frente y del conflicto como para poder salvar vidas y responder a las necesidades de las personas afectadas, pero también lo suficientemente apartado como para que nuestros equipos estuvieran a salvo y pudieran llevar a cabo su trabajo de forma segura.

Definitivamente, el Hospital Universitario de Bashair era la mejor opción en esta zona del sur de Jartum.

Trabajamos en colaboración con voluntarios de la comunidad -médicos y enfermeras, pero también jóvenes de la zona y de la comunidad- que tomaron la decisión de intentar volver a poner en marcha este hospital tras su cierre y la retirada del personal, que se había marchado de allí para ponerse a salvo. Cuando nuestro equipo quirúrgico llegó al sur de Jartum, nos encontramos con un hospital en el que la gente se esfuerza al máximo y asume elevados riesgos. Así que nos hemos unido a ellos para trabajar codo con codo e intentar proporcionar asistencia médica y servicios quirúrgicos vitales a los habitantes de esta zona.

La situación aquí es muy complicada. Tenemos grandes problemas de abastecimiento de medicamentos y de electricidad. Llevamos cuatro días funcionando con generadores diésel. No hay electricidad más allá de la que suministran nuestros generadores.

Actualmente estamos trabajando 24 horas al día, los 7 días de la semana. Tenemos quirófano, cuidados postoperatorios y una unidad de cuidados intensivos. Y esperamos, día a día, ir aumentando la calidad de la atención médica. Recibimos docenas de pacientes: heridos de bala, heridos de arma blanca, víctimas de ataques aéreos. Hay personas que acuden al hospital para ser intervenidas quirúrgicamente por las necesidades que pueda tener cualquier persona en un escenario normal y hay muchas otras que vienen a causa de los efectos del conflicto. También tenemos víctimas de apuñalamientos o de actos violentos y personas que han sufrido accidentes de tráfico.

Para MSF es esencial poder estar aquí con la comunidad. Vivimos y trabajamos en este hospital y nos aseguramos de que sea un espacio humanitario, un espacio médico protegido. Adoptamos nuestros principios de imparcialidad y neutralidad y los aplicamos sobre el terreno. Intentamos garantizar que cualquier persona de cualquier bando del conflicto y cualquier civil que necesite atención quirúrgica para sobrevivir tenga acceso a esa atención médica. A este quirófano viene gente de toda la ciudad. Se está corriendo la voz de que MSF está presente y trabajando con estos voluntarios y con el personal que ya estaba aquí. Intentamos llegar a la gente como podemos y asegurarnos de que tienen acceso a nosotros.

En un entorno como éste, cada día parece una semana. Hemos visto progresos. Hemos podido aumentar la calidad de la atención y ya hemos podido desarrollar cierta capacitación entre los voluntarios y el personal de aquí. Ya hemos realizado varias intervenciones quirúrgicas de gran complejidad.

También hemos aumentado nuestros cuidados postoperatorios, el control de infecciones, todas esas cuestiones que suponen un reto en cualquier hospital cotidiano y que son especialmente difíciles de manejar cuando hay limitaciones de agua, de electricidad y de suministros médicos. Así que, si juntamos todas estas cosas, vemos los progresos día a día, pero aún nos queda un largo camino por recorrer para alcanzar el nivel de calidad que estas personas se merecen”.

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