Sudán: Medio millón de personas que huyen de la violencia necesitan asistencia humanitaria urgente 

Aumentan las necesidades humanitarias para más de medio millón de nuevos desplazados internos que huyen de la violencia en Wad Madani.

MSF continúa con la mayoría de sus actividades que estaban en marcha antes del inicio del conflicto. en Sudán
Una mujer desplazada sostiene a su hijo mientras se refugia en el campo de Alsafat, en el estado de Al Jazeerah. Sudán, diciembre de 2023. © Fais Abubakr

El 15 de diciembre, las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) lanzaron un ataque contra Wad Madani, Sudán, y en cuestión de días tomaron el control de otras ciudades y zonas del estado de Al Jazeerah. Desde entonces, más de medio millón de personas han huido de los combates y la consiguiente inseguridad, entre ellas unas 234,000[1] personas internamente desplazadas que anteriormente habían buscado refugio en Wad Madani cuando se intensificó la violencia en Jartum. 

El caos derivado de la evolución de la dinámica del conflicto y la grave inseguridad y la violencia generalizada crearon un entorno en el que en Médicos Sin Fronteras (MSF) nos impidió trabajar en Wad Madani. Tuvimos que suspender todas nuestras actividades y evacuar a nuestro personal de Wad Madani el 19 de diciembre, dejando atrás a una población con aún menos acceso a servicios médicos básicos. También tuvimos que evacuar al personal de Damazine, Um Rakuba en el estado de Gedaref y Doka. En Damazine, redujimos nuestras actividades. 

Médicos Sin Fronteras estábamos presentes en Wad Madani desde mayo de 2023. Las condiciones ya eran terribles para el medio millón de personas internamente desplazadas que vivían allí, lo que representaba el 8 por ciento de todos los desplazados internos en Sudán.  

MSF continúa con la mayoría de sus actividades que estaban en marcha antes del inicio del conflicto. en Sudán
Al Bakri Al Taher Malik se encuentra en un refugio para personas desplazadas en Wad Madani, en el estado de Al Jazeerah. Ha sido herido y desplazado varias veces debido al conflicto en Sudán. Sudán, diciembre de 2023.
© Fais Abubakr

 

Esta ya es la mayor crisis de desplazamiento interno del mundo, con más más de 6 millones de personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares dentro del país, además de más de 1,4 millones[2] que han huido a través de sus fronteras. Entre mayo y noviembre, nuestros equipos en MSF realizaron 18,390 consultas médicas (el 40 por ciento de ellas a niñas y niños menores de 15 años) en varios de los cientos de lugares que acogen a personas desplazadas en todo el estado, algunos en escuelas o antiguos edificios públicos. 

“A través de sus clínicas móviles, desde MSF diagnosticamos y derivamos a 66 niñas y niños que sufrían desnutrición aguda severa con complicaciones graves en los últimos seis meses, casos que podrían ser mortales si no se tratan urgentemente en un hospital”, explica Slaymen Ammar, coordinador médico de MSF en Sudán.  

“Pero las instalaciones de salud estaban desbordadas. Como la población de la ciudad había aumentado en un 30 por ciento, cada vez había más pacientes, y considerables desafíos de suministro y de personal. Y a medida que los precios de todos los productos se dispararon, el acceso a los servicios que salvan vidas fue un obstáculo tanto para las personas desplazadas como para los residentes habituales. Actualmente con la salida de la mayoría de las organizaciones internacionales (y a pesar de los esfuerzos de los trabajadores sanitarios voluntarios locales), sólo podemos suponer que la situación ha empeorado”, concluye. 

Durante el último mes, los equipos de MSF en los estados de Gedaref y Kassala, donde tenemos actividades desde 2021 en respuesta a la crisis de Tigray en Etiopía, fueron testigos de la llegada de miles de personas de Wad Madani[3] y actualmente están evalúan y responden a las crecientes necesidades sanitarias y humanitarias.  

En Tanideba (Gedaref), iniciamos una intervención de emergencia a corto plazo para población refugiada etíope y ciudadanos sudaneses recientemente desplazados, que cubre atención médica básica, agua y saneamiento, y raciones de alimentos. Esta incluyó distribuciones y donaciones únicas. Sin embargo, es importante señalar que las actividades en Tanideba se redujeron temporalmente durante un breve periodo debido a la escalada del conflicto en Wad Madani. 

MSF continúa con la mayoría de sus actividades que estaban en marcha antes del inicio del conflicto. en Sudán
Marry Monga se sienta con su bebé de un mes en el campamento de Alsafat, en el estado de Al Jazeerah. Sudán, 12 de diciembre de 2023. © Fais Abubakr

 

El conflicto en Sudán ha causado un sufrimiento inconmensurable, ha desplazado a millones de personas, matado a miles y herido a innumerables s. Para muchas personas desplazadas, Gedaref y Kassala son sólo las últimas paradas de un largo viaje en busca de seguridad, durante el cual han sufrido violencia y soportado la falta de necesidades esenciales como alimentos, agua potable, saneamiento y acceso a atención médica.  

“Somos originarios de Darfur, pero debido a los violentos enfrentamientos y la crisis allí, nos fuimos a Jartum. Pero la guerra nos siguió hasta Jartum, así que fuimos a Wad Madani. Y luego, la historia continúa”, afirma Salem[4], un hombre desplazado que llegó con su familia a un punto de encuentro en la localidad de Al Mufaza, en Gedaref, hace dos semanas desde Wad Madani. La familia de Salem huyó de Jartum hace ocho meses, después de que un bombardeo alcanzara su casa e hiriera gravemente a uno de sus hijos.  

“Éramos seis personas en la casa y en ese momento mi esposa estaba embarazada. Nuestra casa quedó destruida. Me hirieron en el brazo, pero mi hijo sufrió una herida mucho peor en la cabeza. Logramos llevarlo al hospital porque necesitaba una cirugía urgente para salvarle la vida. Pero tan pronto como le dieron el alta, tuvimos que huir de la ciudad por la inseguridad. Llegamos al campo de personas internamente desplazadas de Wad Madani y allí dio a luz”, continua Salem. 

A mediados de diciembre, Salem y su familia huyeron una vez más a Gedaref. “Comenzaron los enfrentamientos y empezamos a escuchar ruidos de incendios y a esos hombres armados peleando nuevamente. Inmediatamente decidimos irnos. Me quedé pensando un momento ¿a dónde deberíamos ir ahora? Ningún lugar era seguro en ese momento”, relata.  

En una región donde la atención sanitaria y los medicamentos esenciales ya eran extremadamente limitados, las poblaciones desplazadas sufren ahora una creciente demanda de salud, derivada de los efectos directos e indirectos de la violencia. Las necesidades básicas aumentan exponencialmente y necesitan una respuesta urgente. 

“En los puntos de reunión en la ciudad de Kassala, las personas desplazadas dijeron a nuestros equipos que no habían recibido ninguna ayuda desde su llegada a mediados o finales de diciembre”, explica Pauline Lenglart, coordinadora del proyecto de emergencia de MSF en Sudán.  

“Las familias duermen en el suelo, el acceso a la atención médica sigue muy restringido, hay pocos centros médicos en funcionamiento y los medicamentos no se proporcionan gratuitamente. Muchas personas nos han dicho que no pueden permitirse artículos como alimentos y medicinas, lo que les obliga a elegir entre estas necesidades. El equipo de MSF evalúa constantemente las necesidades en los nuevos sitios que se están abriendo para albergar a personas recientemente desplazadas. En todos estos lugares, vemos que la cantidad de asistencia humanitaria brindada sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de las personas y garantizarles condiciones de vida dignas,” concluye. 

MSF continúa con la mayoría de sus actividades que estaban en marcha antes del inicio del conflicto. en Sudán
Campo de Fadasi, Wad Madani – Estado de Al Jazeerah. © Fais Abubakr

 

Médicos Sin Fronteras estamos en Sudán desde 1979. Actualmente trabajamos en 9 estados del país, incluyendo la ciudad y el estado de Jartum, y los estados de Nilo Blanco, Nilo Azul, Río Nilo, Al Gedaref, Darfur Occidental, Darfur Norte, Darfur Central y Darfur Sur.  

El 13 de enero, como resultado de las conversaciones que mantuvimos con el Gobierno de Sudán y RSF para garantizar el acceso del personal y la imparcialidad de nuestra misión médica. Un equipo de MSF regresó a Wad Madani para evaluar las necesidades y la viabilidad de llevar a cabo actividades en la ciudad. 

Los equipos de MSF en Sudán están atendiendo a personas heridas en los combates, incluyendo lesiones por explosiones y heridas de bala. Además, tratan enfermedades transmisibles y no transmisibles, brindando atención materna y pediátrica, administrando clínicas móviles en lugares de reunión de personas internamente desplazadas y hospitales en campos de refugiados, proporcionando apoyo a agua y saneamiento, y apoyo a instalaciones de salud a través de donaciones. MSF continúa con la mayoría de sus actividades que estaban en marcha antes del inicio del conflicto. 

 

[1] Matriz de Seguimiento de Desplazados (MDT) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). 8 de enero de 2024.

[3] Según la Matriz de Seguimiento del Desplazamiento de la Organización Internacional para las Migraciones (MDT de la OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). 15 de enero de 2024.

[1] 64,000 personas internamente desplazadas llegaron a Gedaref y 30,000 a Kassala desde el 15 de diciembre, según la ONU.

[1] El nombre fue cambiado para proteger la identidad de la persona.

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