Suspendemos temporalmente actividades en Burkina Faso por la inseguridad 

Ante los continuos desafíos de seguridad que amenazan la capacidad para realizar actividades en Djibo, Burkina Faso, Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos tomado la difícil decisión de suspender temporalmente nuestra respuesta humanitaria en la ciudad. Esta decisión prioriza la seguridad de nuestro personal y nos permite reevaluar las condiciones de trabajo, dado el creciente desafío para proporcionar asistencia médica humanitaria.

Nuestros equipos siguen comprometidos en continuar sus esfuerzos y mantener presencia en otras regiones donde operamos, para brindar atención médica a las comunidades necesitadas en todo Burkina Faso. 

Hemos estado en estrecho contacto con las autoridades locales, informándoles sobre las razones detrás de esta suspensión de actividades. En noviembre de 2023 y nuevamente en julio de 2024, las oficinas de MSF, instalaciones médicas apoyadas por el Ministerio de Salud y puntos de distribución de agua fueron repetidamente atacados con disparos. Trágicamente, un niño murió tras ser alcanzado por una bala cerca de un punto de distribución de agua en septiembre de 2023. 

Cuatro edificios aún muestran visibles agujeros de bala, las instalaciones médicas han sido incendiadas, los puntos de distribución de agua han sido vandalizados y nuestra capacidad de suministrar la zona por carretera ha sido severamente restringida. Estos ataques han puesto en grave riesgo la asistencia médica vital y el acceso a agua potable para quienes se ven afectados por la actual crisis de seguridad. Como resultado, nos hemos visto obligados a reducir significativamente nuestra capacidad para proteger tanto a nuestros pacientes como a nuestro personal, y hemos suspendido por completo las actividades. 

Esta suspensión llega en un momento especialmente doloroso para Médicos Sin Fronteras. El 2 de septiembre, nos entristeció profundamente conocer la trágica muerte de uno de nuestros compañeros de equipo en Djibo, en circunstancias aún desconocidas. Era un padre de 37 años con 10 hijos, que se unió a MSF en 2020. Nuestros pensamientos están con su familia y seres queridos. Ofrecemos nuestras más sinceras condolencias. Estamos trabajando para comprender las circunstancias que rodearon su fallecimiento. 

En Burkina Faso, las comunidades locales son las principales víctimas de la inseguridad y la violencia. Como organización médica neutral e imparcial, nuestra prioridad sigue siendo brindar asistencia médica humanitaria. Atrapadas en el fuego cruzado, las personas han visto cómo sus condiciones de vida se deterioran rápidamente, y la ayuda humanitaria es esencial para su supervivencia. MSF hace un llamado para la protección de las instalaciones de salud, las personas desplazadas y las misiones humanitarias. 

*Decidimos no nombrar a nuestro colega en este momento para proteger la privacidad de su familia.