“Tememos un nuevo brote de enfermedades”

MSF instaló camiones cisterna en diferentes lugares alrededor del Lago Verde, RDC
MSF instaló camiones cisterna en diferentes lugares alrededor del Lago Verde. © Marion Molinari/MSF

Los combates se intensifican y están desplazando a miles de personas en Kivu Norte y Kivu Sur, República Democrática del Congo (RDC), alcanzado ahora la frontera con el sur. En total, más de 1,6 millones de personas ya se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde marzo de 2022.L

Ahora, tememos la propagación de enfermedades como el cólera debido a las condiciones de vida insalubres y de hacinamiento.

Dos años de violentos combates entre el grupo armado M23 y el ejército congoleño (FARDC) y sus aliados en la provincia de Kivu Norte, en el este de República Democrática del Congo (RDC), se intensificaron a finales de enero. Los combates han alcanzado ahora la frontera con la provincia de Kivu Sur, provocando nuevos desplazamientos masivos. Más de 1,6 millones de personas ya se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde marzo de 2022. En una zona del país ya devastada por 30 años de conflicto.

 

Abdou Musengetsi, nuestro coordinador médico adjunto, describe la situación y las necesidades médicas de la población de la región:

¿Cuáles son las consecuencias directas de este nuevo brote de violencia?

En las últimas semanas, los violentos enfrentamientos en el territorio de Masisi, en Kivu Norte, han provocado un nuevo éxodo alrededor de Sake y hacia Goma, la capital provincial. En solo 10 días, cerca de 250,000 personas han huido de los combates. Ahora se refugian con familias de acogida en lugares de desplazamiento no oficiales ya existentes -o nuevos-, sobre todo al oeste de Goma. 

MSF brinda atención a la población desplazada por el conflicto en Kivu Norte y Kivu Sur, RDC
Las personas desplazadas más acomodadas pudieron cargar algunas pertenencias en una motocicleta antes de huir. © Marion Molinari/MSF

 

En estos lugares, las familias se amontonan en refugios improvisados que ofrecen poca o ninguna protección contra la lluvia. La población nos cuenta a diario que es una lucha conseguir comida suficiente y agua potable limpia, y que a menudo no tienen nada. Cientos de personas se ven obligadas a compartir un solo retrete y no tienen dónde lavarse. Una mujer que huyó recientemente a Goma nos contó que se fue sin nada más que sus hijos y la ropa que llevaba puesta. Se vio obligada a huir varias veces a medida que se extendía el conflicto. Ahora vive en el campo, sufriendo cada día, pero no tiene opción de volver a casa porque es demasiado inseguro. 

Mientras tanto, los dos hospitales y varios centros de salud de MSF en Masisi han recibido un gran número de heridos de guerra. En los últimos dos meses, los equipos de MSF del hospital de Mweso, gestionado por el Ministerio de Salud, han atendido a unos 146 heridos de guerra, la mayoría por heridas de bala y explosiones. Pero las principales carreteras de acceso al norte, oeste y sur de Goma son inaccesibles debido a la inseguridad y los combates. Resultando extremadamente difícil hacer llegar suministros a estas instalaciones. Esto también ha obstaculizado gravemente el acceso humanitario y médico a cientos de miles de personas en el territorio de Masisi.

Paralelamente, los combates en la frontera entre Kivu Norte y Kivu Sur han provocado que decenas de miles de personas huyan principalmente hacia el sur, hacia la ciudad de Minova, que ya acogía a muchas personas desplazadas. La gente se refugia donde puede, en escuelas y en decenas de sitios diferentes. 

Algunas de las estructuras sanitarias que apoyamos en la región se han visto desbordadas por el aumento del número de pacientes que padecen enfermedades relacionadas con el deterioro de sus condiciones de vida. Pero también estamos viendo más casos de violencia sexual y de heridos de guerra. El hospital de Minova ha recibido más de 167 pacientes heridos desde el 2 de febrero, entre ellos varias mujeres y niños.

En un solo día, el 7 de marzo, el personal sanitario recibió 40 heridos y otras 7 personas llegaron muertas al centro. Los pacientes se ven obligados a compartir camas y el personal trabaja las 24 horas del día con recursos limitados, ya que las balas vuelan muy cerca: la línea del frente está a solo cinco kilómetros. 

 

¿Cuáles son sus mayores preocupaciones?

A nivel sanitario, tememos que vuelvan a recrudecerse las enfermedades, en particular el cólera, ya que los combates han obligado a miles de personas a asentarse en lugares sobrepoblados e insalubres. Esto, combinado con la falta de acceso a agua limpia, está creando las condiciones perfectas para la propagación del cólera. En algunos de los campos ya llevamos varios meses enfrentándonos al cólera, por lo que es probable que la nueva afluencia de personas agrave el brote existente. 

Una escuela ahora sirve de dormitorio para los sobrevivientes de los combates en Sake. © Marion Molinari/MSF

 

Antes del resurgimiento de este conflicto, la situación sanitaria en estas dos provincias ya era grave, debido a la baja cobertura de vacunación entre los niños y niñas menores de 5 años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cobertura es la más baja de los últimos 30 años. El mal funcionamiento de las estructuras sanitarias, debido sobre todo a la escasez de medicamentos y a la falta de profesionales sanitarios formados, también contribuye. 

Los equipos de MSF han ayudado a las autoridades locales a responder a las epidemias recurrentes de sarampión y cólera, que se dispararon el año pasado tras los picos de desplazamiento masivo. También brindamos apoyo para ayudar a aumentar el acceso a la atención sanitaria general y especializada. Sobre todo en las zonas de salud más remotas, como Masisi, Mweso o las Hauts Plateaux de la zona de salud de Minova.

 

Si aumenta el número de casos de cólera, ¿cuáles son los riesgos para la población?

El cólera no es una enfermedad nueva en el este de la RDC. Es endémica y los casos esporádicos se registran y tratan con regularidad. Sin embargo, la situación es ahora extremadamente preocupante debido al elevado número de personas que viven hacinadas en lugares de desplazamiento desde hace 18 meses. Donde el nivel de higiene y de agua potable era claramente inadecuado incluso antes de la llegada de cientos de miles de nuevas personas desplazadas. 

El aumento de los casos de cólera está directamente relacionado con la falta de higiene y de acceso al agua potable y a instalaciones sanitarias como letrinas y duchas limpias. Esta enfermedad puede ser mortal si no se trata a tiempo. Las niñas y niños son los más vulnerables y pueden morir de cólera en pocos días. Dependiendo de la gravedad de su enfermedad, la mayoría de los pacientes necesitan una rápida rehidratación oral o intravenosa. Algunas personas pueden ser tratadas en la comunidad instalando puntos de rehidratación oral.

MSF brinda atención a la población desplazada por el conflicto en Kivu Norte y Kivu Sur, RDC
La población desplazada llegaron a la zona de Lac Vert, una zona con casas de madera habitadas por lugareños y organizadas en torno a una iglesia. Se instalaron por millares en pocos días. © Marion Molinari/MSF

 

En los últimos meses, equipos de MSF hemos tratado a miles de pacientes de cólera en las zonas de desplazamiento de Goma y sus alrededores. Desde principios de año, en dos meses, el 75% de los más de 1,000 pacientes tratados por MSF en nuestro centro de salud del campo de desplazados de Bulengo y en el centro de salud de Sake, acababan de llegar al lugar. No tenían acceso a agua potable, letrinas o productos de higiene como jabón, y vivían muy cerca de otras personas. En pocos días, la población del lugar aumentó un 50%. Estos factores contribuyen claramente a la rápida propagación de esta enfermedad altamente contagiosa.

 

¿Qué hace MSF para prevenir un brote?

Ante la falta total de agua potable, desde MSF construimos el año pasado una estación de bombeo y cloración de agua a orillas del lago Kivu que bombea y desinfecta hasta dos millones de litros de agua potable al día. También distribuimos cientos de miles de litros de agua potable al día con camiones que van a los lugares de desplazamiento, además de construir letrinas y duchas. Sin embargo, se trata de una respuesta de emergencia y no es suficiente para cubrir las necesidades, más aún con las nuevas llegadas. Es urgente que otras organizaciones humanitarias y las autoridades congoleñas respondan con más camiones cisterna y construyan más letrinas de emergencia.

Aunque seguimos vacunando contra el cólera y tratando a los pacientes -más de 20,000 pacientes en Kivu Norte y Kivu Sur solo en 2023-. Si las condiciones higiénicas no mejoran, nuestra respuesta médica tendrá poco impacto. Dada la magnitud de las necesidades actuales, y el número de personas que conviven en condiciones precarias, tememos que el cólera se propague rápidamente, y que MSF por sí sola no podamos tratar a todos los pacientes que enfermen. Otras organizaciones humanitarias deben intervenir urgentemente para evitar una catástrofe sanitaria.

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