Terremotos en Siria: “No hay tiempo que perder para llegar a la población de esta región”

MSF reponde a la emergencia por el terremoto en Siria
El equipo de MSF, un trabajador social y un logista, visitó la zona de Atarib, en Alepo, una de las más afectadas, para realizar una evaluación inicial e identificar las necesidades críticas tras el terremoto. ©MSF

Según las últimas estimaciones, los terremotos que han afectado a Turquía y Siria han causado más de 35,000 muertes y dejado decenas de miles de personas heridas. Médicos Sin Fronteras (MSF) trabaja con las poblaciones afectadas en el noroeste de Siria con cerca de 500 miembros de su personal. En el momento del desastre, MSF ya estaba allí, apoyando a las comunidades locales del noroeste, víctimas de más de 12 años de guerra.

 

En este texto, Ahmed Rahmo, coordinador de proyectos de MSF a cargo de la región de Idlib y con sede en Gaziantep, Turquía, nos explica las últimas actualizaciones sobre la situación.

Ahmed Rahmo, coordinador de proyectos de MSF a cargo de la región de Idlib y con sede en Gaziantep, Turquía
Ahmed Rahmo, coordinador de proyectos de MSF a cargo de la región de Idlib y con sede en Gaziantep, Turquía ©Assia Shihab/MSF

 

“Cuatro días después de los terremotos, los equipos de MSF hemos continuado nuestra respuesta de emergencia en el noroeste de Siria. Hasta ahora recibimos muy poco apoyo internacional del exterior. Nuestro trabajo es fundamental, pero también es una gota en el océano: las necesidades son inmensas en la región. Estamos atendiendo las necesidades básicas, proporcionando alimentos y agua y brindando atención médica.

Dada la falta de fondos para la ayuda humanitaria y las dificultades para acceder a esta zona sin salida al mar, la mayoría de los hospitales sirios ya se enfrentaban a muchas dificultades y escasez. Trasladar suministros y medicamentos de Turquía a Siria ya era un reto, ya que Bab al-Hawa era el único punto de acceso para el convoy humanitario al noroeste de Siria y estaba sujeto a tensiones políticas antes del desastre.

Después de los terremotos, este paso fronterizo estuvo cerrado durante tres días y se reabrió ayer, con muy poco tráfico hasta el momento. Las organizaciones humanitarias que trabajan en el noroeste de Siria recurrieron a las reservas de emergencia que tenían en el lugar. No hay tiempo que perder para llegar a la gente de esta región, ya que la entrega de suministros es crucial. Dos millones de personas viven en campos de personas desplazadas, a menudo en tiendas de campaña expuestas al viento.

MSF responde al terremoto en Siria
El equipo de MSF pudo reunirse con las personas para escuchar sus necesidades relacionadas con el agua y la higiene, la disponibilidad de refugios y también las necesidades de grupos vulnerables como personas con discapacidad, adultos mayores y menores no acompañados. ©MSF

 

Apenas una semana antes del terremoto, cayó una tormenta de nieve sobre la zona. Las condiciones de vida se han deteriorado significativamente. Hemos realizado donaciones de equipos de calefacción, mantas y colchones, todos ellos esenciales en estas condiciones climáticas, ya que las temperaturas están alcanzando cifras negativas por la noche. Hoy, un número cada vez mayor de personas se ven obligadas a unirse a estos campos, ya se han abierto centros de recepción para alojar a más personas desplazadas. Por ahora hay 15 en la región de Idlib, y hemos iniciado clínicas móviles para ofrecer consultas médicas en cinco de ellos. Ampliaremos esta actividad en los próximos días.

Los equipos de Médicos Sin Fronteras también han intervenido donando material médico en más de 10 hospitales. Respondemos a diversas necesidades, relacionadas en particular con la traumatología, la atención obstétrica o la diálisis. Hemos enviado parte de nuestro personal médico del hospital en Atmeh, especializado en la atención a quemados, para apoyar a otros hospitales, cuyo personal se ha visto desbordado por la cantidad de personas heridas. Nuestro equipo de cirujanos pudo ayudarles. También hemos movilizado nuestras ambulancias para realizar traslados entre hospitales.

Todos los días, nuestros equipos nos comparten historias trágicas. Algunos de los sobrevivientes, cuando no están hospitalizados, lo han perdido todo: sus casas, su ropa, el acceso a los alimentos, a veces parte de su familia, su dinero, todo… y ahora viven en tiendas de campaña. Necesitan ropa y productos de higiene, necesitan agua y alimentos, necesitan de todo.

Las organizaciones humanitarias también deben proteger a estas poblaciones contra el cólera, que se ha propagado recientemente en la región desde septiembre pasado y que prolifera en condiciones de precariedad y falta de acceso al agua potable. Los equipos de Médicos Sin Fronteras hemos enfrentado esta enfermedad en los últimos meses, pero no podemos cubrir todas las necesidades, especialmente porque la situación general está empeorando. Para muchas personas de esta región, las condiciones de vida se han vuelto aún más terribles”.

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