Tom Brown, una receta contra la desnutrición en el norte de Nigeria

Desde abril de 2024, los centros de salud que desde Médicos Sin Fronteras (MSF) apoyamos en el noroeste y noreste de Nigeria  registran un aumento sin precedentes de ingresos por desnutrición aguda infantil. Mientras luchan por brindar atención médica vital a un número cada vez mayor de pacientes jóvenes, nuestros equipos también intentan reforzar las respuestas lideradas por la comunidad. Un ejemplo es el estado de Kebbi, donde los equipos de divulgación de MSF recorren las carreteras para enseñar la receta de ‘Tom Brown’ mediante clases de cocina.  

Como en todos los estados de la parte norte de Nigeria, el estado de Kebbi experimentó un aumento colosal en los casos de desnutrición este año. En mayo, cerca de 1,000 niñas y niños fueron ingresados por desnutrición aguda grave en el centro de alimentación terapéutica para pacientes hospitalizados (ITFC) establecido por MSF en el hospital de Maiyama.  

Esto supone un aumento del 80% en comparación con el mismo período del año pasado. La tendencia continuó en junio y julio, con más de 260 pacientes ingresados en la segunda semana de julio. El centro de 210 camas está tan saturado que los pacientes deben compartir cama regularmente. 

Además de este centro de tratamiento intensivo, más de 11,000 niños y niñas fueron inscritos a mediados de julio en el programa de tratamiento nutricional ambulatorio apoyado por MSF en cinco centros de salud más pequeños en el estado de Kebbi.

“El nivel de esta crisis exige grandes esfuerzos en las actividades de prevención”, afirma Maryam Muhammad, jefa del equipo de promoción de la salud de MSF en Kebbi.  

Es por eso que también realizamos actividades de divulgación a nivel comunitario, para ayudar a los padres y madrea a evitar lo peor para sus hijos e hijas. 

Una solución local contra la desnutrición 

Cuatro días a la semana, Maryam y su equipo recorren las largas carreteras de Kebbi. Viajan de comunidad en comunidad, con el automóvil lleno de mesas, sartenes, ollas, cucharas y botellas de refresco recicladas llenas hasta el borde de soja, sorgo, hojas de moringa, aceite de palma y cacahuates. 

“Eso es todo lo que necesitamos para hacer demostraciones de ‘Tom Brown'”, dice Maryam, mientras se dirige a Maishaika. Una aldea situada a 40 kilómetros del centro de alimentación para pacientes hospitalizados de MSF. “Esto, y algunas canciones pegadizas para asegurarse de que la receta permanezca en la cabeza de todos”. 

Derivado de una receta tradicional nigeriana conocida como ‘Kwash pap’, Tom Brown es una mezcla de harina que se consume como avena azucarada. Se elabora con ingredientes nutritivos que se cultivan en el norte de Nigeria y están disponibles en los mercados locales. La receta contra la desnutrición ha sido mejorada a lo largo de los años por nutriólogos hasta convertirse en una herramienta útil y muy eficiente en la prevención y tratamiento de la desnutrición aguda moderada. Estudios realizados en Nigeria en 2022 y 2023 mostraron resultados positivos en el uso de la receta para niños y niñas con desnutrición aguda moderada, Tom Brown es capaz de llegar potencialmente a más niños por el mismo costo que los alimentos terapéuticos listos para usar, como la pasta de maní.  

Capacitación a madres y padres 

Tras un viaje de 35 minutos, el jeep se detiene en Maishaika. Maryam y su equipo se dirigen al anciano del pueblo para saludarle y confirmar su aprobación para la demostración de hoy. 

Unos minutos más tarde, el equipo se pone en marcha. Las mesas, las sillas y los ingredientes se desempaquetan e instalan. Los voluntarios van de casa en casa para visitar a lapoblación. En un abrir y cerrar de ojos, la pequeña plaza del pueblo se transforma en un puesto de mercado y más de 100 mujeres cubiertas con pañuelos de colores se reúnen rápidamente en sillas y en el suelo para ver lo que ocuure. 

Maryam, promotora de salud desde hace más de 15 años, sabe cómo captar y mantener la atención de la audiencia. Llena de energía, con una voz retumbante y una cuchara en la mano, comienza a explicar qué es la desnutrición aguda y qué pueden hacer para combatir la desnutrición. 

Rápidamente, pasa de las palabras a los hechos. Pide a una mujer del público que empiece a preparar con ella la receta que ayudará a ‘mantener a raya’ la desnutrición aguda: Tom Brown. 

En Kebbi, la receta se basa en una proporción simple: 

• 6 medidas de sorgo o mijo 
• 3 medidas de soja 
• 1 medida de nueces molidas. 

Tras un preciso proceso de remojo, limpieza, secado y tostado, los ingredientes se mezclan para molerlos más finamente y convertirlos en polvo. A continuación, el polvo se mezcla con agua limpia, se vierte en agua hirviendo y las gachas resultantes se cocinan al fuego durante unos minutos. 

En función de la disponibilidad en el mercado, las preferencias y lo que la familia pueda permitirse, se pueden añadir elementos adicionales como 

• Aceite de palma 
• Hojas de moringa 
• Leche de vaca 
• O carne para proporcionar energía y nutrientes extra al menor.  

Pero las familias se enfrentan a una inflación desmesurada, la más alta de las últimas tres décadas, y un aumento continuo en el precio de los alimentos en los últimos meses. Agregar ingredientes adicionales parece un lujo que muchos en Kebbi no pueden permitirse. 

La forma de preparar la receta se canta una y otra vez. Luego, se entregan tazas a los niños y niñas para que prueben la papilla. Las mujeres ríen y sonríen. A pocos metros, el anciano del pueblo observa el acontecimiento con curiosidad. Es el único hombre del pueblo que asiste a la demostración. 

“Los hombres tendrán una sesión dedicada otro día. Por razones culturales, debemos separar las sesiones”, dice Maryam. “Pero contar con ellos es clave, ya que son quienes abastecen a la familia [de alimentos]. Decidimos tener sesiones dedicadas a los padres para mostrar lo que hacemos y lo que decimos. Esto ayudó mucho y ahora, los hombres están mostrando verdadero interés por este tipo de sesiones”. 

Recetas para la vida 

Después de una hora de demostración con las mujeres, Maryam y su equipo empacan sus artículos. Hacen un llamado a todas las madres para que examinen a sus hijos e hijas en busca de desnutrición aguda mediante un chequeo rápido, utilizando la cinta métrica para medir la circunferencia media del brazo conocida como brazalete MUAC. De los 28 niños examinados ese día, más de un tercio son derivados al programa de nutrición terapéutica de MSF. 

“Este tipo de demostración culinaria es crucial. La población entiende que puede evitar que sus hijos sufran desnutrición aguda en lugar de llevarlos a un centro para tratarles”, dice Maryam, antes de subirse al jeep.  

“Prevenir siempre será mejor que curar. MSF no permanecerá aquí para siempre, por lo que se necesitan enfoques sostenibles para reducir la desnutrición aguda grave. Y sabemos que las personas a las que capacitamos hoy pasarán la receta a otras”. 

Entre enero y mayo de 2024, Maryam y el equipo de promoción de la salud organizaron 554 demostraciones en torno a Kebbi. Más de 13,300 personas asistieron a estos eventos, incluyendo 1,461 hombres. 

Pero estos esfuerzos, por importantes que sean, siguen siendo una gota en el océano en comparación con las necesidades de este estado y de otros del cinturón septentrional de Nigeria. Las autoridades y sus socios deben hacer más para combatir la desnutrición. Promover una alimentación infantil adecuada es fundamental para abordar la desnutrición, junto con reforzar del acceso a la atención médica y la seguridad alimentaria. 

Según estadísticas recientes, cerca de 4,4 millones de niños y niñas menores de cinco años sufrieron desnutrición aguda entre mayo de 2023 y abril de 2024 en el noreste y noroeste de Nigeria.