Tratamiento de la desnutrición infantil en la provincia afgana de Helmand

IDPs in Khamer, North of Yemen

Médicos Sin Fronteras (MSF) abrió a finales de 2011 un centro nutricional en el hospital Boost, en la capital de la provincia de Helmand. En esta zona del sur de Afganistán, una de las más devastadas por años de guerra, la desnutrición es una de las principales causas de mortalidad en niños menores de 5 años.

Médicos Sin Fronteras (MSF) abrió a finales de 2011 un centro nutricional en el hospital Boost, en la capital de la provincia de Helmand. En esta zona del sur de Afganistán, una de las más devastadas por años de guerra, la desnutrición es una de las principales causas de mortalidad en niños menores de 5 años.

“Vomitaba, tenía diarrea y no dejaba de perder peso. Su madre no tenía suficiente leche para alimentarla,” explica la abuela de una niña de cinco meses ingresada en el centro nutricional de MSF. “Fuimos a una clínica privada pero no pudieron ayudarnos, y finalmente la trajimos en coche hasta aquí desde Sangin, nuestro distrito. Ahora está un poco mejor”.

La pequeña, que todavía tiene el estómago hinchado y se le marcan todas las costillas, está siendo tratada por el equipo de MSF en el centro de nutrición terapéutica del hospital Boost en Lashkargah, la capital de la provincia de Helmand, en el suroeste de Afganistán.

El hospital de Boost, donde MSF trabaja desde 2009, es uno de los dos únicos hospitales en todo el sur del país. La población de Helmand, una de las provincias más devastadas por la guerra y escenario de intensos combates en las últimas décadas, es eminentemente rural y mayoritariamente pobre, a pesar de los signos de una creciente clase media en Lashkargah.

MSF abrió su centro nutricional en diciembre de 2011 en respuesta al problema de la desnutrición infantil en Helmand. Esta unidad especializada ayuda a niños gravemente desnutridos a ganar peso mediante alimentación asistida.

“Algunos niños apenas pesan dos kilos cuando llegan aquí”, explica Christwish Wenyika, enfermera supervisora del centro de nutrición y la sala pediátrica del hospital Boost. “La desnutrición es una de las principales causas de mortalidad entre los niños menores de 5 años en Helmand”.

Siete meses después de su apertura, las 22 camas del centro nutricional de MSF en Boost están llenas. Unos 15 nuevos niños llegan cada semana, algo menos que hace un mes.

Pobreza, falta de información y factores culturales
La desnutrición es un gran problema en el sur de Afganistán, y una de las principales causas es la pobreza. Incluso cuando hay comida en los mercados, especialmente las familias más numerosas a menudo no pueden permitirse comprar lo que necesitan, así que algunas madres no tienen leche para alimentar a sus bebés.

“Es desgarrador ver el estado en el que se encuentran algunos niños porque sus madres no tienen suficiente para comer”, declara Christwish. “Empezamos con la alimentación asistida en cuanto llegan. Les damos suplementos que contienen los nutrientes vitales de los que los niños carecen”.

Otro factor que contribuye a este problema es que muchas madres desconocen la mejor manera de colocar a sus bebés para darles de mamar, con lo que el lactante succiona menos el pecho. Es un círculo vicioso: cuanta menos leche toma el bebé, menos leche produce la madre.

Hay factores culturales que también juegan un papel importante. “En algunas comunidades existe la creencia de que la lactancia envejece, por ejemplo”, cuenta Assadulah Muhamad Amim, enfermera supervisora de MSF. “Hacemos todo lo que podemos no solo para tratar a los niños, sino también para informar a las familias y a las comunidades con actividades de educación para la salud”.

La mayoría de los niños permanecen entre una y tres semanas en el centro nutricional hasta que están lo bastante recuperados para recibir el alta.

“Nunca olvidaré a una mujer que llegó con trillizos”, añade Assadulah. “La madre procedía de Marjah, un distrito cerca de Lashkargah. Aunque se ocupada de sus hijos, era consciente de que no podía alimentarles a todos. Ella y los trillizos permanecieron en el hospital 20 días, fue increíble ver lo saludables que estaban cuando les dimos el alta. Ahora vienen a visitarse cada dos semanas”.

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