Tres respuestas sobre la situación apocalíptica en Gaza, Palestina

Desde el 6 de octubre de 2024, el norte de Gaza ha sido objeto de continuos ataques por parte de las fuerzas israelíes. Logró llegar a la ciudad de Gaza, justo al sur de la Gobernación del Norte.

¿Cuál es la situación sobre el terreno?

Es muy difícil y peligroso llegar al norte de Gaza, Palestina. Hay que cruzar el corredor de Netzarim, una línea que separa el norte y el sur de Gaza. Este corredor, que al comienzo de la guerra era una simple carretera, tiene ahora ocho kilómetros de largo y está controlado por las fuerzas israelíes. A pesar de que las ONG coordinan sus movimientos con las fuerzas israelíes para garantizar su seguridad, los incidentes son frecuentes. Recientemente, los automóviles de las ONG han sido alcanzados dentro del corredor.

Una vez fuera del corredor, se llega a la ciudad de Gaza. Es como llegar a un pueblo fantasma: destrucción por todas partes, todo arrasado. No queda ni un solo edificio en pie. Hay vastas áreas en las que no queda nadie, aparte de unos pocos habitantes errantes que intentan salvar lo que queda de las casas destruidas.

En la noche del 28 de noviembre, alrededor de la 1 de la madrugada, se produjo un bombardeo a 70 metros de nuestra clínica. La metralla impactó en el edificio, afortunadamente sin herir a nadie. Hay alrededor de 25,000 personas desplazadas alrededor de la clínica de MSF, y la actividad médica se ha duplicado desde su llegada en octubre, tras la ofensiva destructiva de las fuerzas israelíes en el norte de Gaza.

Los combates son intensos y la situación es apocalíptica, con ataques de drones, cuadricópteros y bombardeos. Dos de nuestros colegas siguen atrapados en Beit Lahia y en Jabalia, y no hemos podido evacuarlos. El 21 de noviembre, el hospital Kamal Adwan fue bombardeado de nuevo, y el personal médico resultó herido.

¿Cuáles son las consecuencias de la obstrucción de la ayuda humanitaria a Gaza por parte de Israel?

Pensábamos que lo peor había quedado atrás, pero creo que lo peor está por llegar. Hoy nos enfrentamos a varios problemas importantes, el primero de los cuales es la entrega de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Todavía tenemos problemas recurrentes de validación por parte de COGAT¹ para traer ayuda humanitaria. Todos los equipos médicos, medicinas, alimentos, etcétera, transportados en camiones están sistemáticamente controlados por las autoridades israelíes. Este sistema deliberadamente complejo de obstáculos físicos y burocráticos está diseñado por Israel para obstaculizar el flujo de ayuda a Gaza.

Los saqueos son cada vez más frecuentes y organizados. Los pocos camiones que logran entrar son saqueados sistemáticamente por las bandas en los cruces de Kerem Shalom y Kissoufim. El 16 de noviembre, de los 109 camiones del Programa Mundial de Alimentos que entraron en Gaza, 98 fueron saqueados. El 30 de noviembre, la UNRWA² también intentó traer camiones con alimentos a través de Kerem Shalom y todos fueron tomados.

Más allá de los aimentos, también están los problemas de combustible. Recientemente, las Naciones Unidas lograron traer algunos camiones, pero el flujo sigue siendo muy tenso. Hace diez días, nos vimos obligados a reducir a la mitad nuestra distribución de agua potable porque no había suficiente combustible para los camiones. Médicos Sin Fronteras es actualmente uno de los mayores proveedores humanitarios de agua en Gaza, pero las necesidades son enormes y no podemos satisfacerlas todas.

La prohibición de la UNRWA y sus actividades en virtud de una ley aprobada por el Parlamento israelí el 28 de octubre es un golpe devastador y una gran fuente de preocupación. Es un apoyo vital para la población palestina y el mayor proveedor de atención médica en Gaza. El OOPS también es responsable de casi toda la distribución de la ayuda de las Naciones Unidas. Por lo tanto, no sabemos cómo nos las arreglaremos sin ellos, las implicaciones serán catastróficas en la ya grave situación humanitaria en Gaza.

MSF también trabaja en el sur de Gaza, donde se concentran más de 1,7 millones de personas.

¿Cuáles son las condiciones de vida de las personas y las consecuencias del inicio del invierno en Gaza?

1,7 millones de personas viven hacinadas. Unas encima de otras bajo la lluvia, en el barro, con hambre en el estómago y bombas cayendo sobre ellas. Es catastrófico.

El invierno en Gaza llegó rápido y los refugios no están listos después de un año de estar expuestos al sol, el viento y la lluvia. No están adaptados al frío ni a las lluvias torrenciales que hemos visto en la Franja en las últimas semanas. Algunas zonas han quedado completamente inundadas, y las tiendas junto al mar también han quedado parcialmente sumergidas.

La obstrucción de las autoridades israelíes a la entrega de ayuda humanitaria y camiones comerciales está causando escasez, en particular de alimentos. Los mercados están empezando a vaciarse, las panaderías están cerrando y los precios están subiendo. Una pequeña barra de pan que costaba unos céntimos hace unas semanas ahora cuesta 5 shekels (poco más de 1 €). En este contexto, la desnutrición es realmente una preocupación creciente.

Toda la situación está creando tensiones muy fuertes dentro de las comunidades y las familias, que a veces han terminado en violencia. La población está al límite.

Los equipos están tratando de satisfacer las necesidades médicas, particularmente en el hospital Nasser en Jan Yunis (Khan Younis), que está permanentemente lleno. También tenemos el hospital de campaña que MSF ha establecido en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, donde los equipos brindan atención pediátrica, salud sexual y reproductiva para mujeres embarazadas, fisioterapia y consultas médicas generales. Se están llevando a cabo los preparativos para aumentar el número de camas, en vista del probable aumento del número de niñas y niños enfermos debido al frío y a las condiciones de vida.

La situación de Gaza hoy es sinónimo de frío, hambre y bombas. Necesitamos un alto al fuego a toda costa, una afluencia masiva e irrestricta de ayuda para poner fin al sufrimiento de miles de personas, la mayoría de las cuales son mujeres, niñas y niños, que también son responsables de la mayoría de las muertes en esta guerra.