Tuberculosis multirresistente: el cambio que no llega

"Hace cinco años, vimos un rayo de esperanza con dos nuevos medicamentos para tratar la tuberculosis: la bedaquilina y la delamanida. Estos medicamentos prometieron un régimen de tratamiento más efectivo para la tuberculosis multirresistente (MDR-TB), ofreciendo un tratamiento más breve, completamente oral, con menos efectos secundarios y mejores resultados clínicos.

 

Desafortunadamente, la adopción de estos novedosos fármacos está siendo abismalmente lenta. La mayoría de las personas tratadas por MDR-TB continúan recibiendo medicamentos más antiguos que pueden causar efectos secundarios graves, como sordera y psicosis, y que curan solo al 50% de las personas que los reciben. Como proveedor de tratamiento, estamos desalentados al ver que los gobiernos aún no hacen lo suficiente para ampliar el acceso a medicamentos más nuevos que brindarían una oportunidad real de sobrevivencia para las personas que hoy en día continúan muriendo a causa de una de las principales enfermedades infecciosas del mundo. Ya es hora de intensificar la atención y tratar la tuberculosis".

 

 

 

De las 600,000 personas que se estima que se infectaron recientemente con tuberculosis multirresistente (MDR-TB) en 2016, solo 130,000 comenzaron el tratamiento. Se estima que 240,000 personas murieron a causa de la enfermedad ese mismo año. Aunque dos medicamentos nuevos y prometedores, la bedaquilina y la delamanida, han estado en el mercado desde hace más de cuatro años, el acceso de los pacientes a ellos sigue siendo inaceptablemente limitado. Hasta febrero de 2018, solo 16,069 personas en todo el mundo habían recibido la bedaquilina y solo 1,247 personas habían recibido la delamanida. Además del aumento de escala, es necesario reportar sobre los resultados del tratamiento para informar los futuros protocolos de tratamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).